Un dibujo

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Will estaba informado sobre Nico. Pero confiaba en sí mismo, él la conquistaría primero a Senia. Además era quien la salvó.

Sucedió cuando a Senia la atacaban tres monstruos, ella sólo se defendía con una espada que su madre le regaló. Estaba perlada de sudor, sus fuerzas flaqueaban y estaba a punto de desmayarse.

Justo él estaba en la frontera del campamento con el dragón administrándole comida cuando escuchó ruidos y gritos. Rápidamente sacó su arco y flecha corriendo hacia la batalla.

-Agáchate.-le ordenó Will a Senia.

Ella obedeció al instante sin saber por qué.

Drakenaes la rodeaban, él las extinguió de tres tiros acertados dejando sólo polvo dorado.

Al principio ella temió que él fuera otro monstruo disfrazado porque su maestra de historia la había atacado, pero ese pensamiento se esfumó tan rápido como vino.

Ella lo consideraba su héroe. Por eso tenía una pequeña ventaja si ella no sólo lo admirara.

Will se reunió con ella en la sala de entrenamiento, practicarían ambos con diferentes armas ese día.

-Bien, sólo tensa un poco más la cuerda.-comentó el hijo de Apolo.

-Ok,mmmm...no creo que le de.-decía mientras apuntaba al blanco.

Sas...

Él quedó impresionado.

-¡Wow! ¡En el blanco Senia!-chocó las cinco con ella.

Senia temblaba de la emoción.

-Bien, lo prometido es deuda: conocerás mejor los campos de fresa.-dijo el chico.

Ella asintió y guardaron las armas, caminaron por el bosque mientras Will la agarraba de los hombros y sonreían. 

Llegaron a los campos de fresa y se sentaron juntos. 

-Bueno, ¿qué haremos primero capitán?

-Comer.-rió.

-A la orden capitán-rió Senia.

Se divirtieron mucho, comieron, hicieron carreras y observaron el paisaje. Era hermoso, pero no tanto como el que Nico le había mostrado.

Senia sacó una libreta de su bolsillo y comenzó a dibujar una planta. Will se sentó a su lado y pasó una mano por su cintura. No le incomodaba por lo que lo dejó apoyarse en su hombro.

Will la observó, sus mechones de cabellos salidos de su trenza eran hermosos, su cara también cuando estaba concentrada. Se acercó más a ella y le dio un beso en la mejilla justo cuando unas hijas de Afrodita pasaban. 

-¿A qué se debió eso?

-Te quiero.

Ella hizo una mueca.

-Yo igual.

Continuó dibujando, pensando en que se lo regalaría a Nico, él nunca había visto ni recibido uno de sus dibujos así que era la ocasión. Una planta de fresas a la luz del sol.

El dibujo era hermoso.

-¿Para mí?-alardeó Will.

Él tenía muchos.

-No.

-¿Por?-hizo puchero.

-Porque no.-rió Senia y se lo guardó en su bolsillo.

Conversaron un largo rato después de acostarse a mirar el cielo. Will le relataba la guerra contra Gea y cuando le dijo las hazañas de Nico ella se emocionó.

Unos extraños sentimientos (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora