Pablo era un tipo muy pícaro, calculador, demasiado sensual, le gustaba tener el control de todo era muy dominador.
Esa noche el no paraba de hablar me dijo además que le encantó todo lo de aquella noche, estaba soltero, tenía veinticinco años, le faltaba muy poco para concluir sus estudios universitarios, estudiaba algún tipo de ingeniería, no recuerdo cuál pero sabía que iba a ser el ingeniero más atractivo de la ciudad.
Me preguntó cuál era mi intención con él.
Fui práctica y directa, por ahora trataba de mostrarme tranquila, le comenté la importancia que tenía yo acerca del amor y mis sentimientos hacía él.
Me dijo que por ahora el no tenía alguna respuesta, pero que le gustaba mi compañía.
La noche pasó tan rápido, sin darnos cuenta ambos tuvimos tomando copas de más, el restaurante tenía una vista impresionante de toda la ciudad, me preguntó - ¿Te gustaría ir al mirador?.
No respondí.
Entonces se levantó de la silla agarró mi mano, me llevó al lugar.
Habían unas cuantas personas.
En una parte del lugar los reflejos de la luz eran muy poco, la oscuridad nos llamaba, tomé el valor lo agarré de la mano y fuimos hasta ahí.
Me besaba mientras me acariciaba,mi vestido corto hizo que todo fuera más sencillo.
Sentía que lo conocía desde hace mucho tiempo además que tenerlo cerca podía sentir como perdía el miedo y la vergüenza a todo.
La adrenalina que sentía en ese momento hacían temblar mis piernas.
Pasaba una de mis manos sobre sus partes íntimas, sentía como poco a poco su miembro crecía.
El sonreía, podía sentir como los besos eran más intensos cada vez.
Bajé el cierre de su pantalón, lo volví a tocar y tomé su extensión entre mis manos tras bajarle su ropa íntima.
Pruébalo - me dijo al oído.
Insistía en llevar mi cabeza a su miembro, estábamos en un lugar público por lo que en ese momento no accedí.-Vamos por más- le susurré al oído.
Subió su pantalón y salimos de aquel lugar.
La lujuria y el deseo carnal que se sentían el uno del otro seguía intacto como la primera vez.
Llegaron al mismo motel "El Edén".
Era ya entonces de madrugada la unión que uno de ellos sentía era más sexual que sentimental.
Comenzaron a besarse a pasar sus manos alrededor de sus cuerpos desnudos ya conocidos, sus lenguas tenían una guerra para ver quién era la mejor.
Lucía por ahora no recordaba de su pasado él la hacía olvidar de su trauma y odio hacia los hombres.
Ella con una mano agarró su gran erección la introdujo lentamente dentro de ella, el empezaba a moverse lentamente y con delicadeza ...
Ella le regalaba buenos momentos, sentía una gran química sexual como nunca antes lo había sentido.
Al terminar, ambos se dejaron caer uno al lado del otro recuperando el aliento mientras sonreían.
Pasaron pocos minutos, él se queda dormido, Lucía se levanta toma su móvil, desde hace ratos no lo revisaba, tenía varios mensajes y llamadas de su mamá, había olvidado avisarle.
"Estoy bien, nos vemos en un rato, besos mamá".
Se fue a la ducha y tomó un baño, regresó y se acostó junto a él, lo observaba mientras el dormía.
El es perfecto - pensaba. Se acurrucó a su lado y se quedó dormida.Había amanecido ya Pamela desde buena mañana preocupada por su amiga al no contestarle los mensajes.
Empezaba a cuestionar la amistad de Lucía, sus dudas iban más allá de la amistad que ella le ofrecía, trataba de descubrir muchos secretos que su amiga escondía.
Se preguntaba, porque Lucía muy pocas veces hablaba sobre su Papá, además porque Emiliano había desaparecido desde hace un tiempo ( Emiliano es el hermano).
No lo sabía pero quería averiguarlo.
Le preocupaba el tema del abuso y el porqué siempre huía de ese pasado, además de ser algo traumante se preguntaba por qué Lucía no lo enfrentaba.
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Lucía
RomanceEl amor se cultiva ¿Pero quién no ha visto una rosa marchitarse por falta de riego o cuidado? Parte el corazón saber que la rosa muere ante la falta de sencillos pero constantes detalles. Durante su lectura encontrarás contenido para adulto, no es...