Recalculando

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Senia estaba sonmolienta por la falta de sueño. Todo por culpa de los Stoll.

Ellos incentivaron a todos a hacerle una broma a los de la cabaña de Démeter. Senia no sabía en qué lío se metía, pero lo averiguó al rato.

La escena era: toda la cabaña de Demeter cubierta de polvo violeta como sus residentes, los de la cabaña de Hermes revolcándose de la risa y un Quirón muy enojado mirándolos desaprovatoriamente.

La broma se produjo a las 3 de la madrugada sin que las arpias se enteraran. De lo contrario algún campista estaría muerto y guardarían luto por un día.

O sea, la cabaña de Hermes estaba castigada a lavar los platos por una semana.

TODOS.

Senia lavaba a punto de dormirse un plato tan sucio que casi lo tira al tacho de tan asqueroso que estaba. Lo refregó como pudo y continuó con otro.

-Iu-dijo asqueada.

-Así es la vida chica.-comentó Travis Stoll.

-¡Es que no he hecho nada!-reprochó.

En verdad ella sólo los había observado porque "no sabía entrar en escena" le había dicho un chico hijo de Hermes.

Entonces, así debían estar una semana entera.

¡Qué felicidad!

Senia siguió lavando hasta que sintió espuma y agua en su cara. Se había dormido en la pileta.

-JAJAJAJAJA-reían Travis y Connor.

-Agh, basta ya.-Senia les tiró espuma.

-Oh oh...-comentó una hija de Hermes.

De un momento a otro todos estaban tirándose espuma, algunos rompieron unos platos y otros hacían estrategias. Senia quedó empapada de pies a cabeza.

La guerra de espuma era épica.

Connor tiró al piso a Senia y ella casi literalmente nadó hacia la salida, no veía más que espuma y agua. Sintió un ardor en su rodilla pero le restó importancia.

"Ya casi"Pensó mientras nadaba hacia la puerta de salida.

Pero se encontró con cuatro patas de caballo en frente suyo.

"Bah, una semana más."Pensó.

Levantó la vista y en vez de Quirón se encontró a un pegaso negro divertido.

-¡Blackjack!-exclamó.

Rápidamente se subió a él y viajó hacia la cabaña de Hermes. 

-Gracias.-le agradeció ella.

"De nada jefa"

-¿Qué hacías allí?

"Paseando un poco"

-Ok, chau Blackjack.

"Chau, jefa."Y se fue volando.

Trató de entrar a la cabaña pero esta estaba cerrada.

-Ay no...-exclamó.-No, no, no, no.-golpeó la puerta pero esta no obedecía.-No, no, ¡No!

Mientras tanto la guerra de espuma emanaba y los campistas se retiraban sigilosamente llendo a la cabaña. 

Por suerte Quirón no se dio cuenta, lo cual era extraño sabiendo que se enteraba de casi todo lo que sucedía en el campamento.

Abrieron la puerta y muchos se colaron para ir al baño. Así que Senia esperó hasta ser la última en cambiarse y bañarse.

Unos extraños sentimientos (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora