Capítulo 15 ¡No Entren En Pánico!

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Tengo nueve meses de embarazo, aún no sabemos que es porque decidimos que fuera sorpresa para el día que nazca y creo que muy pronto lo sabremos…

Piero: ¡No puede ser! – Grito espantado – el bebé no puede llegar ahora… el doctor dijo que en una semana nacía – dijo nervioso

Gianluca: ¡Dile eso al bebé que está a punto de llegar! – le grito de vuelta

Estaban realmente asustados, por parte mia y la de mis amigas estábamos tranquilas, nos causaba un poco de gracia como se pusieron cuando rompí fuente.

Ignazio: ¡Cállense y vayan por la maleta de Luz! – grito mientras metía unas toallas al carro

Félix: ¿¡Y en donde está la bendita maleta!? – le gritaba mientras iba de un lado al otro. Si así estaba conmigo que soy su amiga, no quiero imaginar cómo se pondrá con Griselda que también está por tener a sus gemelitos y estoy súper emocionada por ella

Griselda: ¡Tranquilícense todos! – trato de tranquilizarlos a todos

Frida: Griselda tiene razón, lo que tenemos que hacer ahora es llevar a Luz al hospital – me ayudo a pararme

Piero: ¡Si, tienes razón! ¿Todo bien linda? – me preguntaba mientras me ayudaba a subir al auto

Luz: Claro no te preocupes... Ignorando que me empezaron las contracciones por todo lo demás estoy bien

Gianluca: Hagamos esto, tres en un auto y cinco en otro auto

Griselda: ¡Yo me voy con Luz en el auto! – dijo subiéndose atrás conmigo

Félix: Yo me voy en el otro carro ¿Quién más se viene conmigo? – pregunto mientras se subía al auto

Frida: ¡Yo! Me empiezo a poner nerviosa y no quiero poner más nervioso a Piero

Michelle: Los acompaño – se fue al carro de Félix

Ignazio: Entonces los que quedamos nos vamos con Piero y Luz

Puedo decir que el camino para mí fue algo tranquilo, solo estaba respirando un poco más acelerado pero el que parecía que verdaderamente iba a tener al bebé era Piero porque estaba sudando demasiado…

Luz: Piero, tranquilo, estoy perfectamente bien – le tome la mano para que se relajara ¡De verdad no parece que soy yo la embarazada!

Llegamos al hospital, Félix y las chicas llegaron justo despuesito que nosotros, me metieron al quirófano y si pensaban que Piero no podía estar más paranoico. Se equivocan.

¡Estaba hecho un manojo de nervios!

Pero creo que después de su crisis llego la parte emocional. Resulto que el bebé en realidad era ‘la’ bebé y Piero deseaba con todo sus fuerzas una niña…

Doctora: ¡Felicidades! Es una niña – nos dijo mostrándola

A este punto, Piero, ya estaba con lágrimas en los ojos y una gran sonrisa

Piero: Una niña…  – proceso la información –  ¡Una niña! – repitió y se desmayo

Luz: ¡Piero! – mire hacia donde estaba con la bebé en mis brazos

Doctora: No se preocupe señora Barone, ahora mando a alguien para que atienda al señor

Puede que me haya quedado tranquila, la verdad es que estaba súper encantada con mi pequeña tenia algunos rasgos de Piero y otros míos, aun sus ojitos no los veía pues estaba durmiendo y cuando me la dieron estaba llorando y no se les apreciaban muy bien, por ultimo tenía bastante pelo y era de castaño como el de Piero y mio…

Griselda: ¿Se puede pasar? – dijo después de tocar la puerta

Piero: ¡Por supuesto! – contesto alegre, que por cierto despertó después de unas largas horas

Gianluca: ¿¡Y que es!? – pregunto emocionado

Luz: Una niña – dije destapándola un poco de la carita

Ignazio: ¡Una niña! – contesto igual de emocionado que Piero cuando se entero

Luz: ¡No te vayas a desmayar como Piero! – le advertí 

Frida: ¡Esta hermosa! – nos dijo mientras la cargaba

Félix: ¿Ya tienen nombre?

Piero: Pensábamos en Carla pero también queremos otro nombre

Luz: El problema era que aún no sabemos cuál sería el segundo

Michelle: Ya tendrán tiempo para ver el segundo nombre… bueno no tanto porque ella ya está aquí pero no hay tanta prisa

Pasaron unas semanas y ya teníamos el nombre “Carla Denisse”

Estábamos en casa de Griselda y Félix, platicando de cualquier cosa y de verdad ¡yo no sé cómo es que tenemos la suerte de que se nos rompa la fuente en casa y no en la calle!

Michelle: ¡Esta vez nadie entrara en pánico! ¿¡Entendieron!? – le grito a los chicos

Luz: Nosotras nos encargaremos de todo para que estén tranquilos – dije que pasándole a Carla a Piero

Frida fue por la maleta de Griselda, que por suerte si estaba a la mano y no como la mía. Lleve unas toallas al carro por si acaso y ayude a Griselda a subir al carro de Félix, los chicos estaban boca abierta ante la tranquilidad y velocidad que llevábamos, porque debo decir que cuando iba a nacer Carla se tardaron alrededor de diez minutos o mucho más en moverse y hacer algo. Con Griselda nos movimos en menos de tres minutos y llegamos más rápido al hospital.

Y a diferencia de a nosotros, ellos ya tenían el nombre y ya sabían que serían los gemelos.

Fue una niña llamada Haneaul porque ese era el nombre de Griselda en coreano y a ella le gustaba demasiado la cultura coreana, por el otro lado al niño le pusieron Félix igual que su padre. ¡Era realmente sorpréndete!  Sé que son gemelos y se deberían de parecer pero no era así, la niña se parecía demasiado a Griselda y el niño a Félix, ya sé que se van a parecer a sus padres pero es que el parecido es realmente asombroso.

Al final de cuentas, tuvimos a nuestros hijos casi al mismo tiempo como había querido hace muchísimo tiempo y eso me da cierta alegría que una de las cosas que queríamos tener al mismo tiempo se nos haya hecho realidad… una de esas cosas era una boda doble pero no se pudo, en realidad ya no me quejo porque Piero me ha dado mucho y ha cumplido con la promesa de darme tanto amor y atención y con eso soy feliz.

Del odio al matrimonio (Piero Barone) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora