El Primero De Muchos

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Había pasado cerca de una semana desde el "incidente" que ocurrió en mi casa, mi vida seguía con mi ritmo normal, a excepción de que no había visto a Otabek en la escuela. En un principio creía que solo me evitaba faltando a clases pero en una ocasión lo vi en en jardín de afuera y entonces me di cuenta que se había cambiado de clase solo para no verme.

Ya que me sentía la gran cosa como para conseguir a cualquier persona que yo quisiera pensé que no debía de involucrarme con perdedores como él o eso creía hasta que un día pude notar que a pesar de que había puesto distancia entre nosotros, Otabek continuaba observándome a lo lejos e incluso me seguía.

No le di importancia así que continué con mis rutinas nocturnas, estando en mi cama, apunto de tener sexo con un chico que acababa de conocer, llegando al clímax, en medio del calor del momento mientras aquel chico me tocaba, acariciaba y besaba vino a mi mente la imagen de Otabek.

Estaba confundido no sabia porque razón había ocurrido eso pero continué con mis asuntos aunque de repente nuevamente vino a mi mente esa imagen. Esta vez era distinto porque mientras él quitaba mis ropas y recorría cada parte de mi torso, en mi consciencia era como si se estuviera repitiendo lo que había pasado entre Otabek y yo e imaginé que era él quien estaba en su lugar.

Cuando terminamos, estando recostado en la cama me puse a reflexionar lo que acababa de pasar. No comprendía el por qué mientras tenia sexo con ese chico llegaron las memorias de las caricias de Otabek pero no le di importancia, pensé que era algo pasajero aunque pronto llegaría el momento en que me di cuenta de que no era así.

Con cualquier persona con la que tenía sexo me recordaba a él y pronto eso comenzaba a molestarme porque llegó el punto en el que inclusive con un solo beso que me daban llegaba a mi mente su imagen. Comenzaba a ser molesto así que decidí acabar con esto de una vez hablando con Otabek, lo esperé a que llegará a la escuela y en frente de la entrada lo embosque.

Trate de sonar lo más normal que fuera, como si nada estuviera pasando, pero al mismo tiempo tenía que sonar como si en verdad quisiera tener algo serio con él y eso era fácil para mi ya que lo había hecho millones de veces en el pasado.

─¿Puedo hablar contigo Otabek?─ le pedí amablemente.

Lo sujete del brazo y lo conduje hacia un árbol un poco lejos de la entrada para que nadie se diera cuenta de que estaba con él ya que eso arruinaría mi imagen.

─¿Tratas de esconderte de mi Otabek?─ pregunte engreído tocando su mejilla.

─Claro que no Yuri─ respondió tartamudeando sin querer mirarme.

─Entonces ¿porque razón te cambiaste de clase?─ volví a preguntar tomando su rostro entre mis manos para que me mirara.

─Bueno admito que si es por esa razón, lo que pasa es que desde lo que sucedió en tu casa no...no he podido dejar de pensar en ello y me comienzo a ponerme nervioso─ respondió sujetándome los hombros, para ser sincero no me sorprendió su respuesta.

─Yo tampoco he dejado de pensar en ello─ le susurré al oído mientras lo abrazaba del cuello.

─Asi que porque no regresamos a mi casa y continuamos lo que empezamos ese día─ le propuse dándole un beso corto en los labios.

Él no dijo ninguna palabra pero supuse que estaba de acuerdo con mi propuesta ya que solo caminó detrás de mí, yo lo estaba sosteniendo del brazo y pude sentir que estaba temblando. No me importó que él estuviera nervioso, yo solo quería terminar con ese asunto, al llegar a mi casa entró justo después de mi y al escuchar el sonido de la puerta cerrarse pude escuchar el sonido de su voz.

─Yu-Yuri esta es la primera vez para mi.....─ dijo tímidamente sin mirarme.

─Lo se Otabek, se nota que nunca te habías escapado de clases─ respondí divertido.

─Me refiero a que es...es la primera vez que voy a hacerlo con alguien─ confeso nervioso.

Admito que me sorprendió lo que había dicho, él siendo un alfa de 19 años nunca había tenido nada que ver con nadie y yo con tan solo tener 16 años ya me había acostado con la mitad de los chicos de mi clase, me pareció la cosa más graciosa del mundo pero me dio igual, yo solo quería que el acto se consumara para que pudiera darle la vuelta a la hoja así que trate de darle un poco de confianza para que se animara a hacerlo.

─No te importaría que fuera con la persona de quien estas enamorado ¿o si?─ dije acercándome mas hacia él.

No le di tiempo de hablar porque de inmediato me abalance hacia él, mientras lo besaba trate de llevarlo a mi habitación pero el calor del momento me lo impidió ya que lo único que quería era sentirlo dentro de mi, así que lo más cercano a una cama era el sofá de la sala, porque no quería hacerlo en el suelo ya que era demasiado incomodo y lo digo por experiencia.

Estando en el sofá comenzó a quitarme la ropa, mi cuerpo comenzaba a responder a cada caricia y beso que me daba y solo le tomó poco tiempo para que comenzara a recorrer mi cuerpo con sus manos. Recuerdo que me sentía grandioso entre sus brazos mientras que lamia mis pezones y al parecer también a él le gustaba ya que no paraba de hacerlo hasta que me vine.

Termino de quitarme lo que quedaba de ropa y solo se quedo viendo mi cuerpo desnudo de arriba hacia abajo. Yo solo veía sus ojos mientras lo hacía y en ese momento no comprendía el por qué mi pecho dolía al ver que me veía con tanta dulzura ya que todos los demás solo se dedicaban a poseerme hasta que pude notar que no sabía qué hacer después, así que lo empecé a guiar.

Me enderece para besarlo y quitarle la camisa, me di la vuelta y tomé su mano llevándola hacia mi trasero indicándole que me metiera los dedos para que empezara a aflojar. Para ser su primera vez era demasiado bueno ya que casi instantáneamente encontró el punto sensible dentro de mí así que rápidamente me vine de nuevo.

En ese momento estaba tan excitado que le dije que la metiera de una vez así que me tomo de la cintura, me recargo en el brazo del sofá y de una sola estocada llegó hasta mi interior debido a que su pene era más grande de lo que esperaba. Me lo habían dicho mis amigos antes, tener sexo con un alfa era la mejor experiencia que habían tenido y me estaba dando cuenta de que así era.

Me había estado acostando con muchos betas, ya que no quería tener nada con un alfa debido a los posibles problemas que me traería el ser marcado por uno pero en ese momento no me importaba, sentía como a cada embestida que me daba llegaba más y más profundo en mi interior y él estaba muy animado debido a que era su primera vez.

Solo pensaba que si pudiera tener sexo con este alfa cada día lo haría sin dudarlo, era muy bueno, ninguno con los que había estado entendía mi cuerpo, pero con él era diferente ya que nos acomparzamos a un ritmo mutuo además de que tenía un buen rendimiento ya que duramos mucho tiempo así.

Todo hubiera acabado muy bien pero justo cuando los dos terminamos solo se recostó encima de mi espalda y mientras besaba mi cuello dijo las palabras que nunca había escuchado de nadie.

─Te amo Yuri─ susurró a mi oído mientras continuaba acariciando mis piernas y mi torso.

Sentí como se estremeció mi cuerpo al escucharlo y no entendí por qué me sentí extraño. Mientras que yo solo quería tener sexo, él en verdad estaba enamorado, lo único que hice fue fingir que me había quedado dormido para no confrontarlo y en ese momento decidí que me alejaría de Otabek ya que me hacía sentir extraño.

La Primera VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora