INDECISIONES [Confesiones#2] (Completa)

CAPÍTULO 47

(Zoe)

Me encanta mirarle el culo sin que se de cuenta, y es lo que hago hasta que desaparece dentro del aseo. Con una sonrisa plantada en mi cara me deslizo por los pasillos del instituto hasta llegar a mi taquilla.

-Puta taquilla atascada... - me quejo dándole golpes para conseguir abrirla.

-Tan malhablada como siempre... - susurra pasando por mi lado.

Cuando me giro para observarla no sabría calificar su expresión. Parece triste pero a la vez contenta, o al menos eso intenta aparentar.

-Lisa, desaparece de mi vista - resoplo volviendo a mi objetivo.

-¿Por qué todo lo arreglas a golpes? Pareces un chico - su voz es realmente molesta.

-En serio, no tengo ganas de hablar contigo.

-Yo tampoco, mona. Venía a mi taquilla y por mala suerte está cerca de la tuya.

Por fin consigo abrir aquello y busco los libros que me hacen falta para la clase de literatura.

-Así que ahora estáis juntos - dice alzando la voz pero ni siquiera le contesto - ¿Por qué insistes tanto? Sabes de sobra que no tenéis ningún futuro juntos.

Doy un fuerte golpe con la puerta de mi taquilla al cerrarla y me giro para mirarla a la cara.

-Déjame en paz de una puta vez - suelto sin pestañear clavándole la mirada - ¿De verdad no tienes otra cosa mejor que hacer con tu vida? - sonrío mientras niego con la cabeza.

-Vosotros sois como tus padres... - se acerca aún más a mi cara muy despacio y mi sonrisa desaparece al escuchar sus palabras - él se cansará de ti y buscará algo mucho mejor que encontrará en otra mujer.

Se acabó zorra.

Mi cuerpo se lanza sobre el suyo una vez más y es que ya no sé cuántas veces la he atacado. Supongo que sabe perfectamente lo impulsiva que soy y se aprovecha de ello. Me hace daño con sus palabras pero mis puños le harán daño a su apreciado físico.

Los fuertes brazos de Kylian me sujetan por la cintura alejándome de esa desgraciada.

-Ella lo sabía...se ha estado riendo en mi puta cara ¡JODER! - grito desesperada cuando Lisa ya no está con nosotros.

-¿Sabía lo de tu padre y...? - No termina ni la frase.

-Creo que prefiero no saber desde cuando están esos dos juntos porque no soportaría saber que lleva riéndose de mí y mi familia desde que llegué aquí.

Su abrazo es lo único que calma los latidos que retumban dentro de mi pecho. Me da un cálido beso en la frente y nos esperamos unos minutos antes de entrar en clase, que por suerte el profesor se ha retrasado y no ha llegado aún. Nada más sentarme Sabrina me pregunta qué me ocurre y al mirarla recuerdo que ella también tiene problemas con Matt.