¿Dónde está Lorena?

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Salí de clases agotado con ganas de reunirme con mi amiga Lorena.
Ella era la chica más bonita de la ciudad, tenía una larga melena morena y un rostro como si lo hubieran esculpido los ángeles. Su personalidad era muy graciosa y sociable, hablaba con todo el mundo y nadie podía odiarla, ya que era muy tierna.
Éramos amigos desde muy pequeños, como desde los cinco o seis años, y desde aquella nos hemos vuelto inseparables.
Ahora ambos teníamos 22 años, estábamos a punto de terminar la carrera, yo estudiaba informática y ella psicología.
Aparte de los estudios, que a ella le encantaba su disciplina, tenía otra afición y era YouTube. Tenía un canal en esta plataforma en el que hablaba de todo un poco, pero lo que más hacia era ayudar a los demás. Mucha gente le hablaba para pedir consejos o para desahogarse y ella siempre les contestaba dando su mejor punto de vista psicológico y brindando consejos.
Cuando salí de la Universidad, ella, como siempre, me estaba esperando en los jardines leyendo un libro.
-Hey. -Le saludé.
-Hola Marquitos. -Me respondió con una sonrisa. -¿Qué tal la clase?
-Buuuf. -Me quejé mientras tiraba la mochila y me sentaba a su lado. -Hoy fue muuuuy aburrida, aún por encima nos mandaron un montón de trabajo y me da pereza empezar. -Se empezó a reír.
-Échale ganas, si no no lo sacas.
Me tiré boca arriba en el césped y miré el cielo.
-Eso es justo lo que me falta, ganas.
-No te recordaba tan desmotivado.
-La Universidad te quita todo, tiempo, ganas, motivación... Hasta dinero.
-Sólo has tenido un mal día... -Su móvil empezó a vibrar y lo sacó. - Anda mira, un e-mail de un seguidor.
-No quiero ser cenizo, pero ten cuidado en Internet, hay mucha gente rara y no sabes el psicópata que está detrás de la pantalla.-Se echó a reír.
-Anda Marcos, tranquilo, no va a pasar nada. No creo que me secuestren y me asesinen. -Dijo entre risas.
-Ojalá y no, pero en las clases siempre nos advierten de eso. Nunca sabes quien se oculta tras la pantalla, no sabes quien es persona o quien es un asesino, o un pedófilo, o...
-Ya Marcos, ya lo pillé. Pero eso son cosas que pasa en Estados Unidos,  aquí en España... ¿Qué va a pasar?
-Bueno... Nunca se sabe.
-Mira. -Dijo mientras llamaba mi atención. -Este e-mail es de un chico mira. -Empezó a leer:
"Querida Lorena, me encantas tú y tu canal.
He visto que eres una excelente consejera y me encantaría que me aconsejaras acerca de una chica que me gusta muchísimo, estoy muy enamorado, pero ella no sabe ni que existo, ¿qué puedo hacer?"
Lorena empezó a mover las cejas y sus dedos recorrieron el teclado del móvil escribiéndole un sabio consejo.
-Mira, a ver qué te parece. -Carraspeó y se puso a leer:
"Querido Anónimo, te recomendaría que hablaras con ella, que comenzaras a tener un poco de contacto para que ella te conozca y  construir  poco a poco  una relación amistosa.
Espero haberte ayudado, y si necesitas de mi ayuda no dudes en mensajearme.
Besos, Lorena."
-¿Qué te parece?
-Bastante bien, a ver si le ayuda en algo.-Se echó a reír y nos fuimos cada uno a su casa.
Pasaron dos semanas y Lorena seguía hablando con aquel anónimo, a veces no me daba buena espina, le preguntaba cosas un tanto personales como dónde vivía, donde estudiaba, quienes eran sus amigos, si tenía perros... Preguntas triviales que no me daban buen augurio.
Hasta incluso llegó a preguntarle si sus padres pasaban mucho tiempo por casa, eso no sé porqué provocó que tuviera una mosca cojonera tras la oreja que me avisaba de que debía advertirla y protegerla.
Era cierto que casi siempre estaba sola, sus padres eran empresarios y muchas veces se iban de viajes de negocios. No sería la primera vez que me trasladaba a su casa durante  semanas para que no estuviera sola.
A la semana siguiente, sus padres se fueron de viaje y nosotros no teníamos clases, por lo que me fui a su casa para brindarle compañía y seguridad.
La primera noche fue divertida veíamos películas mientras degustábamos unos ricos kebabs. Lo malo, es que ella siempre miraba para el móvil, seguía mandándose e-mails con ese fulano.
-¿Qué? ¿Está divertida la conversación?
-No seas celoso.-Dijo mientras se reía. -Yo sólo te quiero a ti. -Bromeaba.
-¿Ya te dijo su nombre?
-Sí desconfianzas, se llama Mateo y es mecánico.
-Vaya, si que hay confianza. -Terminamos de cenar y de ver la película y nos fuimos a dormir, aunque Lorena, poco durmió.
Se pasó casi toda la noche chateando con ese tipo. No me importaría si el tipo me diera buena espina, pero ese no era el caso.

A la mañana siguiente me desperté con sus gritos.
-LORENA. -Grité mientras bajaba a toda prisa a la primera planta. Estaba en la entrada de la casa, llorando. -Hey, ¿qué pasó? -Se giró y me abrazó mientras señalaba la caja que había delante suya.
Lo que había ahí dentro, hizo que se me revolviera el estómago.
Era el cadáver de un gato decapitado.
Estaba al borde de la ansiedad, no entendía  que clase de monstruo le podía haber hecho semejante cosa a un pobre animal indefenso.
De repente recibió una llamada. Y por suerte pude escuchar todo.
-¿Te ha gustado el regalo? -Dijo una voz distorsionada.
-¿QUIÉN COÑO ERES? ¿CÓMO SABES MI DIRECCIÓN? ERES UN MONSTRUO, TE VOY A DENUNCIAR.
-Buena suerte. -Acto seguido, colgó. Lorena lloraba desconsoladamente y le dimos un entierro digno al pobre gato en el jardín. Se pasó todo el día nerviosa.
-¿Y si era una amenaza? -Me preguntó asustada.
-¿Quién querría hacerte daño Lore?
-No lo sé pero... Tengo miedo...
Aquella misma noche,  un extraño estaba en la acera de enfrente mirando para su casa toda la noche.
Llamamos a la policía, pero antes de que llegaran, el individuo desaparecía. Y así varias noches a lo largo de la semana.
El jueves por la mañana, recibió una carta.
Que citaba así:
"Hola Lorena.
Eres preciosa, realmente bonita.
Eres única y las demás deben de estar muy celosas de ti.
Y deberían.
Valdrás mucho y hay muchas personas que te están esperando,  están ansiosas por verte."
Después de leer aquello, empalideció y se echó a llorar de miedo.  Yo, impotente, traté de buscar una solución y un responsable. Y el único que se me ocurría era aquel estúpido anónimo.
Cogí mi portátil y traté de averiguar de quien era ese correo electrónico, traté de buscar su IP.
Pero nada dio resultado, no encontré nada ni a nadie. Me cabreé y me frustré.
Mi amiga estaba en peligro y yo no tenía manera de ayudarla.
Tratamos de pasar el día lo más tranquilos que pudimos, mentalizándonos de que era una broma de mal gusto y que no volvería a pasar.
Los padres de Lorena volvían el viernes por la tarde y yo me fui por la mañana, ya que mi madre me reclamó para ayudarle a hacer unas cosas en casa.
Una vez allí y después de estar toda la tarde ocupado, cogí el móvil.
Tenía varias llamadas pérdidas de los padres de Lorena. Llamé a su madre y me contestó nerviosa y llorando:
-Hola Teresa, ¿qué pa...? -Me interrumpió.
-¿Está Lorena contigo?
-No... ¿Por qué?-Rompió en fuerte llanto.
-Cuando llegamos, la ventana del salón estaba rota y ella no está. No coge las llamadas y estoy muy preocupada.-Me quedé frío y en shock.
¿Dónde está Lorena?

                    CONTINUARÁ

Espero que os haya gustado este relato de buenas noches y recordad que todo apoyo es bienvenido, eso me motivaría mucho a seguir escribiendo para vosotrxs.
Muchísimas gracias por vuestra lectura y os deseo buenas noches y dulces sueños.

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