El Vertedero.

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Qué nos pasa?
A medida que el tiempo pasa y la humanidad avanza, nosotros cada vez retrocedemos dos pasos, moralmente hablando.
Es decir, a día de hoy, muy pocas personas tienen en cuenta el valor de la empatía, de la fraternidad, amor, respeto... Muy pocas personas deciden indagar en su interior y descubrirse a sí mismas, descubrir sus virtudes más fuertes y sus defectos más oscuros.
Tememos a la soledad, básicamente porque no sabemos llevarla,y esa es la razón por la que nos cruzamos con gente equivocada y tóxica.
Dejamos que toda nuestra vida gire en torno de las nuevas tecnologías y las redes; dejamos que dos palos azules nos duela más que una puñalada, tratamos de aparentar ser personas totalmente distintas a las que somos, así es que perdemos nuestra esencia. Al final, llega al punto que, de tantas veces que fingiste ser una persona totalmente opuesta a lo que eres, pasa factura, llegan esas terribles crisis existenciales, en las que ya no sabes quién eres, qué quieres de la vida, cómo quieres que sea tu futuro.
Y todo esto, ¿Para qué?
Para encajar en una sociedad igualmente de destruida, confundida y desertoras de sí mismas, ansiosas de encajar en un grupo social.
Para encajar en una sociedad egoísta, corrompida por las modas y los estereotipos, donde el interés lo mueve todo, y el dinero y la fama lo vale todo y al mismo tiempo, no vale nada.
Una sociedad que teme a las personas que son distintas y que ven el mundo con otros ojos, una sociedad que teme mostrarse tal y como es.
Y no hay mayor error del ser humano que renegar de su propia esencia para ser uno más del rebaño.