Connor's P.O.V
Ya pasó una semana desde que Madison no me habla, y para ser honesto, ya no creo que sea por sus hormonas. Tuve que haber hecho algo.
¿Pero qué cosa?
Toda la semana que Madison vino a mi casa, como ya es de costumbre, estuve tras ella para que me hablara y me dijera que le sucedía. Era un amor de gente con todos, con Adeline, con Yess, con mamá, hasta con Aiden.
Pero adivinen con quién no es un amor de gente...
¡Con este chico!
Ya no sé qué hacer, no encuentro solución a lo que no sé qué hice. Esto de que una chica esté en tu casa todos los días y está enojada es demasiado estresante, no te dejan de rondar esos pensamientos por la cabeza.
Madison simplemente no había salido de mis pensamientos, podía hacer cualquier cosa, pero nada me la quitaba de la cabeza.
Me quería rendir y dejar de buscarla, pero no podía, no podía dejarla así.
Sé que llevamos muy poco tiempo de conocernos, pero esa noche que vimos películas pude darme cuenta que es una muy buena amiga, no quiero perderla por alguna estupidez mía...
¿Me entienden?
Iba saliendo del baño de abajo de la casa y justamente Madison iba pasando frente a mí para ir a la cocina.
Intento número 173 aquí vamos...
— Madison — agarré suavemente su antebrazo por la parte de atrás a lo cual ella volteó — ¿Podemos hablar?
— Connor, no tengo tiempo — se volteó, se zafó de mi agarre y se fue a la cocina.
¡Esa era su puta respuesta cada vez que intentaba hablarle!
¿Qué cosa tan mala hice?
En serio no sé qué hice, no sé qué cosa pude haber hecho tan mala para merecer que ella me trate así.
Debo buscar la manera de arreglarnos sin que ella me tenga que hablar porque evidentemente no lo quiere hacer.
Tal vez podría comprarle algo de comer en modo de disculpa.
¡Helado!
A todo el mundo le gusta el helado. El problema es averiguar cuál es su sabor favorito y tengo un plan perfecto para descubrirlo.
Se que podría comprarle cualquier sabor, es decir, es helado, pero si quería que me disculpara tenía que hacer las cosas bien.
Ya saben, al estilo Connor.
Rápidamente corrí al cuarto de Adeline. Estaba ella sola así que era perfecto.
— ¡Hey! ¿me podrías hacer un favor del tamaño de tu corazón? — Adeline solo asintió con una gran sonrisa — Pregúntale a Madison cuál es su sabor de helado favorito, pero no le digas que yo te lo dije — hice una seña de silencio — Además, necesito que cuando yo te lo pida, te deshagas de ella porque le necesito hablar a solas — Adeline no sabe que Madison está enojada conmigo, pero ella es muy lista como para entender que a veces la gente necesita estar a solas para hablar acerca de algunos temas — La señal para que te deshagas de ella será un grito mío para que saquen a pasear a los perros, pero solo irán tú y Aiden — estaba seguro que Adeline recordaría todo.
— ¿Comprarás helado? — sus ojos se iluminaron porque a ella le encanta el helado.
— Sí, pero será un secreto entre tú y yo ¿está bien?
— Cuenta conmigo, hermano
Salí de su habitación y me dirigí a la mía. Sabía que Adeline lo conseguiría, nada podía salir mal.
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Serendipia
Teen Fiction¿Alguna vez has oído la palabra "serendipia"? Es un descubrimiento o un hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental, casual o por destino, o cuando se está buscando una cosa distinta. Nunca había oído acerca de esta...