7 meses después
Hoy es un precioso día de julio en la capital, que acompaña perfectamente al acontecimiento que van a presenciar. Y es que las bodas se hacen mayoritariamente en verano porque el tiempo así lo requiere, además de por otros diversos factores. Por ejemplo, la felicidad que inunda los sentidos de cualquier persona al ver el primer rayo de luz de la temporada. O, quizás, lo atractivos que estamos todos después de esas mañanas playeras y tardes en la piscina. También puede ser que en verano se hacen más locuras que las correspondientes, pero eso ya es otra historia completamente fuera de lugar. Porque ésta es una historia de verdad, de las que enamoran, de las que ves a los novios paseando por la calle y piensas que nunca más se van a soltar de esa mano, la cual aprietan con fuerza. O por lo menos la apariencia así es, y lo que todo el mundo invitado desea y anhela.
El caso es que ella va a poder verlo con sus propios ojos y, por si fuera poco, acompañada de la persona que le llena de esperanza los días. Porque la suya tampoco ha sido una historia fácil, en parte por los prejuicios arraigados de la sociedad, y en parte por las entendibles dudas de su pareja. No obstante, eso ya no importa. Están juntas y en paz, están felices, y tienen muy claro sus sentimientos. Tanto la una, como la otra.
– Cari, pasame los zapatos, que no puedo moverme con las uñas pintadas.
Grita Sofía con su tremendo vozarrón, desde el baño del pequeño piso que alquilaron el mes pasado. Alma camina a paso ligero, mientras alcanza con lo que le pide ella. Ambas están preciosas, con sus respectivos vestidos que lucen a juego. Lo saben, y ambas se lo hacen conocer la una a la otra en repetidas ocasiones. Se quieren, eso está claro. Compaginan a la perfección, algo que han confirmado las últimas semanas tras dar el gran paso de irse a vivir juntas. Y es que no sabían la infinitud de cosas en común que tenían hasta ese momento, ya que son almas gemelas que estaban destinadas a encontrarse en algún lugar, en algún momento. Su historia estaba escrita antes de ese encontronazo en el que Alma le tiró los libros, mucho pero mucho antes. Desde que nacieron sus destinos estaban unidos, solo tenían que seguir el camino encomendado para poder ser libres, para poder ser felices juntas.
– ¿ Te imaginas que algún día vamos a una boda, pero de novias ? – Sofía lanza la pregunta imprudente.
– Sería genial que algún día ocurriese. – Contesta ella, plantando sus labios.
Cierto es que a Alma siempre le ha atemorizado el compromiso, ya que es algo para lo que ella no se cree preparada. Siempre que algún novio le hablaba sobre él o dejaba entrever algún indicio de pedida, ella rehuía y lo dejaba. Era culpa de Álvaro, de eso estaba completamente segura. Le dejó una herida tan abierta que nada ni nadie podía curarla, excepto Sofía. Ella es la única persona con la que no le da miedo hablar de compromiso, de un hipotético futuro en sus brazos. Y eso le agrada, porque se siente segura en ellos. Porque disfruta cada uno de los momentos que pasa junto a ella, y porque quiere que se repitan a lo largo de todos los días del año. Su sonrisa le embelesa, verla por las mañanas le produce un pinchazo en el pecho. Se desean, se aman y se respetan. La combinación perfecta para que cualquier relación pueda salir a flote.
Está enamorada de ella, es consciente. Los sentimientos que le producía aquel ser indeseado han vuelto a manar por sus venas desde el día que la conoció, algo que no ocurría desde hace casi ocho años. No quiere perderla, y no lo va a hacer.
El sentimiento es mutuo.
* * * * *
Desde su niñez ha admirado a las mujeres guerreras, a aquellas que no se dejan amedrentar por seres iguales a ellas, pero que irónicamente pretenden ser superiores. Han sido siempre su ejemplo a seguir, por lo que las admiraba, las admira, y las admirará hasta que su cráneo caiga en una tumba. O, por lo menos, hasta que reserve todas sus facultades mentales. Y lo ha hecho casi sin darse cuenta de que ella misma se ha convertido en una, de que es brava como ella sola, tenaz como pocas, y fuerte como nadie.
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Lo que hemos vivido
Fanfiction"Física o Química" es una de esas series que llega a tocar los sentimientos más profundos de quien lo ve, y por eso caben infinitas posibles historias que sirvan de continuación. En este caso os abro las puertas de mi mente, de como he conseguido v...