Capítulo 7 ¿Lo Está Logrando?

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Nos fuimos a sentar a las bancas que estaban afuera de la atracción, Piero aún estaba tomándome de la mano, mientras que yo estaba encontrándole el lado positivo…

Piero me conoce desde los nueve años, ha cuidado de mi sin que yo lo notara… quizás podría dejar que me intente conquistar hasta ese día, después de todo ya tenía cierta parte de mi corazón ganado pero yo me rehusaba a creerlo.

Piero: Presiento que enamorarte no sera algo tan complicado – dijo jugando con mi mano mientras me miraba

Luz: Nunca dejas de subestimarte – le respondí en broma

Piero: No, te equivocas, solo que comienzo a creer que si me quieres – me dijo mientras me ladeaba a él y me abrazaba con su otro brazo

Luz: Yo si te quiero, pero no te amo – le respondí con la más sinceridad del mundo… pero a pesar de mis palabras no dejo de abrazarme y acariciar mi mano

Piero: Lo sé, pero hare lo imposible para que lo hagas – me acerco más a él

No sentí la incomodidad de que estuviéramos como pareja desbordando miel, después de todo estábamos a solas y no había nadie que nos dijera nada.

Piero: ¿Si no logro enamorarte que harás? – se separó un poco para vernos, su voz parecía un manojo de nervios

¿Por qué me hace esta pregunta antes de intentarlo?

Luz: Créeme que si lo podrás conseguir – le sonreí

Podría odiarlo pero no podía negar que mi corazón lo quería verdaderamente, Piero me beso la cabeza y me volvió a abrazarme.

Piero: Nunca olvides que te amo – me susurro

Esto ya se me hizo eterno, la montaña rusa puede durar ¿Qué? ¿Cinco o seis minutos?  Y nosotros ya estábamos esperando alrededor de quince minutos.

De la nada escuchamos un grito de emoción… Era Griselda que venía junto con los chicos igual de asombrados y emocionados.

Griselda: ¡Sabía, ustedes se aman! – dijo dando pequeños saltos

Luz: ¿Quieres gritarlo un poco más alto? En Corea no te escucharon – dije sarcástica

Ignazio: ¿Cuándo nos iban a decirnos que son novios? – dijo dándole unas palmaditas a Piero en el hombro

Piero: Y prometidos – agrego sonriente

Ignazio y Félix abrieron demasiado los ojos, por el otro lado, mis amigos se pegaron en la frente con la palma de la mano mientras negaban con la cabeza.

Félix: ¿Y para cuando la boda? – le pregunto a Piero

Piero: Lo antes posible – respondió con una sonrisa

¿¡Lo antes posible!?

Luz: Eso sí que no, yo no me casare hasta tener los dieciocho, por lo tanto la boda tendrá que esperar unos meses – pensaba disfrutar estos pocos meses y vivirlos al máximo con mi amigos

Nos fuimos rumbo a la casa de los espejos, mientras mis amigos me decían que les contara lo que sucedió mientras estaban en la montaña rusa…

Luz: Y eso fue lo que paso – concluí

Gianluca: Entonces ¿lo está logrando? ¿Ya sientes algo por él? – pregunto asombrado

Luz: Quizás… no lo sé, esto es algo complicado

Frida: Lo importante es que estos meses los  pasaremos a lo grande

Michelle: Empezando con la casa de los espejos

Los ocho nos adentamos a la casa, no me separe de mis amigos hasta que Piero venía a mí un poco serio… ¿¡ahora que le pasa!?

Piero: Tenemos que hablar

Griselda: Nosotros ya nos vamos

Gianluca: Ahora las alcanzo, yo veré esta pequeña pelea – respondió  sin quitar la vista de nosotros

Griselda: Dije, vámonos – le dijo jalando el brazo para que nos dejara solos

Piero: ¿Por qué no quieres que la boda sea pronto? – me pregunto algo decepcionado

¿Todo esto es por la boda? Definitivamente esta emocionado por la boda, pero yo no quiero casarme hasta tener los dieciocho, ya lo tenía muy en claro.

Luz: Piero, yo quiero disfrutar antes de ser una mujer casada ¿acaso no puedes esperar unos meses?

Piero: ¿Te parece fácil decirlo? He esperado casi diez años para casarme, yo quiero casarme lo antes posible contigo – dijo agarrándome las manos

Gianluca: ¡Bésalo y veras que se le pasara! – nos gritó desde algún lugar, pero decidimos ignorar el comentario

Luz: Quiero que sepas que estoy obligada a casarme contigo, así que lo menos que puedes hacer por mí es dejar que disfrute estos meses y además ten por seguro que terminaremos casándonos sin que tu o yo cambiemos de opinión – le dije lo más sincera posible

Ignazio: Como dice Gianlu ¡Bésalo y así se le pasara el coraje! – grito con una risa

Piero: ¡Ahora no es momento de bromas, Igna! – Le respondió – Esta bien, con la condición de que empecemos desde ahora la organización de la boda

Luz: Si eso tengo que hacer para que pueda disfrutar estos meses de soltería… acepto la condición – respondí con un suspiro

Griselda: ¡Les dije que no iba a ser necesario un beso para resolverlo! – les dijo a los demás

Piero: ¿Han escuchado toda la conversación? – le grito a la nada ya que no los veíamos

Félix: No, solamente cuando le preguntaste que porque no se casaran tan pronto, hasta que le pusiste la condición – grito devuelta

Luz: En pocas palabras, si escucharon la conversación completa – le grite mientras reíamos

Frida: ¿Qué podemos decirles? Es su primera discusión como pareja y la primera reconciliación. Queríamos ser los primeros en escucharlos

Piero y yo comenzamos a reírnos y fuimos a buscar a los chicos para salir de la casa de los espejos.

Al final del día me di cuenta que ya quería un poco más a Piero… sin embargo aún quedaba mucho tiempo para la boda y quizás para esa fecha ya estaría enamorada de él, no sabemos con exactitud qué día será, como queremos decorado, como sera el vestido, ni mucho menos como serían los vestidos de las damas de honor. Pero eso se ira arreglando conforme pase los meses…

¿Por qué me preocupaba la boda si yo no me quiero casar? Pues porque quiero que Piero sea feliz  y si estaba obligada a casarme, quiero que sea algo especial. Una boda como la de los cuentos, con un príncipe y una princesa…

Del odio al matrimonio (Piero Barone) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora