-Aquí tiene- escuchó la voz del hombre tras de la barra. No quiso voltear, mucho menos responder. Simplemente se dedicó a beber el contenido del líquido adulterado dentro del vaso desechable. Sintió el ardor propio del vino quemarle la garganta, por eso lo bebió rápido, por eso lo repitió. Para que su mente se nublara y le impidiera enfrascarse nuevamente en lo sucedido
Diez días habían transcurrido ya, y no tenía ni puñetera idea de donde podía estar Naruto. Le había perdido la pista desde que se lo llevaron, y en el fondo seguía temiendo que lo enunciado por aquel malnacido de Suigetsu fuera verdad. Quizá ya era tarde para reparar siquiera en el daño, puede que Naruto…
No
Recorrió el vaso en cuanto el cantinero volvió a acercarse, dispuesto a saciar la sed que le producía la incertidumbre misma
Nadie podía echarle en cara que no se esforzó. Incluso había buscado infructuosamente el paradero de Suigetsu. No había nada y solo su consciencia seguía analizando lo ocurrido, adjudicándolo incluso con una pésima lucidez mental
¿No estaría ya demasiado deteriorado mentalmente para suponer dichas falacias?
Tal vez, pero seguía lo suficientemente cuerdo para contradecirse en lo que respecta a la existencia de Naruto
El bullicio del bar lo tenía sin cuidado, no prestaba atención a nada que no fueran sus recurrentes pensamientos. Quería embriagarse para dejar de pensar, adormecerse mentalmente para ya no sufrir. Permitió que se lo llevaran, debió seguirlos
Si no hubiera perdido la consciencia. Si no hubiera perdido la noción del tiempo al despertar
Trató de incorporarse del banquillo una vez que dirigió su mirada a la ventana junto a la puerta. La oscuridad ya reinaba las calles y él no estaba en condiciones de permanecer más tiempo en ese lugar. En ninguno. Tendría que continuar buscando a Naruto pero sus intentos eran tan utópicos como lo fue inicialmente su conjetura sobre el ser, mitad humano, mitad animal que le hacía compañía en la cabaña
Hurgó con torpeza dentro de sus bolsillos, buscando la llave de su apartamento mientras su mente terminaba de espabilarse del licor ingerido
Oyó una discusión al fondo pero le restó importancia. A esas horas los altercados entre pandilleros eran más comunes de lo que se exhibían en las noticias
Sus ojos se abrieron desmesuradamente al reparar en lo último. Fue cuando se dio cuenta que la disputa que se suscitaba se debía precisamente al único televisor dentro del establecimiento. Ambos hombres corpulentos discutían por tener el mando de la pantalla
Sasuke vio como el cantinero se aproximaba al aparato para poner fin a la disputa. Los bufidos de inconformidad no se hicieron esperar cuando el televisor fue apagado
Los inmiscuidos en la riña volvieron a parlotear y forcejear. Sasuke se puso de pie. Las piernas le pesaron, el cuerpo entero parecía haberse entumecido y la sensación de agruras se intensificó
Caminó tambaleante hacia el (ahora) televisor encendido. Los canales pasaron rápidamente frente a él y sus pupilas adquirieron el brillo de la radiación proveniente del artefacto cuando se halló a escasos centímetros de distancia
No le prestó atención al enfurecido cantinero que empezó a llamar a los encargados de seguridad. Tan solo se dispuso a observar. Alguien a sus espaldas le ordenó con rudeza que se apartara de la pantalla pero no hizo mayor caso
Las imágenes aleatorias cobraron mayor sentido cuando el numero 46 enmarcó la parte superior derecha de la pantalla. Sintió su garganta reseca, la sensación de ebriedad se esfumó dejándole un súbito mareo al apreciar a Naruto encabezar una de las noticias principales
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Phenomenon.
FanfictionSasuke es un escritor mayormente conocido por su fisico que por sus escritos, tras meses de trabajo continuo decide tomarse unas vacaciones cerca de un bosque Su raciocinio será puesto a prueba cuando un zorro malherido se atraviese en su camino