¿Dónde está Lorena?

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Pasó una semana tras la desaparición de Lorena y no se había sacado nada claro.
La policía no sabía dónde podía estar, quién la pudo secuestrar y lo peor de todo, cual era su estado, si estaba viva o muerta.
Durante aquella semana no pude dormir pensando que le pudo haber pasado a mi amiga y quien sería la horrible persona que fue capaz de arrebatármela de mi lado.
Me sentí culpable de todo esto, tenía que habérmela llevado conmigo, tenía que habérmela llevado a mi casa. Por lo menos allí estaría a salvo o quizás se hubiera retrasado lo inevitable, no lo sé. En ese momento no sabía que pensar ni que hacer.
Volver a la Universidad al cuarto día de su desaparición fue una apuñalada en el pecho, ver el banco donde siempre me esperaba vacío me provocaba ganas de llorar desconsoladamente. Los compañeros no hablaban de otra cosa más que de su ausencia y eso me provocaba un ataque de ansiedad fulminante.
El martes, haciendo de tripas corazón, volví a clase.
Aquel día y no sé porqué, el profesor empezó a hablar de la Deep Web.
-¿Qué creéis que pasa en la Deep Web? -Preguntó aquel veterano de la informática.
Mis compañeros empezaron a ofrecer sus respuestas:
-Venta de armas y de drogas.
-¿Secretos gubernamentales?-Preguntó una compañera.
-Venta de documentos falsos, como pasaportes, DNI...
-Venta de personas.-Aquel hombre de pelo canoso y rondando los sesenta años asintió satisfecho.
-Todos tenéis vuestra parte de razón, pero no sólo pasa eso y este vídeo os lo puede ilustrar a la perfección.-Decía mientras apagaba las luces y ponía el vídeo.
Aquel cortometraje, supuestamente inspirados en hechos reales, trataba de dos adolescentes, uno se llamaba Jorge y el otro Luis. Jorge estaba viendo vídeos gore en la Deep Web y su compañero, Luis los miraba curioso.
Al final de la clase, el curioso le pidió a Jorge que le explicara los pasos para entrar en aquella realidad alternativamente espeluznante de Internet.  Al principio, el compañero se negaba, pero finalmente Luis se salió con la suya. Al llegar a su casa, Luis hizo paso por paso cada indicación para llegar hasta allí. Y llegó a la web oscura.
Se puso a ver los mismos vídeos gore que había visto con su compañero; una mujer danzando de una forma tenebrosa y misteriosa hasta que cayó desplomada al suelo, muerta.
Después otro vídeo era de un muchacho que se clavada un cuchillo en la garganta, mientras la sangre salía a borbotones este reía con locura hasta que perdió la vida.
Pero la perdición de este muchacho llegó cuando un hombre con una blanca máscara empezó a enseñar unos carteles que anunciaba:
"Hola, ¿te gusta mirar?" Ponía el primero.
"¿Quieres ver más? " Tras este cartel apareció una ventana que te daba la opción  de Sí y No.
Luis marcó "Sí", esta acción lo llevó a otra ventana en el que aparecía la imagen de una webcam de un muchacho jugando al ordenador, en la puerta, se veía poco a poco al mismo hombre  de los carteles, se iba acercando silenciosamente, como un depredador cazando a su presa. Cuando estuvo detrás de él,  el misterioso hombre de la máscara sacó una bolsa y ahogó al muchacho con ella, hasta morir.
Después de esto, apareció otra ventana preguntándole si quería ver otro vídeo.
El pobre iluso volvió a darle sí.
Esta vez se veía a sí mismo en la pantalla y acabó sufriendo el mismo destino fatal que el anterior. Al final del vídeo, se vio que Jorge era el que llevaba las víctimas a la Deep Web.
Las luces se encendieron y una compañera preguntó:
-Entonces, ¿en la deep Web hay como organizaciones criminales que asesinan en vivo y en directo?
-Sí. -Afirmó el profesor. -Y lo peor de todo, es que estas organizaciones nunca son descubiertas.
Mis neuronas reconectaron entre sí y llegué a la conclusión de que aquel anónimo que estuvo hablando con Lorena podía ser algún miembro de la banda de la deep Web. Que quizás ese mismo anónimo fue el que le envió aquel cadáver de gato, fue el que escribió las cartas y también fue el que vigilaba su casa noche tras noche.
En aquel momento todo encajaba. Todo tenía sentido, por eso nunca la encontraron, por eso desapareció sin dejar pistas.
Al salir bien tarde de la Universidad, casi  de noche, me fui a casa y cogí el ordenador para reafirmar mi teoría.
Después de media hora configurando el ordenador, conseguí entrar.
Tras estar como unas dos horas divagando por aquella oscura y tétrica web, encontré una página que ofrecía vídeos que te provocaban náuseas y terror.
Suicidios en directo, asesinatos y violaciones. Cuando estaba a punto de tirar la toalla. La encontré.
Era ella. Era Lorena
Pinché la miniatura y ví el vídeo que se había subido hace cinco días, al lado había un chat en el que varios enfermos sociópatas sugerían todo tipo de atrocidades.
La torturaron de mil y una maneras, golpeándola, cortando su blanca piel con cuchillas, arrancándole el pelo de cuajo, la violaron entre tres, introdujeron objetos punzantes en su cavidad vaginal y anal.
Ella lloraba, gritaba de dolor, suplicaba que la dejaran en paz, que la dejaran vivir tranquila.
Más fue en vano.
Sin embargo, yo tras la pantalla me sentía impotente, lloraba de tristeza y furia.
Finalmente, su sufrimiento acabó después de que esos asquerosos seres humanos la mataran a golpes, después, cumpliendo la petición de un visualizador le cortaron la cabeza y empezaron a jugar al balonmano con ella.
Me quedé traumatizado, inmóvil, lleno de ira y de tristeza, impotente porque ví como moría mi amiga.
De repente, me salió otro vídeo en otra pantalla.
Era uno de los tipos que le habían hecho eso a mi amiga.
La rabia se apoderó de mi persona.
Aquel tipo, enseñó un cartel que ponía lo siguiente:
"Hola Marcos, tú serás el siguiente."
Después de eso, se fue la luz en mi casa.
Cogí el móvil y llamé de inmediato a la policía.
Pero no tenía cobertura.
De repente escuché el crujido de mi puerta abriéndose, encendí la linterna del móvil y apunté a la puerta, era el mismo tipo que me aparecía en el video.
Me quedé inmóvil muerto de miedo mientras que ese tipo se acercaba a mí.
-Me da mucha pena hacerte esto Marcos.-Reconocí aquella voz, era mi profesor, el mismo que nos había puesto aquel vídeo ese mismo día. -Eres un alumno brillante, y por eso mismo debo quitarte de en medio.-Antes de perder la consciencia, me di cuenta que había perdido y que iba a sufrir el mismo destino que Lorena; ser objeto de entretenimiento en la Deep Web.

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