CAPÍTULO 3

871 89 22
                                    

(Zoe)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Zoe)

Ya ni siquiera tengo ganas de llorar, más bien tengo algo de rabia al haber visto a esa chica junto a Kylian. He reconocido que era la chica a la que él le mostraba una sonrisa en cuanto lo he visto después de tanto tiempo. ¿Quién será? ¿Desde cuando la conocerá?

Multitud de preguntas rondan por mi cabeza pero la voz del taxista me saca de mis pensamientos.

- ¿Seguro que estás bien? – Me pregunta por tercera vez en lo que llevamos de camino.

- Sí, gracias – respondo al igual que las otras veces.

Supongo que lo que representa mi rostro es pura tristeza reflejándose en el espejo por el que el conductor me mira de vez en cuando. Por más que lo intento no puedo seguir fingiendo, todo esto me sigue provocando un dolor inmenso dentro del pecho, es entonces cuando me doy cuenta de que estaba perdidamente enamorada de él.

Me bajo del coche justo en la puerta de casa y le digo al taxista que se quede con el cambio del billete que le he dado, no me apetece seguir delante de ese hombre y salgo corriendo en dirección a mi cama y esconderme bajo las sabanas.

*****

- Cielo, ¿Estás despierta? – pregunta mi madre obligándome a abrir los ojos con dificultad debido a la luz que entra por mi ventana.

- Ahora sí – respondo con ironía.

- He pensado que podríamos ir juntas de compras, ¿Qué te parece?

- No tengo ganas de salir hoy, mamá.

Me remuevo entre mis sábanas para girarme hacia el otro lado, pero rápidamente rodea mi cama y se sienta justo en el borde del colchón mirándome.

- Zoe por favor, llevo semanas intentado animarte, si no lo haces por ti, hazlo por mi... No soporto verte de esta forma – justo en ese instante la miro a los ojos y me doy cuenta de la tristeza que representan.

Al fijarme en ello me siento mal y por una vez no es por mí misma, sino por la gente de mi alrededor. Siempre he pensado que estoy más que sola y que a nadie le importo lo más mínimo pero con todo lo ocurrido me voy cuenta de que mi familia se preocupa, e incluso sufre al verme mal. Mi madre tiene razón, si no lo hago por mí, debería hacerlo al menos por ellos.

- Está bien, iremos – respondo intentando mostrar una pequeña sonrisa.

- ¡Genial! Necesitas ropa nueva y también podemos ir a la peluquería o a hacernos las uñas – comienza a gritar entusiasmada con una sonrisa de oreja a oreja.

Está tan emocionada que ni siquiera me atrevo a decirle que solo accedo a ir de compras, de modo que asiento a todo lo que dice hasta que sale por la puerta pidiéndome que no tarde en arreglarme.

INDECISIONES [Confesiones#2] (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora