Capítulo 3: ¿Me hablas a mí?

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Madison's P.O.V

Cuando llegué a la cocina vi a un chico muy enojado mientras una chica le gritaba.

— ¡Sabía que no debía confiar en ti! — le gritó la chica a él.

Realmente para mí esto era muy incómodo, pero la única solución que encontré fue hacer como que no estaba ahí.

Necesitaba llevar esos vasos con agua de Jamaica e intentar pasar desapercibida.

— ¡Troian yo te dejé muy claro desde el inicio que no somos nada, solamente amigos con un poco de beneficios! — reclamó él.

¡Jesús, María y José!

Esto está siendo demasiado incómodo.

Seguí buscando los vasos en los gabinetes y no los encontraba, no podía ser que estuvieran tan escondidos.

— ¡Qué conveniente que llegue en este preciso momento! — le reclamó ella.

Yo la voltee a ver con cara de "¿Me hablas a mí?"

— ¡Sí pendeja, hablo de ti! — me gritó aquella alterada chica.

Al oír esto inmediatamente mis ojos se abrieron como platos y al mismo tiempo mi cuerpo se congeló, no sabía qué hacer.

No sabía si huir o decir algo.

No sabía ni quién era y no quería decirle nada ofensivo.

¡Santo Padre, ayúdame o mátame!

— ¡Troian estás loca! — dijo el chico haciendo que ella dejara de verme para verlo a él con ojos de amenaza.

— ¡Ella está aquí para cuidar a Adeline, no me estoy metiendo con ella! — sacó un fuerte suspiro — Y si lo estuviese haciendo Troian, yo no tengo nada que explicarte a ti — sus manos cayeron sobre la isla de la mesa — Troian, yo te dije desde un principio que no buscaba nada serio, te lo dije claro y tú aceptaste, pero al parecer tú tienes otras intenciones diferentes — dijo y a la chica le empezaron a salir lágrimas de los ojos.

¿Qué hago?

¡ESTO ES DEMASIADO INCÓMODO!

— Connor, yo...

Él la interrumpió y le dijo — Sólo vete de aquí Troian, no te quiero lastimar.

¡Santa telenovela la que se armó por aquí!

Ella enojada agarro sus cosas, pegó un portazo y se fue.

¡Finalmente encontré los vasos!

¡Felicidades tonta, después de tomar toda la escena de amor!

Empecé a llenar los 4 vasos con agua de jamaica, el silencio era incómodo y el chico a la par mía que aparentemente se llamaba Connor estaba sentado, su cara estaba cubierta por sus manos.

— Siento mucho lo que te dijo Troian — dijo con vos inocente haciendo que yo lo voltear a ver y qué parara de servir el agua de jamaica a los vasos.

— Tranquilo, yo también me digo pendeja a mí misma todo el tiempo — dije haciendo que él riera un poco.

— En verdad lo siento, ella creía que era mi novia y que le estaba siendo infiel hasta con mis amigos — dijo y yo reí levemente — No te rías — dijo sonriendo — ¡En serio está loca! — exclamó y dió un gran suspiro.

— ¿Quieres agua de jamaica? — pregunté.

— Por favor — dijo — Por cierto, soy Connor, el hermano mayor de Adeline.

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