Capitulo 3: El barrio frances.

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Me despierto en mi cama con la misma ropa de ayer, incluso llevo puestos mis tacones. Mi hermano esta dormido en el sofá frente a mi cama, se ve adorable, aun me pregunto porque se molesto en pedir habitaciones separadas cuando yo se que él seguirá durmiendo en el sofá cada noche que pasemos aquí.

Me pongo de pie, no sin antes lanzarle a mi hermano una almohada y gritarle que se levante. En el baño me desvisto y limpio la poca sangre que queda en la comisura de mi boca, tomo una ducha muy refrescante, lavo mis dientes y que quedo mas de 10 minutos cepillando mi cabello. Cuando salgo del baño mi hermano esta parado esperándome, se ve radiante, arreglado y muy bien vestido.
-Sabes? Para haberte demorado una hora - mira su reloj tan dramático como siempre- y cinco minutos en el baño, esperaba que estuvieras ya vestida y maquillada.
-No todos poseemos tu capacidad para distribuir el tiempo- le digo rodando los ojos.
-Bueno corazón, vístete y te espero en el lobby.
-¿A donde vamos?- preguntó, el se ve emocionado.
-Hoy compraremos nuestra nueva casa- y sonriente como siempre se va por la puerta que comunica nuestras habitaciones.

Nuestras suites están juntas, mi hermano lo pidió así y aunque fue un lío encontrar un hotel con esa clase de habitaciones comunicadas el no descansó hasta dar con este. Tomo un vestido color verde y unos botines de 10 centímetros color café que me hacen lucir casi de la misma estatura de mi precioso hermano, a penas y utilizo algo de corrector para cubrir mis ojeras, un poco de rímel y un brillo labial suave y brillante. Mi hermano llegó ayer y ya consiguió quitarme la cara de demacrada que tenía cuando vine a Nueva Orleans, pero bueno es la verdad, Nate cambia mi estado de animo siempre, y es el único que me hace sentir segura desde que tuvimos el accidente.

Dándome una ultima mirada en el espejo me dirijo al lobby donde espera mi hermano pero lleva una camisa diferente a la que llevaba cuando lo vi por ultima vez.
-¿Nate ?- preguntó nerviosa al ver una mínima gota de sangre en su mentón- dime por favor que no te desayunaste a nadie del hotel.
-Claro que no, solo la mordí un poco. Fue una chica que vi en el callejón, nadie importante.

Nathaniel es vampiro, bueno un híbrido entre vampiro y bruja, nació siendo brujo pero esa maldita bruja lo convirtió en inmortal hace un año igual que me hizo matar a personas y luego morir para que yo me convirtiera en híbrida, como odio a esa zorra.
Bueno pero eso es historia del pasado. Y mi hermano habla ahora de la vida humana como si no tuviera ningún significado y yo siempre lo miro fulminándolo ya que tan solo hace algunos años el y yo éramos humanos normales.

-¿Por qué me miras así ? Si queremos tomarnos las ciudad debemos estar fuertes y preparados para pelear con vampiros- vuelvo a fulminarlo con la mirada-.
- Eres un imbecil, alguien podría escucharte.
-Vamos a ver nuestro nuevo hogar, corazón.
Encoge su brazo y sin pensarlo dos veces me agarro de el y caminamos hasta su Lamborghini negro, el abra la puerta y nos vamos directo aúna mansión que queda a las afueras.

*****
-Este lugar es enorme- gritó desde el piso de arriba para mi hermano que esta abajo hablando de precios con la vendedora.
-¿Te gusta?- mi hermano me mira con una sonrisa de satisfacción y yo asiento ante su pregunta.
-Entonces se la quedan...- dice la vendedora antes de ser interrumpida por mi hermano.
-Si me disculpas, quiero hablar una momento con la señorita antes de tomar una decisión.
-Oh, Claro...- parece dudar en decir algo pero al final se decide- si es por lo moderna que se ve la casa a pesar que tiene un estilo antiguo, déjeme decirle que fue todo por la reconstrucción.
-¿Reconstrucción? - lo sabia, Nate me estaba ocultando algo.
-Si, la plantación es muy antigua y hace un par de siglos perteneció al alcalde quien tenía muchos esclavos- mi hermano la fulmina con la mirada pero yo la animo a que continúe- los últimos dueños del lugar fue la familia Mikaelson- siento un leve mareo pero me sostengo ¿ qué demonios planea Nathaniel- y hace veintiún años, alguien prendió la casa en llamas... Se dice que fueron decendientes de los antiguos eslavos, pero la familia Mikaelson vendió la propiedad y nunca contestaron a los rumores de la causa del incendio. Nosotros reconstruimos la propiedad y es por eso que su valor es tan bajo al que solía tener antes.
-¿Algo más que deba saber?- digo yo furiosa dirigiéndome mas a Nathaniel que a la vendedora.
-Hay una tumba- dice la vendedora muy nerviosa, creo que he logrado intimidarla- de la madre de los hermanos Mikaelson, no nos deshicimos de ella a petición de la familia.
-Perfecto Doris, ahora puedo hablar con mi hermana por favor- mi hermano esta igual de furioso que yo.
-Claro señor McQueen- la mujer que ahora párese llamarse Doris sale y se va totalmente apenada.
-¿Lo sabías?- le pregunto con mirada asesina.
-Si- es lo único que contesta antes de hacerme ojos de perrito pidiendo perdón, pero esto no es un juego no se lo pondré tan fácil.
-¿Por qué? ¿Porqué no me lo dijiste?
-Planeaba hacerlo esta noche, mira, si queremos provocarlos que mejor manera que ocupar su antiguo hogar donde descansa el cuerpo de su madre. Este lugar está en el centro de lo que necesitamos, para un lado esta el pantano, para el otro el aquelarre de brujas cerca al cementerio y el barrio Frances- me mira mientras se acerca cuidadosamente y toma mi mentón para que yo lo mire a los ojos- ¿Qué dices corazón?, por que no compraré esta casa si no estas de acuerdo con ello, mi vida.

Linaje MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora