Midnight [AU Reylo]

La dama del ático

Era una mañana fría pese a que las temperaturas  primaverales habían llegado a Londres, Ben abrió la puerta maltrecha de su pequeña oficina como le gustaba llamarle interiormente. Levantó las persianas para que la calcomanía del vidrio pudiera verse claramente, aunque algo desgastada Palpatine&Solo aún le daba batalla a la calle poco transitada. Solía pensar en expandir su negocio pero la industria estaba siendo muy maltratada últimamente, los investigadores paranormales no eran muy requeridos pero a él le gustaba su trabajo, y más que su trabajo le gustaba su compañera. Ella era quizá la única persona tan loca e inusual como él que había conocido, un día llego al local casi por casualidad y Le dijo que su madre,la de él, Leia la había conducido hasta allí mediante un sueño. Claro que al principio él no le creyó y pensó que le estaría tomando el pelo, no creía en ese tipo de cosas, no creía en los fantasmas en realidad y se había metido en ese negocio para demostrar que eran una vil falacia. Tuvo sus dudas en sí contestarla o no, pero como necesitaba alguien que le ayudará y nadie se había ofrecido jamás decidió darle una oportunidad que duró 10 largos meses y no tenía ni la más mínima gana de prescindir de su trabajo. Rey era la parte sensitiva y creyente de la Asociación que se creo meses después de haberla contrato, una asociación con el nombre de ambos.

Dio vuelta el letrero de abierto y comenzó a poner en orden el lugar, habían tenido un caso muy recientemente y a veces su compañera se entusiasmaba de más ideando teorías que pegaban con chinches por todos lados, sonrió cuando encontró un papel que decía:
"Será está por fin la posibilidad para que Ben crea en los fantasmas? Le voy a pegar sino"

La puerta se abrió de repente cual ráfaga de viento entrando, miro en dirección a ella pero no había sido nadie así que se acercó pensando que tal vez algún niño travieso estaba jugando bromas de mal gusto. No llegó a salir por la puerta que Rey ya estaba saltando en el interior del local para asustarlo, cosa que no hizo realmente.

—A que está vez si te pille desprevenido—se quito su sombrero para colgarlo.

—No, ni un poco saltamontes—bromeó y cerró la puerta para que no se metiera más el frío—¿Trajiste el café?—voltió para mirarla, ella estaba poniendo cara de circunstancias posiblemente buscando alguna excusa para su descuido—No importa, tomaremos café lavado pero no te quejes.

—No Capitán—se puso firme y fingió andar como soldado. Ben sonrió divertido—¿Algo nuevo?—se quito su largo tapado de paño gris

—Recién abrí, no llegó nadie aún pero veremos que nos depara el destino—imitó su tono de voz, ella fingiendo molestia le lanzó sus guantes y él los tomo en el aire—no está tan fresco como para esto, Rey.

—Tienes reflejos de gato—le dijo riendo.

Rey comenzó a recalentar el contenido de la cafetera mientras buscaba algo que sea comestible entre las cosas de su escritorio desordenado, a diferencia de Ben ella tendía a poner las cosas en el primer lugar que encontrará disponible y nunca se detenía a ordenarlo a menos que buscará algo importante. Solía decirle a Ben que sus pensamientos iban muy deprisa como para detenerse en la aburrida tarea de poner papeles o lápices en el lugar adecuado. Él a veces ordenaba por ella pero no le duraba lo suficiente como para darle la paz mental que necesitaba al ver su escritorio.

Pasaron gran parte de la mañana ordenando cosas o simplemente hablando de nada en particular hasta que su relativa calma se vio interrumpida por una señora un tanto mayor entrando a la oficina, Rey se paró de inmediato para preguntar si le pasaba algo. Ella se presentó como la señora Dust.

—Me dijeron que venga con ustedes, necesito ayuda...creo que hay algo en mi casa—comenzó la mujer, Ben puso los ojos en blanco harto de que las personas iniciarán una conversación siempre del mismo modo. Rey le dio una mirada de disgusto y la dejó continuar mientras le ofrecía una silla a la señora—Escucho por las noches pasos que vienen del ático, a veces corren y ayer juro por Dios que oí a una mujer llorar ahí arriba....mi hijo dice que no hay nada pero yo no le creo, he visto muchos programas donde las personas que se mudan desconocen el origen de sus casas y...