Hasta hace apenas unas horas había sido víctima de las feromonas de un omega en celo, regularmente me sobre pongo a los instintos que se despiertan dentro de mi pero esta ocasión era diferente porque se trata de Yuri, nunca lo había visto en ese estado ya que era la primera vez que estaba así.
Traté de resistirlo pero mientras teníamos sexo, mientras lo embestía sin parar y trataba de calmar mi propia lujuria lo marque en el cuello, al recapacitar lo que acababa de hacer sentí como un corriente de frío recorrió mi cuerpo ya que sabía muy bien lo que Yuri pensaba sobre esas cosas pero lo que calmó de golpe todas mis ansiedades era que por fin lo escuche decirme que me amaba.
Lo lleve a su casa, esperaba con ansias el verlo al día siguiente y con todas las fuerzas que tenía deseaba profundamente que lo recordara porque había escuchado que algunos omegas por los grandes niveles de feromonas que sueltan al estar en celo olvidan lo que hacen.
Como siempre pasaba el tiempo en la biblioteca, escuchando lo reproches de mis compañeros al haberse enterado que rechace a Mila pero no me importaba ya que ella lo había tomado de la mejor manera y eso era lo único que me interesaba. Ya cuando era demasiado tarde y todos se había ido estaba preparándome para salir cuando escuche que la puerta se cerraba y al darme la vuelta recibí un gran puñetazo que hizo que cayera al suelo.
Muy confundido por lo que acaba de suceder mire hacia arriba para averiguar quién era el que me había golpeado pero mi confusión se cambió rápidamente a ansiedad y un poco miedo al ver parado a mi omega lleno de rabia que podría explotar. Comenzó a gritarme sin parar mientras que yo trataba de controlarlo porque parecía que tenia ganas de matarme.
Solo me echaba en cara las razones del por qué había sido solo mi culpa todo el problema que estábamos teniendo ahora mientras yo trataba de hacer que recordara lo que en verdad había sucedido y sobre todo que recordara que había confesado sus verdaderos sentimientos sin embargo tenía razón, él lo había olvidado todo, solo dejó de gritar cuando hizo un gesto de dolor y se sujetó el cuello.
En ese momento pensé que se debía a que la herida aún estaba fresca y fue así como empezó a hablar tranquilo.
—¿Podrías cortar el lazo y así cada uno puede estar tranquilo? Es lo mejor para todos— pidió molesto sin ganas de seguir.
Yuri Plisetsky por fin me había dicho que me amaba y nos habíamos unido por medio del lazo alfa-omega, no estaba dispuesto a cederlo solo porque estaba molesto en ese momento y lo deje muy claro al negarme a su petición. Insistí en que tratara de acordarse de lo que me había dicho.
—¿Con lo que te dije? como puedes creer que fuera cierto si ni siquiera recuerdo nada de lo que dije— dijo confundido comenzando a enojarse.
—Pero tu...— traté de conversar con él pero se negó.
—Solo olvídalo y ni siquiera quiero saber que es lo que dije porque no es verdad, en ese momento no estaba consciente— dijo harto de todo tratando se irse.
Sabía que lo estaba perdiendo al aferrarme desesperadamente a él pero no sabia que hacer, en ese momento entre en pánico que no preste mucha atención a lo que me decía hasta que escuche esas palabras.
—Bueno si eso es lo que quieres entonces olvídate de mí— esa fue la última vez que lo vi y no lo haría hasta dentro de un mes.
En un principio solo creía que serían unos días hasta que paso semana y media, pensé en darle tiempo para que se sintiera cómodo con la situación sin saber que estaba cometiendo un error, mientras estaba en la biblioteca cumpliendo con mi turno Mila llegó con un semblante un poco nervioso.
—Otabek...¿estas bien?...con lo que pasó con Yuri creí que...— pregunto sentándose a mi lado.
—¡¿Qué es lo que pasó con él?!— respondí preocupado.
—Pues escuche en la dirección que se dio de baja de la escuela desde la semana pasada— respondió nerviosa sin saber si fue correcto decirme.
Sentí que mi mundo se vino abajo al escuchar eso, entonces era verdad lo que me había dicho, tendría que olvidarme de él y lo comprendí hasta que lo fui a buscar ese día a su casa pero los vecinos me dijeron que se había mudado. Definitivamente se estaba alejando de mi y me sentía tan impotente ya que no podía hacer algo al respecto.
Fueron la semanas más difíciles de mi vida, podía sentir como estábamos unidos por medio del lazo pero no físicamente y eso me deprimía demasiado. La escuela me parecía aburrida porque no estaba Yuri conmigo e inclusive pasaba mucho más tiempo en la biblioteca pero esto cambió un día.
Mila se había dado cuenta de todo esto y siempre trataba de animarme invitando a comer o a salir al parque y por un tiempo la rechace varias veces pero era tanta su preocupación que por fin acepte. De hecho esa fue una de las tardes más divertidas que había tenido en ese tiempo y me alegro el poder darme la oportunidad de conocerla aún mejor pero sobre todo porque ella fue la que me levanto el animo.
—Que bueno que por fin estás sonriendo...se que fue duro para ti lo que paso con Yuri pero pienso que es momento de que lo olvides— dijo sentándose en una banca del parque.
Siempre me daba consejos como este tratando de hacer que me diera cuenta de que no debía aferrarme a las cosas y había noches en las que pensaba seriamente sobre mi situación sobre todo aquella noche. Después de mucho tiempo de reflexionar seriamente había decidido que tal vez era momento de dejar libre a Yuri y romper el lazo, al único que lo lastimaba toda esta situación era a mi ya que lo más seguro era que él se divertía con otros.
Creo que no estaba muy consciente o tal vez era por mi ignorancia hacia el tema de la marca de un alfa hacia un omega pero iba a darme cuenta muy pronto de que no era como lo pensaba, más en específico lo iba a saber en ese instante.
Escuche que llamaban a la puerta y al abrirla ahí estaba, parado enfrente de mi casa y de mi, era Yuri que había vuelto. No se que me dio pero en ese instante lo abrace fuertemente para asegurar que no estaba soñando y no era así ya que me empujo para que me alejara de él. Lo invite a pasar y estaba muy curioso por saber cuál era el motivo por el que estaba en mi casa.
—No vine para lo que piensas Otabek, lo único que vine a decirte es que estoy esperando un hijo pero ya tome mi decisión y no lo tendré— explico de repente y con la intención de irse.
En ese momento quedé impactado ante lo que había escuchado, dentro de mí no cabía la idea de que sería padre pero me sentía feliz. Un hijo de Yuri y de mi era como si el destino hubiera acomodado las piezas de nuestras vidas y pensé en esto sobre todo porque hace unos minutos estaba decidido a dejarlo ir pero él regresó hacia mí, era como un señal así que no podía dejar que hiciera eso.
Le suplique que se quedara para que lo discutiéramos e inclusive me ofrecí a hacerme cargo completamente de los dos pero él no quería hacerlo hasta que volvió a hacer ese gesto de dolor y se sujetaba el cuello, se veía cansado y decidió quedarse en lo que pensaba sobre mi propuesta.
Debido al viaje que hizo de, donde fuera que vivía ahora, hasta mi casa lo había dejado agotado así que fui a la cocina a preparar algo de comer y en ese momento llegaron mis padres. Hablaron un poco con Yuri en la sala y justo después me alcanzó en la cocina para decirme que aceptaba con la condición de que yo solo lo criaría y él se iría de nuevo.
No estaba convencido de eso pero no tenia de otra más que aceptar ya que por lo menos tendríamos al bebé, lo que siguió fue un poco tenebroso ya que al decirles a mis padres se enojaron pero yo estaba decidido a no echarme para atrás.
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La Primera Vez
FanfictionYuri Plisetsky es un omega que sufrió una desilución amorosa por lo cual solo tiene relaciones de una noche hasta que conoce a Otabek Altin, un alfa que esta perdidamente enamorado de él y hara lo posible para que sus sentimientos sean conrrespondid...