Mi Primera Vez

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Después de unas semanas, ya cuando lo había reflexiona mejor, me moría de la vergüenza el solo pensar en estar tan cerca de Yuri, podría evitar verlo durante los descansos pero tarde o temprano me enfrentaría a él estando dentro del salón así que lo único que se me ocurrió hacer para solucionarlo era cambiarme de grupo y mientras tanto no asistir a la escuela por lo menos hasta que me llegara la valentía de poder confesarme adecuadamente.

No podía dejar de pensar en lo que había sucedido, al recordar el delicioso e irresistible sabor de su piel y la increíble sensación de tener su delgado cuerpo entre mis brazos me dejaba con ganas de más mientras que me encargaba yo solo de la erección que se me presentaba siempre que pensaba en lo mismo.

Aunque había decidido alejarme, no podía evitar el seguir espiándolo mientras estaba en la escuela, creo que ya era costumbre pero Yuri nunca se dio cuenta de mi presencia u ausencia. Era invisible como para que estuviera entre las personas que escogiera para acostarse o eso pensaba hasta que llegó el momento de tener que enfrentarme a él.

Me encontró afuera de la escuela, antes de que iniciaran la clases, creo que ya sabía que siempre llego temprano justamente para evitar encontrarnos, cuando lo vi ahí parado sentí que mi alma se iba de mi cuerpo. Me moriría de la vergüenza si cruzaba una palabra con él así que quise evitarlo fingiendo que no lo había visto, en ese momento pensé que tal vez no me buscaba a mi pero no era así porque en cuanto me vio me sujetó del brazo para evitar que me fuera.

Me pidió que habláramos a solas y me condujo hasta una esquina de la escuela, estaba tan nervioso de volver a estar cerca de él, no tenía idea de que es lo que quería hablar conmigo, según los demás yo no era alguien que pudiera estar a la altura de salir con una persona como Yuri Plisetsky, pero me tomó por sorpresa cuando, después de unas cuantas palabras, me propuso ir a su casa a para continuar con lo de aquella vez.

No sabía que responder, de entre tantos hombres que él pudiera conseguir fácilmente quería hacerlo conmigo. Las palabras no me salía de solo pensar en esa situación pero involuntariamente acepte cuando él comenzó a caminar y me llevo de la mano hasta la puerta de su casa. En cuanto entramos, muchos de mis pensamientos comenzaron a salir por medio de mi voz.

─...es la primera vez que voy a hacerlo con alguien─ dije de repente arrepintiéndome de inmediato pero ya era demasiado tarde para hacerlo, creí que burlaría de mi pero no fue así.

─No te importaría que fuera con la persona de quien estas enamorado ¿o sí?─ respondió tiernamente acercándose a mi.

Parecía que había robado las palabras de la boca cuando dijo esto, eso es lo que exactamente pensaba, que mejor manera de perder mi virginidad si no era con la persona que mas amaba en este mundo y este pensamiento fue el que me dio más confianza. Antes de que pudiera decir algo se arrojó contra mí y me besó comenzando con ese asunto.

A pesar de que tenía ganas de hacer esto lo nervios me traicionaron porque torpemente trate de llevarlo a la cama pero no pude hacerlo, trate de recostarlo en el suelo pero con un movimiento sutil me señaló que lo llevará al sofá así que eso fue lo que hice.

Lo recosté suavemente y comencé a quitar su camisa para descubrir un torso delgado que termina en curva hacia sus caderas, hasta ese punto ya estaba tan excitado que comencé a recorrer sus pezones con mi legua al igual que su pecho, besando su cuello hasta llegar a su oreja mientras que él estaba aferrándose a mi cuello.

Quite cada una de las prendas que cubrían su cuerpo hasta que quedó desnudo debajo de mí mirándome con esos ojos verdes llenos de pasión y deseo. Al verlo así me quedé contemplando su delgado cuerpo, es tan hermoso que no pude evitar enamorarme nuevamente. Rápidamente se rompió el momento cuando me susurro al oído que continuará mientras que llevaba mi mano a su trasero.

No quise lastimarlo así que solo le metí un dedo, pero esto fue suficiente, buscaba en su interior el punto exacto y lo encontré muy rápido pero esto me demostró que ya estaba muy trabajado en ello porque rápidamente se termino corriendo.

Estaba indeciso, no estaba seguro en continuar, al ver y sentir entre mis brazos su cuerpo creía que era muy delicado, para ser sincero me había dado cuenta de que el mio es muy grande, tenía miedo de lastimarlo porque a pesar de que él tenía una vida sexual activa siempre se relacionaba con betas.

Pero esto no fue problema, me dio confianza el hecho de que él mismo me lo pidiera, lo sujete fuertemente de la cintura y me introduje en su interior fácilmente. Estar dentro de él fue la mejor sensación del mundo, se sentía tan cálido y estrecho que deseaba poder hacerle el amor todos los días de mi vida.

Comencé a moverme suavemente mientras que él se acostumbraba a esa sensación hasta que pudimos concordar en un solo vaivén y pronto llegamos a nuestro límite. Estaba muy cansado que creo comencé a delirar y sin darme cuenta le susurré al oído un te amo pero por fortuna Yuri se quedó dormido antes de que pudiera escucharlo.

Después de que despertara, estaba decido a confesarle mis sentimientos pero no sin sentir esa gran angustia de saber que me respondería, ilusamente creí que él sentía lo mismo que yo y por eso es que había pasado esto pero pronto me daría cuenta de que no sería así.

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