AU La Boda

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Rachel no podía creer que estuviera haciendo aquello, pero después de las incesantes burlas de su primo Jason la última vez que le había visto, no le iba a dar el gusto de ir a la boda sola.

Se acercaba la boda de su padre, Dick Grayson, un detective que la había adoptado a los 15 años luego de que su madre biológica muriera en un accidente de auto; Grayson fue quien llevó el caso de la madre de Rachel, y tras dos semanas de cuidar a la menor había decidido adoptarla, cosa que a ella no le molesto para nada, pues se había encariñado demasiado rápido de aquel hombre joven.

Junto con Dick llegó para Rachel la gran familia que lo acompañaba, primero estaban sus tíos, Donna Troy, hermana de Dick, también una detective y una asombrosa fotógrafa, y la tía más "cool" (según ella se había autodenominado); Hawk (primo de Dick), el tipo de tío que te lleva a las luchas a escondidas de tu padre, y su pareja Dawn, quien amaba a todo aquel que se cruzaba en su camino. Luego de sus tíos estaban sus primos, Conner, hijo adoptivo de Donna y un humano con un gran corazón de pollo; Rose, hija de Dawn y Hawk, su chica favorita en el mundo (ademas de la que se iba a casar con su padre), y su pareja Jason, quien a pesar de ser un gran idiota la mayor parte del tiempo, era un gran amigo de todo el mundo (Rachel incluida). Y por último estaba Kory, la novia de Dick, una chica fuerte, amigable y extremadamente confiable, Rachel la adoró desde la primera vez que Dick se la presentó.

Al principio la reservada chica de pelos violetas no lograba conectar con su nueva familia, la única persona con la que hablaba era con Dick, y eso solo eran unas cuantas palabras, pero luego del paso de los años fue acostumbrándose a sus tíos y primos; a Donna, quien le enseñó artes marciales para defensa propia, a Hawk, quien le regaló su primer navaja de auto defensa, a Dawn, quien le quitó esa navaja y la remplazó con un libro, a Conner, quien lloraba con ella en las películas dramáticas, a Rose, con quien compartía sus más grandes secretos, y a Jason, con quien pasaba el 80% del tiempo peleando y el otro 20% riendo. Y por supuesto se había acostumbrado a Kory, quien se había vuelto como una madre para ella, y a Dick, quien era un típico padre orgulloso y sobre protector , casi siempre.

Con 20 años de edad Rachel ya se había ido de Detroit, donde estaba viviendo toda su familia, para establecerse en New York, en una de las mejores escuelas de escritura. Su partida había sido dos años atrás, a los 18, y la menor debía admitir que al principio había echado demasiado de menos a toda su familia, pero amaba lo que estudiaba así que eso la mantenía en aquella ciudad con una sonrisa, ademas de que veía a su gran familia en cada oportunidad que se le presentaba, ya fueran vacaciones, días festivos o simplemente fines de semana.

Nuestra protagonista era aún una persona bastante reservada y muy concentrada en sus estudios, cosa que descartaba casi el 100% de las citas y ese tipo de cosas, y la verdad es que a ella no le molestaba, no sentía la necesidad de tener a alguien a su lado, sin embargo su odioso primo Jason usaba ese hecho para molestarla cada vez que se veían, y Rachel estaba cansada de darle el gusto. Por eso en el momento en el que la boda de su padre se había anunciado, la mente de la menor ideó un pequeño plan para callar de una vez por todas la boca de su primo. ¿Que cual era el plan? Un novio rentado. Era sencillo, un chico que se hiciera pasar por su pareja solo para la boda (y para callar a Jason), así se olvidaba de las burlas y los pretendientes que sus tías siempre le presentaban.

Gracias a su carrera Rachel tenía contactos dentro de una de las revistas más cotizadas de New York, lugar donde días después de plantearse su pequeño y malévolo plan, encontró al chico perfecto para ser su novio falso. La verdad es que no había tenido la oportunidad de verlo, todo era muy anónimo, pero tenía referencias excelentes y un servicio de 5 estrellas, así que sin dudarlo la menor lo había contratado.

Ahora se encontraba ahí, en el aeropuerto, esperando que el extraño llegara a tiempo para que ambos se dirigieran hasta Detroit para la boda. Nerviosamente Rachel acarició una de las ondas que se formaban en su cabello violeta, y de repente se preguntó con una suave sonrisa divertida, si su cabello le parecería demasiado extraño a su novio falso, entonces alguien tocó su hombro.

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