Capítulo 9: Sally para nuevo oráculo.

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Capítulo 9: Sally para nuevo oráculo oceánico de desastres.

Estar en casa con su madre estos dos días, había sido lo mejor que le pasara, no había quien lo persiga, tenía quien lo atienda y su madre igual estaba descansando con su embarazo, porque Poseidón le envió a alguien para que no la molestara.

—¿Y puedes transformarte en lo que desees? —Percy estaba sentado en la cama de su habitación, las paredes pintadas de un suave azul igual que as cobijas que le tapaban, miraba con atención al muchacho frente suyo.

Ya le habían colocado crema en todo el cuerpo, algunas medicinas reposaban en su escritorio junto con sus libros y demás cosas escolares, su cuidador ya se había encargado de que tome lo necesario, así que ahora era el momento que habían destinado para que el pueda hacer las preguntas que deseara.

—Si —Hizo un movimiento de brazos y se transformó en un tiburón grande que cubrió el suelo de la habitación, Percy aplaudió animado como niño pequeño en el circo viendo el espectáculo, pronto el chico estaba de nuevo con su forma normal —Prefiero hacerlo en criaturas marinas, es más sencillo así —

—¿Puedes tomar la forma de cualquier dios? ¿Incluso de papá? —Percy se emocionó cuando asintió, pronto cambió de apariencia, ahora era exactamente igual a Poseidón.

—Percy es hora de... —Sally entro en la habitación, miro a Percy y a "Poseidón" no se sonrojó como solía hacerlo al ver al padre de Percy —Tritón deberías de dejar de jugar con Percy —El dios mensajero volvió a su forma normal.

—Lo lamento, esto es lo más divertido que puedo hacer estando aquí, ahora que termine mis deberes como dios —Hizo un mohín sintiéndose regañado por la mortal.

—Vamos es hora de coman algo —Dijo ella —¿Crees que ya te puedas levantar? —Percy frunció el ceño, no podía estar mucho tiempo de pie, se mareaba cada que lo hacía.

—Puedo intentar —Bajo los pies de la cama y se puso de pie, pronto necesito ayuda —No puedo —

—A veces creo que solo te aprovechas para que Tritón te atienda —Percy se sonrojó débilmente.

—No, mamá —Tritón se río.

—No me molesta hacerlo, esto me mantiene lejos del castillo y de todos esos preparativos para este fin de semana —Le ayudo a salir de la habitación con Sally detrás de ellos, su vientre estaba abultado, pronto nacería su bebé.

—No deberías consentirlo —Renegó ella sentándose y dejando que Tritón aparezca la cena sobre la mesa.

—Ya lo sé —Mencionó sentándose a la mesa, él no necesitaba comer pero le gustaba ver a los dos hacerlo. Paul estaba de viaje con unos parientes por unos días, pronto regresaría.

Se dedicaron a comer con tranquilidad, más que nada Percy, al menos aquí no tenía mestizos y dioses locos que lo persigan, solo para poder tomar su virginidad. Ugh, odia pensar en eso, no había sido su culpa esa estupidez, pero pagaba los platos rotos.

El timbre sonó.

—¿Quién será? —Sally se dispuso a ponerse de pie, Tritón se estremeció teniendo un mal presentimiento de quien sería. Ella abrió la puerta topándose con un rubio de ojos azules acuosos, se veía bastante joven —Buenas noches, dígame quién es y que necesita —

—Soy el doctor Asclepio, mi bella señora —Hizo una venia en lo que Sally le dejaba pasar —Lord Poseidón me ha pedido que revise a Percy, así que eso me ha traído aquí esta noche —

—Oh, si, ya recuerdo —Ella cerro la puerta tras los dos y avanzaron al comedor, Percy estaba solo. —Percy, cariño —

—Hola señor —Saludo con el ceño fruncido mirando al tipo, se parecía mucho a Apolo, quizá más delgado, no tan deslumbrante, más serio, pero si que tenía esa mirada que anunciaba problemas.

—Creo que llegue a tiempo —Mencionó una voz apareciendo en bruma Marina —Buenas noches a todos —Saludo Poseidón viendo con fijeza a Asclepio cuyos ojos viajaban por todo el lugar, buscaba algo, o a alguien.

—Hola Poseidón —Sally se sonrojó débilmente viendo al Dios marino —El doctor Asclepio acabo de llegar él... —El muchacho desapareció en un segundo —¿Dónde esta? —

—De cacería —Mencionó Percy mirando para la habitación de la cual se escucharon cosas caerse y un ligero grito.

—Tritón —Poseidón corrió a la habitación y sus piernas pronto fueron aprisionadas por un pequeño niño de ojos verdemar.

—Prometo que sólo quería saludarlo —Asclepio acomodo su cabello que ahora lucia despeinado.

—Dijo que quería esculcarme a detalle y luego movió sus manos como viejo pervertido —Acuso el pequeño niño escondiendo el rostro en las piernas de Poseidón, este miro a Asclepio con ganas asesinas.

—Oh dioses, eso está muy mal. No porque sea un dios puede hacerle eso a Tritón, pensé que era un hombre respetable —Declaro Sally mirando al hombre con enojo, el dios agacho la cabeza. Poseidón levantó en sus brazos al pequeño niño, que no era otro que Tritón, que se había hecho pequeño para poder escapar de los brazos del otro.

—Has tu trabajo Asclepio —Demando Poseidón —Primero lidiar con Apolo, con Dionisio y con Hermes, ahora esto —Acaricio la espalda de Tritón mientras Asclepio comenzaba a examinar a Percy.

—Y nada de sacar fotos a mi hijo, lo estoy mirando —Sally sonaba dura y el Dios trago saliva ¿Cómo ella sabía que habían pedido fotos del chico sin camisa? No lo sabia, solo sabía que no le convenía enfadar a la mortal, ni a Poseidón ahí presentes.

—Si, señora —Se dedico a revisar al chico que estaba sentado aún a la mesa —Ajá, si, mmmm, ya esta —Saco de su bolsillo unos frascos, un recetario y un bolígrafo —Vas a tomar estos después de la cena, este en el desayuno y una crema que te voy a recomendar para después del baño, eso te aliviará del todo. Y para el sábado estarás como nuevo —Le entrego el papel a Sally y los frasco, saco la crema de su bolsillo.

—¿Eso es todo? —Poseidón acomodaba a Tritón, que no pensaba salir de su zona segura con ese dios ahí.

—Si, es todo —Apretó los labios viendo lo dulce que veía "su" bolita gruñona en los brazos del Dios del mar.

—Ya te puedes ir —Susurro entre dientes el dios marino mayor viendo a Asclepio que no dejaba de ver a Tritón, el Dios médico sonrió y desapareció con un puchero.

—Vaya que no mentías con eso de que todos dos tenían pretendientes locos —Sally suspiro, Poseidón bajo a Tritón.

—Algunos llevan siglos en esto, otros se han ido adhiriendo a la causa —Poseidón revolvió el cabello de su ahroa pequeño hijo que solo corrió a donde Percy.

—¿Ya diste las invitaciones? —Ella quiso recoger la mesa, pero el Dios en un movimiento dejó limpio todo.

—Si, aunque algunas respuestas llegaron demasiado pronto —Saco de su bolsillo una lista de los que asistirían —No me sorprende, la verdad. Apolo, Hermes, Asclepio, Dionisio y hasta Océano —

—¿Por qué ese está invitado? ¿No es el que ataco tu castillo? —Ella frunció el ceño sentándose en el sofá. Percy terminó de comer enseguida y Tritón lo ayudó a sentarse en el sofá.

—Si y me lastimó mucho, cabe aclarar —Se metió Tritón aún pequeño sentando a Percy en su lugar, también pasándole su medicina.

—Si, pero sigue siendo una deidad marina, así que tengo la obligación de invitarlo, o podría atacar de nuevo —Poseidón suspiro sentándose en otro de los sofás.

—No me gusta eso de que te haya contestado inmediatamente —Sally presentía algo malo ahí.

—A Anfitrite tampoco le gustó —Suspiro y miro a Tritón que ahora jugaba con Percy a las transformaciones de animales pequeños.

—Esa fiesta, no va a terminar bien —Ella suspiro mirando a su hijo y al otro Dios, acaricio su vientre. Percy sería un buen hermano mayor.

Un Harem no deseado. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora