Unos extraños sentimientos (Nico di Angelo)

1 mes después

Era el fin del campamento de verano y los cuatro nuevos campistas-John, Drake, Sebastian y Jesica-no habían regresado de su misión.

Ese año la insignia era la de los tres grandes.

Nico y Senia estaban sentados contemplando el hermoso paisaje del mirador, observaban los fuegos artificiales colorear la noche e iluminar la luna de colores. Los Stoll eran felices quemando y tirando cosas, tipo Leo cuando descubría un invento nuevo. Una vez se emocionó tanto que casi quemó el pelo de Senia cuando lo visitó.

Así que, abrazados los dos tortolitos habían progresado en su relación, desde que ella lo escogió todo cambió. Digamos que la novia de Di Angelo era temida con razones obvias, su novio era celoso, pero se controlaba. Las palabras de Travis cumplieron su cometido.

Pero ellos habían reservado algo para ese momento, a pesar de la poca experiencia de ambos querían que fuera especial.

Nico reunió valor y dijo:

-Senia.

-¿Sí?-preguntó distraída.

Se miraron a los ojos.

-Te amo.-le dijo y se acercó a ella.

Todo se volvió más vívido y alegre, el mundo les sonreía mientras unían sus labios y vivían su primer beso como novios. Senia estaba en la estratósfera de tan feliz que estaba y Nico era el mismo de antes, alegre y divertido, a pesar de que el sarcasmo puro no se le iba.

-Yo también te amo.-respondió ella cerca de los labios de Nico para tomar aire.

Él agarró su mentón y la besó de nuevo. Eso estaba genial. Nico estaba embelesado en ella.

Se abrazaron y contemplaron la hermosa noche en frente de sus ojos.

Y algo brilló en la cabeza de Senia, un signo extraño. Nico sonrió.

-Finalmente.

Senia lo abrazó aún más. Se levantaron y viajaron por las sombras hacia la Casa Grande.

-¡Quirón! ¡Quirón!-gritaron los chicos.

-¿Sí?-preguntó este medio adormilado.

Observó la cabeza de Senia y dijo:

-Ya puede finalmente pasar a la cabaña de Poseidón.-le comunicó.

Corrieron y tomaron las cosas de la cabaña de Hermes y las llevaron a su nuevo y definitivo hogar.

Mientras tanto, Percy estaba con Annabeth teniendo una cena en la cabaña. 

-¡Percy!-gritó Senia.

Él mostró una amplia sonrisa y se abrazaron.

Nico palmeó el hombro del hijo mayor de Senia y él le contestó con una sonrisa.

"Mi cuñado."Pensó, después de todo siempre lo iría a ver pero no con los mismos ojos.

Terminaron de ordenar las cosas y se fueron, querían  respetar la privacidad de los dos. Caminaron tomados de la mano hacia el monte más alto del  Campamento Mestizo, de vez en cuando Nico le robaba uno que otro beso.

-Pedí.

-Son más lindos los robados.

Observaron el campamento y permanecieron allí hasta que los fuegos ya emanaban.

John y Sebastian tomaron las manos de Drake y Jesica, todos estaban muy cansados pero debían hacer el último esfuerzo. Pensaron vivamente en su hogar y a través de las sombras se encontraron ante la entrada del Campamento Mestizo.

Finalmente, su casa.

Corrieron los cuatro tomados de las manos, en la misión se habían hecho muy amigos y sonreían mientras el viento chocaba contra sus caras. Los fuegos artificiales iluminaban las cabañas y en lo alto de un monte John vio a dos personas, su vista era increíble. Le había sucedido algo extraño en la búsqueda de los gigantes, al matar él al jefe sus ojos se volvieron azules y veía a kilómetros de distancia.

Senia se levantó de un salto, Nico se asustó.

-¿Qué sucede?

-Vinieron.-susurró, tomándolo de la mano.

Ellos llevaban varios días perdidos y al día siguiente iban a quemar sus sudaderas.

Volvieron triunfantes.

Y los dos bajaron en su encuentro.