Capítulo 1 Durmiendo Con El Enemigo

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9 años

Estaba en mi habitación como cualquier otro día, solo que ahora estaba jugando con Griselda, una de mis mejores amigas,  y como era sábado mi mamá estaba en casa junto con mi Nonna. Griselda y yo bajamos a jugar o ver simplemente la televisión, mi casa era algo grande para ser solo tres personas, nos quedaban cuatro habitaciones para llenarlas y si fuera por mí una de ella sería mi sala de juegos pero sabría que no me dejarían tener dos habitaciones… Mamá y Nonna trabajaban pero llego el día de que mi Nonna se tuviera que jubilar y con ese dinero y un poco de lo que había ahorrado compramos esta hermosa casa, llevamos aquí unos cuatro años aproximadamente.

Griselda: ¿Y si vemos alguna película de Disney?

Luz: ¿Cómo cuál? – cuestione

Griselda: ¡La cenicienta! – dijo emocionada, esa película era nuestra favorita ya que nos conocimos en el parque gracias a esa película, Gris estaba jugando a la cenicienta y me pareció interesante y le pregunte si podía jugar con ella y desde ahí empezó nuestra amistad

Luz: ¡Buena idea amiga!

Empezamos a ver la película, después empezamos a ver la sirenita, esa película era una de mis favoritas junto a la de enredados ya que eran algo románticas. Pero la verdad amo todas las películas de Disney pero mucho más las de las princesas y después de unas dos o tres horas nos dieron las 7 de la noche y tocaron la puerta un poco desesperadamente, supusimos que era la mamá de Griselda que estaba mal estacionada y que venía por ella.
Mamá se levantó del sofá y fue abrir, para nuestra sorpresa no era la mamá de Griselda, era una señora con tres niños, uno que parece mayor que nosotras, un niño que pareciera de nuestra edad y una niña algo menor, mi madre se sorprendió al ver a la mujer con dos de sus hijos llorando…

Mamá: ¿Qué ha ocurrido Eleonora? – se hizo a un lado para que entraran ya que estaba lloviendo

Eleonora: Mi esposo – fue lo único que pudo decir

Mamá: Luz, ve con Griselda a tu habitación y enséñales a Franz, Piero y a Mari tu habitación ¿sí? – dijo agachada hacia mi

Luz: ¿Quiénes son mamá? – le pregunte inocentemente

Nonna: Es una amiga muy cercana a nosotras, ha tenido un problema con su esposo – me hablo del otro lado de la sala

Luz: ¿Por qué nunca supe de ella? Si conozco a casi todos los amigos de la familia

Nonna: Es una historia algo complicada, pero ahora debes ir a tu habitación junto con Gris y los niños

Luz: Esta bien, vamos Gris

Nos fuimos a mi habitación y los hijos de la señora  estaban sentados en el piso, solo la niña estaba jugando con nosotras, el niño mayor parecía que no le importaba nada y el otro niño estaba con los ojos llorosos, Griselda se le acercó y le iba a preguntar que si se unían a jugar con nosotras, pero yo no quise que se acercaran, no sé por qué pero ese niño no me caía tan bien.

Griselda: ¿No quieren jugar con nosotras?

Xxx: No quiero – se limitó a decir

Griselda: ¡Vamos sera divertido! – dijo tomándolo de la mano pero este se soltó bruscamente que hizo que la pulsera que traía Gris se rompiera

Mire al piso como se caían todas las perlitas y los dijes, esa pulsera era de mejores amigas y fue difícil encontrar una pulsera así de bella, me fui acercado poco a poco a él con mirada asesina, podre ser dulce con algunas personas pero cuando me hacen enojar me pongo de los mil demonios…

Luz: Esa pulsera se la regale yo y tú se la acabas de destrozar… –  dije a punto de lanzarme a él y golpearlo

Griselda: Luz, no lo hagas – me dijo sabiendo que haría

Xxx: ¿Hacer qué? – dijo la niña

Griselda: No creo que quieras saber…

Justo me le iba a echar encima pero mi madre entro a la habitación junto con la señora Eleonora…

Mamá: ¿Qué ha ocurrido? – miro el piso lleno de perlitas

Luz: Este niño – señale al niño que rompió la pulsera – ha roto la pulsera de mejores amigas

Mamá: No te enfades con Piero, se puede arreglar, para mañana estará lista y se la puedes llevar a Griselda el lunes

Eleonora: Piero discúlpate con Luz

Piero: Lo lamento – se dirigió a mí y a Gris

Griselda: Ya tranquila Luz – me abrazo por los hombros – si tu mamá dice que se puede resolver no pasa nada

Luz: Esta bien… Te disculpo

Mamá: Y sera mejor que te lleves bien con Francesco, Piero y Mariagrazia porque vivirán aquí desde ahora

¿¡Que!? ¿Acaso acaba de decir ‘vivirán aquí’? Piero viviendo en esta casa junto conmigo sera como poner a un gato y un perro en la misma habitación… ¿Estaría durmiendo con el enemigo? 

Luz: Disculpa… ¿¡Que!?

Mamá: Luz, tenemos que hablar, Griselda, tu mamá esta abajo esperándote

Griselda: Esta bien, nos vemos el lunes – dijo abrazándome

Eleonora se fue con sus hijos a la sala para que pudiera hablar mi madre conmigo más privado y sé que esto no terminara muy bien si se tratara de Piero…

Mamá: Mira hija, Eleonora tiene un problema con su marido y sus hijos la están pasando mal, no tiene a donde ir y le he ofrecido las habitaciones que nos sobraban… Ella me dijo que de agradecimiento podría ayudarnos en casa a cambio de hospedaje

Luz: Pero mamá yo no quiero que Piero viva aquí conmigo, él me cae mal

Mamá: ¿Lo conoces bien?

Luz: Pues no pero… –  fui interrumpida

Mamá: Intenta conocerlo, quizás comenzaron con el pie izquierdo y conforme el tiempo todo sera mejor

Y fue la última palabra de mi madre, no había nada que hacer, sé que están pasando por mucho pero no era excusa para comportarse así de grosero o chico fresa y ahora no me quedaba más remedio que dormir con el enemigo…

Del odio al matrimonio (Piero Barone) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora