082

7 1 1
                                    

¿En serio crees que por enamorarte sufriste más en esto? ¿acaso crees que no dudé de las millones de veces en las que te encontré mirándome? ¿o de aquellas que intentaste hundir mi autoestima junto con la tuya?

Mejor amigo, déjame decirte que nunca hubo nadie tan arrogante e insensible como tú, porque aunque estuvieras enamorado jamás velaste por la chica que trató de mostrarte un mejor sendero ni tampoco te interesó cuan lastimada estuve tras tu ida. Quizás terminaste engañándonos de nuevo, jugando con todo eso del amor, creyéndote a ti mismo que por ser una persona cordial iba a caer ante lo opuesto que eras de mí y buscando seguridad en miradas que nunca brillarían por ti.

Tú estabas tan necesitado de amor, que al verme probablemente pensaste ella me dará lo que necesito.

Amigo, siempre te dije que las apariencias engañaban y que yo podría convertirme en una espina que se adheriría a ti sino andabas con cuidado, pero tú no me hiciste caso, seguiste caminando y no tuve otra alternativa que apartarme de tu camino para que no te doliera más después.

Pude ser una puta respondiendo esos coqueteos ligeros u obedeciendo tus órdenes que tenían un supuesto fin amistoso pero no lo fui, nunca me permití gozar de tu infortunio, aunque siempre me ha agradado la idea de superioridad y altanería, pero tú eras mi mejor amigo, jamás te hubiera lastimado adrede.

Lástima que en tu historia fui la persona desinteresada que jamás se dio cuenta de tus sentimientos ―sinceramente, fui estúpida al creer que por tus palabras jamás sería así―, que nunca te valoró como la buena persona que eras ―aún con tus prejuicios, comentarios machistas y esas indirectas sexosas que me producían arcadas―. Fui la villana en tu hermoso cuento de hadas dónde se suponía que tu mejor amiga se iba a enamorar de su mejor amigo, según tú, la chica se enamora primero y por eso te desenvolviste tan precipitadamente ante mí.

Tuviste dos errores: para enamorarme primero debe existir interés y por ti se extinguió antes de conocerte y si hubiera sido cierto de un posible enamoramiento de mí hacia ti, ¿en serio crees que te hubiera llamado mejor amigo o que te hubiera confesado que me gustaba otra persona?

¿Te puedo ser sincera, amigo? También te mentí.

Tú no eras mi mejor amigo por la necesidad de cariño o de sentirme apreciada en un círculo, solo estuve contigo porque de entre tantos idiotas me resultaste el más extraviado y pensé que podría salvarte de tu fin, y por un momento lo logré, pero tú mismo te condenaste al dejarme.

Solo espero ser siempre la chica que te quebró el corazón en tu historia y que no te des cuenta de que quién me traicionó fuiste tú al imponer tus sentimientos ante los míos por el simple hecho del romance, porque de ser de otra manera, te romperías más y créeme que aunque podría gozarlo un poco, yo no le deseo mal a quien en su momento me hizo reír.

Sigue tu orgullo, pero recuerda una cosa: si no me puedo olvidar de ti, tú menos, me encargaré de eso pedazo de idiota.

Atentamente: la idiota que algún día te perdonará.

bizarre thoughtsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora