Ahora Es Mio

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Después de "terminar" con Yuri sentía un gran vacío en mi interior, era como si una parte de vida hubiera sido borrada pero tenía que disimular que no me importaba y mucho menos enfrente de él pero era doloroso el ver que volvía a salir con más chicos, en si a volver a su vida normal. Cuando él y yo comenzamos a ser compañeros por lo menos notaba que se controlaba un poco pero esta vez era diferente ya que ahora lo hacía desesperadamente como si quisiera olvidar lo que sucedió entre nosotros.

Como lo había dicho antes, no estaba dispuesto a ceder ante él y sabia que algún día lo lograría pero eso no quitaba que pudiera salir con otras personas. No quería nada serio pero la mejor opción para hacerle sentir celos era que me reuniera con Mila, no me gusta utilizarla de esta manera e incluso siempre le daba a entender que no quería nada mas con ella pero estaba desesperado para que Yuri por fin se diera cuenta de que en verdad estaba celoso.

Por mucho tiempo traté de acercarme a él en un principio como amigos pero incluso así se negaba, nunca me rendí y le insistí tanto que en una ocasión aceptó. Creo que este fue un gran error ya que me di cuenta que en realidad no le importo nada de que lo que había sucedido en el pasado y que ya lo había superado rápidamente porque incluso me daba consejos de como acercarme con las personas y en unas ocasiones me presentaba a más personas.

Nuestra amistad se volvió más unida ya que me volvía a hablar en la escuela y me esperaba a la salida para que regresáramos juntos a casa y esto lo hacíamos todos los días si falta, estuvimos así algunas semana hasta aquella tarde.

Me gustaba estar en la biblioteca y al comenzar a ser más sociable me volví encargado de manejar el inventario y préstamos de libros. Mila también estaba encargada de ello y casi siempre platicamos para pasar el tiempo, tanto así que todos decían que hacíamos una buena pareja. No se que los motivó a hacerlo, pero justamente esa tarde se les ocurrió encerrarnos bajo llave y con una nota pegada en la puerta que decía: "Para mañana queremos que ya sean novios así que arreglenlo ahora, o por lo menos traten de buscar la llave para que salgan".

En ese momento recordé que Yuri siempre me esperaba en el jardín y al parecer saldría tarde así que le mande un mensaje diciéndole que se fuera ya que tenía cosas pendientes. Hice esto ya que en la mañana al ver a un omega en el pasillo teniendo su celo hizo que Yuri comenzará a sentirse mal así que lo mejor es que se fuera a descansar además de que no quería que me viera con Mila ya que entre todas las personas con las que pudiera salir, ella era la que lo llenaba de más odio.

Enseguida de esto me puse a buscar la llave que habían escondido y después de casi voltear toda la biblioteca parecía que no encontraría nada pero extrañamente Mila parecía divertirse con la situación que está pasando.

—¿La encontraste?— le pregunté acomodando de nuevo unos libros.

—No, aun no pero...¿no crees que seria bueno que le hiciéramos caso a la nota Otabek?— respondió feliz acercándose a mi.

Yo tenía conocimiento de que le gustaba pero no esperaba su confesión en una situación así pero llegaba el momento de tener que rechazarla apropiadamente, es por lo menos lo que se merecía después de que se diera falsas esperanzas. Antes de decir algo me abrazó y me dio un beso en la mejilla.

—Se que eso no pasara ¿cierto? es muy evidente que estas muy enamorado de otra persona pero...por lo menos puedo saber su nombre— dijo separándose para irse a uno de los libreros.

—Yuri...Plisetsky...— respondí incómodo.

—Solo ten cuidado con él, no soy quien para decirlo pero no te merece, a ese tipo de personas solo les gusta disfrutar sin importar a quien lastiman pero espero en verdad que puedas lograrlo— dijo molesta mientras seguía buscando la llave.

Esas palabras en verdad me hicieron pensar muy bien en quien me estaba fijando y admito que en ese momento hubiera querido en verdad poder amar a Mila pero no podía cambiar mi corazón. Seguimos buscando y después de un rato la encontramos escondida en uno de los libros del estante principal, salimos del edificio por la puerta de atrás y la iba a acompañar hasta su casa pero olvide mi celular así que regrese por él, le propuse que me esperara pero se negó y se despidió de mí.

Después de recoger mi celular decidí mejor irme por la puerta de enfrente ya que me quedaba más cerca del camino que tomaba a casa y fue lo mejor que pude hacer ya que junto a los casilleros encontré sentado y en muy mal estado a Yuri.

Me asuste al verlo de esa manera pero después de abrazarlo fuertemente me di cuenta de que entro en celo, trate de hacerme el fuerte ya que no quería lastimarlo al tratar de aprovecharme de esa situación como cualquier otro alfa que estuviera en mi lugar e  inmediatamente lo lleve a la enfermería, había trabajado algunas veces ahí así que sabia exactamente donde encontrar sus inhibidores.

Empecé a buscarlos pero no encontré ni siquiera uno y comenzaba a llenarme de presión al escucharlo jadear y gemir mientras estaba recostado en la camilla además de que poco a poco sus feromonas estaba haciendo efecto en mi. Lo único que quedaba era buscarlo en la farmacia que estaba cerca de aquí y así serviría que me ayudara para controlarme ya que no me gustaba como me comportaba cuando comenzaba a dejarme llevar por mis instintos.

Cuando estuve a punto de salir Yuri me sujetó del brazo y comenzó a decirme que no lo dejara solo, trate de resistirme y decirle que no podía quedarme más tiempo ya que no lo soportaría pero comenzó a llorar y a decirme que me encargara de esto. Llegó el punto en que mis instintos se apoderaron de mí, le quite la ropa que cubrían la parte inferior de su cuerpo y me abalancé contra él embistiéndolo incontables veces.

Trate de no dejar llevarme y mantener un poco el control pero al escuchar los jadeantes y ruidosos gemidos que soltaba cada que llegaba a lo más profundo de su interior hizo que me diera ganas de demostrar que me pertenecía así que baje su camisa de un tirón para que después de lubricar un poco la zona clavara mis colmillos en su clavícula al mismo tiempo que anudaba dentro de él viniendome en su interior.

Al parecer esto fue mucho esfuerzo para ser su primer celo que cayó somnoliento.

—Otabek...te...amo— susurro para después quedarse dormido.

Sentí que mi cuerpo se estremecía al escuchar esta palabras, por fin después de mucho tiempo de intentarlo lo había logrado, la persona que mas amaba en este mundo correspondía mis sentimientos. Lo abrace fuertemente mientras que esperaba a que se bajara la hinchazón de mi pene para que pudiera separarme de él.

Lo lleve a su casa, lo limpie un poco además de curar la herida que le había dejado al marcarlo y dejándolo acostado en su cama me fui para que pudiera descansar esperando verlo mañana.

La Primera VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora