Capítulo 13: Todos tenemos un pasado

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Madison's P.O.V

— Bien, chicos— dije — ¿A dónde iremos hoy en la noche? — pregunté sentándome en la banca qué hay dentro de la alberca.

— Seguro de fiesta — dijo Connor.

— ¿Conocen algún lugar? — preguntó Aiden volteando a vernos a ambos.

Google Maps — contesté mientras encogía mis hombros.

— Está bien — dijo Aiden — Madison... ¿cómo entrarás si vamos a una discoteca? — preguntó Aiden un poco preocupado.

— Tengo un CURP falso — dije tranquilamente.

— Perdón... — dijo Connor e hizo una pausa — ¿Qué están hablando? — preguntó confundido.

Claro... él no sabe de mi edad, nunca lo hemos hablado.

Aiden volteo a verme con cara "¿No le has contado?".

— Connor, yo soy menor de edad — dije lenta y tímidamente.

— ¿Qué? — preguntó alzando un poco la voz y frunciendo el ceño.

— ¿Eres sordo? — preguntó Aiden en tono burlón.

— No tenía ni idea, pensé que tenías unos 20 — yo negué levemente con la cabeza — ¿Cómo carajos tienes un CURP falso? — preguntó intrigado mientras me veía de forma amenazadora.

— Todos tenemos cosas que ocultar — dije bajando un poco mi mirada.

No me gusta hablar de eso.

— Bien, creo que mejor nos vamos saliendo para irnos a arreglar — dijo Aiden. Connor y yo asentimos y nadamos hacia la orilla.

Todos agarramos nuestra toalla para empezar a secarnos y caminar hacia nuestras habitaciones.

— Yo iré a comprar algo de comer, llego a la habitación — dijo Aiden — ¿Alguno quiere algo? — preguntó señalando la tienda que está cerca de la piscina.

— No, gracias...

Connor y yo comenzamos a caminar hacia nuestras habitaciones en silencio. Seguramente no se esperaba lo de mi edad.

No creo que se haya molestado, sería algo tonto.

— ¿Estás molesto? — interrumpí el incómodo silencio.

— No — respondió secamente.

— ¿Por qué estás así? — pregunté un poco tímida sin quitar mi vista del suelo.

— Supongo que es el shock — respondió.

— Connor, esto no cambia nada.

— Lo sé — volteo a verme para regalarme una sonrisa — Sólo... es raro — apartó la vista de mí.

Supongo que no se lo esperaba, ya se acostumbrará. Realmente, esto no cambia de ninguna forma nuestra amistad o la manera en la que nos llevamos.

Caminamos unos minutos más y finalmente llegamos a nuestras habitaciones.

— Mierda — dijo Connor revisando los bolsillos de su traje de baño.

— Olvidaste la tarjeta — dije obvia mientras rodaba los ojos.

— Solo sacamos una tarjeta y se la quedó Aiden — dijo levantando un poco sus hombros.

— Entra a mi habitación — dije e inserté la tarjeta para abrir la habitación.

Ambos entramos y la habitación estaba congelada.

Había dejado el aire condicionado encendido porque me encanta que la habitación esté fría.

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