Capítulo 12: Y volvemos al mismo desastre.
Comprar ropa para un dios no es fácil y menos para uno que no ha salido en siglos, Percy y Annabeth, ahora lo sabían de primera mano. Tuvieron que pedir muchas disculpas a las dependientes por el cliente tan quisquilloso que habían llevado.
—Ellas tocaban demasiado para más de tomar medidas —Camina subiendo la colina con los brazos cruzados.
—Sólo tocaban lo necesario —Trataba de justificar Percy.
—Tocaron mi trasero, ese no necesitaba medidas —Replico Tritón aun muy molesto, llevaba las bolsas de la ropa en las manos aún cuando las tuviera cruzadas.
—La verdad, si lo tocaron con intención, lo descubrí cuando volví por la bolsa que se quedó —Annabeth parecía tener dolor de cabeza por como sobaba sus sienes.
—¿Pasa algo? —Percy la detuvo cuando llegaron al árbol de Thalia.
—Sólo mi madre y sus mensajes, me causará una migraña —Suspiro y miro a Tritón que se la quedo mirando —Dice que ahora debo cuidar de dos hijos del mar, que al parecer Dioniso también tiene planes —
—Lamento todo esto, estaré en la cabaña y trataré de no darte molestias —Tritón comenzó a bajar la colina. Annabeth y Percy lo quedaron viendo.
—Es de los dioses más raros que conozco —Murmuró Percy —Otro estaría pidiendo ayuda a todo campista que encontrara —
—Sólo espero que esto no tarde mucho —Annabeth suspiro siguiendo a Tritón, hasta que de un momento a otro ya no estaba.
Percy y Annabeth se miraron antes de salir corriendo en su búsqueda, sólo había un Dios que podía entrar como si nada en el campamento y el único que podía desaparecer campistas como si nada en el viento, en especial dejando olor a uvas.
—¿Dónde...? —Tritón cayó en algo blando bastante mareado, su condición física era mala en estos momentos y movimientos bruscos como estos después de un día caminando, no ayudaban.
—No hemos podido hablar mucho en estos días —Pronto tuvo a alguien demasiado cerca suyo —Ponte cómodo lindo tiburón —De un chasquido las bolsas que antes cargara en las manos y que ahora reposaban debajo suyo desaparecieron, dejándole tendido dándole la espalda a su captor.
—Déjame... —Sintió un mareo y se calló, su cabeza tuvo que recostarla contra el colchón que estaba debajo suyo.
—Tu tranquilo, imagine que las compras te cansaron, así que te daré un masaje —En otro chasquido y Tritón sintió que hacia demasiado fresquito.
—No necesito... —Quiso darse la vuelta, pero sintió que sólo traía una pequeña toalla cubriendo su trasero, misma que estaba seguro caería y no serviría de nada para proteger su parte delantera.
—Tranquilo yo me encargo de todo —Una vez más sintió a Dioniso muy carca de su cuerpo, luego sus manos rozando sus muslos con delicadeza.
—Señor D —Quirón abrió la puerta de golpe, dejando ver a Dioniso que solo traía una toalla también, sobre Tritón que estaba bocabajo sobre la cama con una toalla sobre su trasero.
—Pensé que estabas buscando lo que te pedí —Dioniso se vistió en un chasquido e hizo lo mismo con Tritón, que por fin se pudo dar la vuelta asustado y agradecido.
—Y pensé que le había quedado claro que no podía tocar a mis campistas —Annabeth y Percy se apresuraron a sacar de ahí a Tritón.
—Técnicamente no es un campista.
ESTÁS LEYENDO
Un Harem no deseado. [Terminada]
Fiksi PenggemarTodo en el campamento estaba tranquilo, hasta que la guerra se desató. Percy solo había estado siendo Percy siempre, el no se explica como es que termino en el medio de todo esto. Pero claro, como toda guerra, hay un culpable, un hecho que lo inició...