Unos extraños sentimientos (Nico di Angelo)

Paralelas

Todavía no le habían enseñado a Senia el campamento de pies a cabeza, sólo conocía la enfermería, la Casa Grande y el comedor. 

Y... ¿A quién se le ocurrió mostrárle el resto del campamento?

A Percy.

Percy Jackson, hijo de Poseidón.

Él era amabilísimo con todos, incluso arriesgó su vida inumerables veces por sus amigos y su novia, Annabeth. Pero sentía una afinidad con la nueva campista desde que se cruzaron 2 días atrás. Él le había pedido ayuda a Will y ahí estaba ella.

-¿Lista?-preguntó su guía.

-Lista.

Y empezaron con las cabañas. 

-Bueno, finalmente esta es la cabaña de Hermes donde te quedarás hasta que te reconoscan- dijo Percy.

Ella miró la cabaña entretenida y al ver sus cabellos danzando al compás del viento, al guía se le ocurrió una idea.

-¿Quieres hacer algo más divertido?-le preguntó.

Ella asintió energética.

-¡¡¡Wohooooo!!!-gritaba Senia aferrada a la espalda de Percy.

Recorrieron el campamento de la forma más divertida posible: Blackjack.

El pegaso los condujo por los aires a grandes alturas. Los cabellos de Senia a menudo se le pegaban en la cara y no podía ver. Tuvieron que recorrer los campos de fresa tres veces para que ella admirara su hermosura. Él amaba el campamento, es más, era como su segundo hogar y quería que ella lo sintiera así también.

Blackjack voló muy cerca de las cabañas y las hijas de Afrodita gritaban porque un caballo volador las perseguía. 

-AJAJAJAJAA, EN SU CARA-decía Blackjack.

-Sii, en su cara.-confirmó Senia riendo, ellas habían sido egoístas con ella.

Ella había entendido al pegaso.

Pero Percy no se dio cuenta

Bajaron en los establos y Percy se despidió de Senia, ella lucía contentísima a lo que Percy sentía que cumplió con su cometido.

-¿No vienes a almorzar?

-No, adelántate, debo cuidar un rato a Blackjack.-le contestó.

-Ok.

-¡Hey! Mañana continuamos con el recorrido.-le gritó.

-¡No hay problema!

"Eh jefe, ella me entiende."Le dijo el pegaso cuando Senia se perdió de vista.

-¿En serio?

"Sí, sabe lo que digo."

-¡Qué extraño!-coometó él.-Tal vez sea mi hermanita, aunque no la reclamaron.

El hijo de Poseidón cepilló a Blackjack y se fue al comedor a almorzar unas ricas tartaletas azules.

Al otro día Senia ya estaba lista y viajaron juntos en Blackjack-para hacerlo más divertido-hacia en Búnker 9.

Leo los recibió sin problemas, no había oído  sobre una compista nueva, lo cual le resultó extraño.

-Perdóname por no escuchar de una campista tan bella como vos. -besó su mano- Sino ya nos hubiéramos conocido.

Senia se sonrojó.

Les enseñó algunos inventos nuevos y viejos, suyos y de sus hermanos, también el cinturón mágico que siempre llevaba consigo.

-Pide algo.-le dijo Senia.

Leo lo pensó y pidió un martillo.

Y apareció.

-Wow...es extraño.

-Sí, pero te acostumbras con el tiempo.-respondió Leo.-Bueno, ahora te mostraré lo más importante: Festo.-destapó una cabeza dorada de dragón.

Senia lo contempló y tocó sus ojos. A Festo no le agradó mucho eso.

-Es hermoso.-comentó.

-Lo encontré y arreglé...pero antes estaba más bonito... estaba entero.

-Oh...

Festo hizo un extraño movimiento y sólo Leo entendió.

-Festo opina lo mismo.-tradujo.

Observaron la inmensidad del Argo ||, la nueva campista no cabía en sí, él construyó todo eso, sólo.

-Debes estar muy contento con tus inventos, apuesto a que eres el favorito de tu padre.

-No precisamente el favorito...-se rascó la cabeza- pero tengo algo que mis medio-hermanos no.

Percy sonrió.

Él los llevó a una cámara donde los vidrios mostraban una gran sala con el suelo chamuscado, se notaba muy usado y de repente apareció Leo allí.

Comenzó a despedir fuego por las manos y Senia casi rompe el vidrio pensando que se quemaba.

-¡TRANQUILA!-gritaba Percy sujetándola como podía.-¡Es un don!

Senia comenzó a aflojar sus miembros y viendo que Leo no estaba muerto calmó sus ansias de salvarlo.

Leo, ignorando lo que ocurría continuaba con el espectáculo.

Senia estaba fascinada.

Leo entró en la cámara y se encontró con dos personas con ojos abiertos. Todavía Percy se impresionaba.

-Wow Leo, eso fue... GE-NIAL.-movió sus manos enfatizando la expresión.

-No hay de que nena, doy funciones todos los marte.-le guiñó un ojo.

Después de eso Percy y Senia volvieron al campamento por vía Blackjack porque a pesar de planear volver caminando se había hecho muy tarde y a Senia no le agradaba la oscuridad. Ella no le prestó mucha atención al bosque, pero si lo hubiera hecho, habría notado que un chico estaba sentado en una roca, pensando que los días se fueran rápido para poder salir de allí.

Quemaron parte de su comida juntos y comieron separados pero bien. Senia cuando la quemó pidió con todas sus ganas que la reconocieran, no soportaba mucho el desorden de la cabaña de Hermes.

A continuación de la comida todos se reunieron alrededor de una fogata y cantaron canciones. Quirón y el señor D lideraban la reunión. El señor D mientras tomaba una gaseosa light.

A pesar de que Senia no supiera ninguna Will, quien estaba sentado al lado suyo le enseñó en el transcurso de la noche. El fuego calentaba a todos y danzaba alegremente.

Ella lo contemplaba y se preguntaba cuándo la reconocerían.

"Por favor padre, reconóseme."Pidió.

Nico yacía apartado de los demás sumido en sus propios pensamientos, recordando cuando estaba con Bianca -su hermana- cuando los reconocieron.

"Desearía volver el tiempo atrás."Pensó.

Cuando el fuego estinguió él fue el primero en retirarse a su cabaña.