Capítulo 11: Ibiza

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Madison's P.O.V

— Madison — alguien movió un poco mi brazo intentando que yo me levantara.

Abrí mis ojos lentamente, seguimos en el avión y Chase está asustado.

— ¿Qué sucede? — froté un poco mi ojo izquierdo.

Tengo muchísimo sueño...

— Tengo miedo — una turbulencia lo interrumpió — Eso, me da mucho miedo, nos vamos a caer del avión — yo reí un poco por su comentario.

— Tranquilo, te prometo que no nos caeremos del avión, seguro ya llegaremos, no te preocupes — lo abracé para calmarlo un poco y luego de eso hablamos lo poco que quedaba de recorrido.

— Pasajeros con destino a España, esperamos el vuelo haya sido de su agrado. Los esperamos en una próxima ocasión.

Finalmente, después de casi 11 horas de vuelo, 5 siestas, 2 películas, 11.315 canciones y una entumecida de trasero, llegamos a España.

Todos empezamos a bajar del avión y nos reunimos frente a la puerta para esperarnos entre sí.

— ¡Finalmente un descanso para mi trasero! — grité cuando estuvimos todos juntos.

— No célebres todavía, está solamente es la escala...

¿QUÉ?

Resulta, pasa y acontece que España es donde haríamos la escala hacia Ibiza. Así que faltaban como 3 horas dentro de un avión.

— ¿Qué tal está tu trasero? — preguntó Aiden caminando junto a mi mientras nos dirigimos a la siguiente puerta.

— Ni preguntes — dije sin sentirlo ni siquiera un poco.

— Por lo menos no ibas junto a un niño que gritaba y jugaba a ser arquero — rodó los ojos a lo que yo reí un poco.

— No quiero subir a otro avión, quiero llegar caminando — dije haciendo un pequeño puchero.

— Sí se pudiera hacer, créeme que te acompañaría — dijo Aiden.

— Pasajeros con destino a Ibiza, por favor abordar la puerta número 1079 — se oyó saliendo del altavoz.

— ¡A quedarse sin trasero! — exclamó Aiden haciendo burla.

— Tú no tienes — reí un poco.

El trasero de Aiden es totalmente inexistente, no miento.

— Buen chicos, otra vez a algunos les tocará solos, nos vemos en tres horas... — dijo mi mamá mientras entraba al avión.

Me tocó el asiento E6 ojalá a alguien le toque conmigo, con Chase iba hablando cosas de niños, pero iba hablando de algo, sola, hubiese muerto del aburrimiento.

Me quité el bolso y lo guardé en la cajuela que está arriba para luego acomodarme en mi asiento.

Cassidy se paró junto a mí.

— ¡Qué suerte, nos tocó juntas! — exclamó ella con una gran sonrisa en su rostro la cual yo correspondí.

Me cae muy bien Cassidy, sinceramente, es una persona con la que se puede mantener una buena conversación sin ningún problema.

— ¿Cómo has estado Madison? — preguntó alisando su blusa un poco con sus manos.

— Bastante bien, nerviosa por entrar a la Universidad, pero bien — dije juntando mis manos.

— Me alegro — me regaló una sonrisa — ¿A qué Universidad irás? — preguntó repentinamente.

— Tecnológico de Monterrey

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