Capítulo 6

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Sonaba la canción sweet child O' mine de Gun's and roses , Pablo se despertó, era una llamada que entraba a su celular.

-Puta vida - dijo. Apenas se le escuchó salir esa palabra de su boca.

Se levantó con los ojos casi cerrados buscando su celular para callarlo, vio que su pantalón estaba en el piso de un cuarto que no era el suyo .

Además de estar desnudo, pensó que todo lo que había pasado esa noche había sido solo un sueño.

Se dirigió al baño con la esperanza de encontrar a Lucia ahí, ya entonces había despertado completamente, su cara de felicidad lo decía todo, ya no eran una simple imaginación, por fin había estado en la cama con la mujer que por días había sido utilizada como imagen de placer en su mente.

Se bañó, buscó su ropa y salió de aquel motel,encendió su carro y al llegar a su casa lo estacionó.

Ya eran como las once de la mañana del domingo.

Se bajó del carro, abrió la puerta de la casa, en la sala estaba la mamá.

- Que horas de llegar - se veía algo enfadada. Pero a Pablo le importó un carajo, subió a su habitación se acostó a descansar un rato más, había sido una noche muy larga y su cuerpo necesitaba descanso.

Lucía por su parte al llegar a la casa de su amiga,sabía que sería un error contarle a Pamela todo lo que había pasado. ¡Por ahora!

Al entrar a la habitación de su amiga, la vió acostada en su cama estaba de espalda dormida.

Ni siquiera se dió cuenta de mi presencia, me senté a su lado.

Quedé pensándo en todo lo que había pasado tan solo unas cuantas horas...

De pronto escucho que Pamela se mueve y entre dormida y despierta me pregunta:

-¿A qué hora llegaste?

- Hace un par de minutos - contesté.

Me observó de nuevo me hizo otra pregunta:

- ¿En qué piensas tanto?

-En nada, o en todo más bien - Sonrío cruzando mis manos como si lo que hubiese dicho o hecho no tuviese valor alguno.

-¿Quieres hablar?

-Pamela tenemos que reunimos más tarde, por ahora solo quiero llamar a mi mamá.

Se levanta de la cama, buscando entre sus cosas el cargador de su celular. -Ni me quiero imaginar lo nerviosa que ya debe de estar-.

-Podrías por favor prestarme tu teléfono mientras el mio carga.

Pamela se levanta de la cama, busca su teléfono, lo desbloquea y se lo entrega a Lucía.

Lucía marca el número de su mamá.

-Aló! Mamá, soy Lucía.

Escucha el sermón de preocupación que tenía su mamá.

- No te preocupes, me he quedado donde Pamela. Estoy bien.

- Si lo sé debí llamarte , el teléfono se quedó sin batería.

Pamela solo escuchaba la conversación que tenía su amiga.

Al finalizar la llamada, le entrega el teléfono a su amiga.

-¿Ahora si me vas a contar qué hiciste con Pablo?

En eso una llamada al teléfono de Pamela interrumpe aquella investigación tipo FBI que estaba a punto de comenzar.

Pamela atiende la llamada y contesta.

Se observa por minutos pálida, había perdido el habla, no pronunció nada al reconocer de inmediato la voz de la persona que la llamaba.

Era la hermana de César después de mucho tiempo la llamada de nuevo, la vi tan impactada entre señas me dijo que buscará un lápiz y una hoja, la veo que anota una dirección, corta la llamada entre lágrimas en su ojos veo que busca ropa para cambiarse.

- ¿A donde vas? Pregunté.

- No me contestó.

En ese momento y no sé porqué me llega a mí mente todo lo que mi amiga ha pasado, pienso que fué engañada por un hombre que hasta la dejó embarazada, - El no la merecía me dije - además me di cuenta que al final había perdido al bebé.
Lo sé porque encontré una carta donde narraba los hechos :

"Entre lágrimas y tormentos me siento...
con una fuerte rabia y desaliento...

Entre un mundo muy desacierto y entre más días pasan más me inquieto...

Siento como tantos problemas agobian mi cuerpo cada día.

Siento muchísimo dolor, he perdido a un bebé que cargaba en mi vientre.

No sé cómo pasó, no se si fue mi culpa o mi cuerpo no estaba preparado aún.

PERDÓNAME BEBÉ. "

- ¿A dónde vas? - Le insistí.

-¿Qué te importa? contestó Pamela llorando .

- Es domingo, mírate cómo estás, no puedo permitir que salgas.

- César sufrió un accidente y esta grave, en el hospital.

La congoja al ver a su amiga Pamela así, Lucía corrió y le limpió las lágrimas, se miraron unos segundos había entonces ya mucha preocupación.

¿Quieres ir a ver a César al hospital?

- No sé si deba ir, después de todo.

Tomaron un taxi, en el camino no hubo pronunciación de una palabra más.

Al llegar al centro médico, estaban los padres y la hermana del accidentado.

-¿Cómo está él? Preguntó.

-Grave. Disculpa que te haya llamado, después de todo pensé que sería una buena oportunidad para que lo vieras - dijo la hermana de César.

De pronto vimos como un médico llegaba, de inmediato los padres lo interrogaron, el doctor informó que el accidente había sido muy fuerte, y que el impacto que César había recibido en su cuerpo lo había llevado a la muerte.

HABÍA MUERTO!!!

Entre tantos desconsuelo y llantos esa pobre madre se tiró al piso de la sala, llorando desesperadamente, mientras que su esposo y la hija intentaban levantarla.

-Noooo, ¿porque mi hijo?  Lo decía una y otra vez con un triste lamento.

La escena que se estaba desarrollando en ese hospital era muy trágica y triste para esa familia,habían perdido a un ser.

Pasó un tiempo para que la madre se  se estabilizara ¡pobre mujer!.

Después de aquella triste noticia, se dirije a Pamela y empieza a gritarle.

-¿Que hacés acá?  ¿Porque veniste?

Lo único que se atrevió Pamela que aún no podía creer lo que había pasado con César, fue darle un abrazo de consuelo , pues ella también había perdido un hijo y sabía cuanto dolor se podía sentir en el alma.

-¿Por qué siempre ha César le fue tan mal? - cuestionaba la madre mirando hacia el cielo, agarrando su cabeza como pidiéndole respuestas al ser supremo, además decía : - sabía que esa mujer lo único que haría era llevarlo hasta la muerte - dijo-.

-¿Que dijo usted señora? Preguntó Pamela. - ¿César se había casado?

- Si, apenas llevaba unos cuantos meses duró poco ese matrimonio hasta ya se había divorciado , el siempre se arrepintió por todo el daño que te hizo, el era un muchacho bueno y un excelente doctor, pero tomaba malas decisiones -Tratando de consolarse-.

-Vámonos Pamela, Lucía tomó del brazo a su amiga, dieron media vuelta no se despidieron de absolutamente nadie y se dirigieron a la casa de Lucia.

Lucía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora