-Me preocupa que tú marca de apareamiento ya no sea evidente, eso es un problema. -Dijo él a Asami prestando atención a esa zona en el cuerpo de su esposa por casualidad mientras ambos bailaban en medio del salón principal del palacio del agua del sur en la inauguración del festival de los espíritus. El olor de su Omega y casi la nula distancia entre ambos lo tenía un poco atontado, por no decir agradablemente hipnotizado. Por eso quiso tener un foco de conversación, algo con lo cual no pensar demasiado en lo bien que era tener a Asami tan cerca de él, sus humanidades rosándose entre si, lo hermosa que ella lucia esa noche. A su "esposa" le había parecido correcto hacerlo, simular ser una pareja hasta en esos pequeños detalles frente a todos haría el asunto más convincente. Pero, mantener el silencio entre los dos mientras lo hacían provocaba en él como Alfa querer tener más para si mismo a la Omega dueña de su atención, recordándose obligatoriamente cada tanto que no debía ver a Asami de esa forma, ella era su mejor amiga, debía honrarla como tal hasta en sus pensamientos-
-Luego veremos cómo solucionarlo, me he estado cubriendo discretamente el cuello cuando estoy cerca de alguno de tus padre o de mi madre con mi manto, en cambio cuéntame ¿Cómo te sientes?
-¿Con respecto a qué? -Él se separó un poco de Asami y la miro algo confundido de su pregunta admirando atento los bellos ojos esmeralda de ella-
-Los supresores ¿Estás mejor verdad? No tienes que hacerte el fuerte. -Ella acaricio el pecho del Alfa en un gesto descuidado-
-Es mi deber hacerlo aún si fuera el hecho. -Korra miro hacia otra parte, desviando su atención de la Omega. Asimilando la veracidad de sus palabras por crueles que sonarán-
-Por más que te llamen "La Bestia del Sur" eres solo un ser humano. -Asami tomo el rostro del príncipe siendo respetuosa he hizo que él la mirará-
-No me gusta ese apodo. -Gruño el Alfa-
-Tienes razón, debería ser "El cachorro del sur". -Ella rio un poco por el chiste, pero a su esposo pareció no gustarle- En serio Korra, debes expresar lo que sientes incluyendo tu salud. No es bueno quedarte los pesares para ti solo.
-Sami ¿Sabías que en el sur como en la mayoría del mundo el trono no se hereda solo por línea sanguínea si no por fuerza?, si yo fuera más débil que el más fuerte de los Alfas en el sur exceptuando mi padre debería de dejar mi título de príncipe y la aspiración de llegar a ser Jefe de lado. Es matar o morir, así es la vida de un Alfa. No puedo mostrar debilidad física o mental aunque no me sienta en óptimas condiciones, caer del caballo fue un error que no puedo volver a cometer. Tuve suerte de que pocos lo notarán o hubieran tratado de aprovecharse de eso. Pero, estoy bien. Los síntomas no han vuelto, lo digo con sinceridad.
-Debiste pedir supresores para mí, no para ti. -Asami frunció el ceño preocupada. Él tenía razón, un Alfa que no mostrará su temple frente a otros, era un Alfa muerto o pisoteado, pero ¿Como iba a ser Korra un Alfa visto de otra forma que no fuera imponente? Su Alfa de hombros anchos, brazos de acero y piernas fuertes era un espécimen que sin importar dónde se parará, fuera como fuera o con quien estuviera generaba respeto, envidia, atracción o miedo. Él ya no era un niño bajito y rezongón, era tan alto como ella y mucho más fuerte que ella. Todavía podía recordar cómo lucía Korra el día de su matrimonio. Precioso y viril en su traje de gala de príncipe con una capa hecha de terciopelo pesado color negro y una gran piel de lobo blanco sobre su espalda y hombros, con su lacio pelo largo suelto y su espada a un lado de su cadera izquierda. Una casaca y pantalones color azul oscuro junto a botas hasta las rodillas protegidas por espinilleras que hacían juego con protectores en sus antebrazos y hombreras de plata, más un fino pedazo de tela en su pecho del mismo color de su ropa con la luna llena dibujada. Como había esperado en el altar que ella fuera entregada por Hiroshi, la recibió y no dejo de mirarla con sus bellos ojos azules, intensos y vividos. Como ambos habían reído en complicidad por haber llevado a cabo con éxito su travesura de un casamiento falso luego de subir a la habitación y él ayudarle con paciencia a quitar todos los adornos de novia puestos en su pelo, esas ostentosas horquillas. Siempre sin dejar de mirarla. Ese día había sido tan especial para ella, no sabia el por qué, si era por el triunfo de su plan, por tener la libertad más cerca o por saber que ya nadie más podía intentar separarla de Korra. Por ser él su mejor y único cómplice de vida. No lo tenía claro, pero así era. Ese había sido uno de los mejores días de su vida, y esperaba no arrepentirse de creerlo-
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La Bestia del Sur
RomanceAsami, una Omega que no actúa como tal y está comprometida en matrimonio, es arrebatada del brazo del compromiso por su mejor amigo Korra. Un Alfa que se convertirá en su esposo y su salvación para darle alas, o no. [KorrAsami]