DÓMINES(Sakura-Harem)

VII. Festín

El amo y la Sumisa llegaron a la Suit de los domines.

--Don Itachi. Aquí comienza todo Cerezo ya no podrás entrar caminando deberás seguirme de rodillas y manos como mi mascota ¿Crees poder hacerlo?--Hablo seriamente.

Sakura apretó los labios en una línea recta respiro hondo y dejó salir el aire contenido--Estoy lista amo...

El azabache relajo sus facciones aliviado--Muy bien entremos.

Sakura se agachó en posición de perro para seguirlo hasta donde él la llevaría, Itachi abrió la puerta y entro con ella atrás los cuatro domines  estaban sentados en los finos muebles ansiosos a su llegada, al verla entrar con su hermano atada con un collar y caminando en cuatro patas los prendió como nunca.

Esas diminutas prendas se le veían endemoniadamente sexys ya se imaginaron a Itachi gozando de todo el tiempo que la tuvo sólo para él su expresión lo decía todo, la guío hasta el centro de los cuatro quitó la cadena de su gargantilla y Sakura quedo de rodillas con las manos encima de sus muslos y la cabeza abajo.

--Don Madara. ¡Hiciste un gran trabajo Itachi! 

--Don Itachi. Tenemos buena sumisa--confesó gratificante.

--Don Indra. Estas hermosa--Se levantó del sofá para pasearse alrededor de ella mirando cada ángulo y centímetro de su cuerpo, sus ojos brillaban con aprobación por donde la mirase.

--Don Madara. ¿Cómo te sientes Sakura?

La Pelirosa intento levantar la mirada pero alcanzó a ver el rostro del amo Sasuke por el rabillo y este negó con la cabeza, así que no siguió y él sonrió divertido le había evitado un azote menos y todo gracias a él.

--Estoy un poco nerviosa amo, todo esto es nuevo para mí...

--Don Madara. Lo sé Cerezo y precisamente como dije antes te acostumbraras solo se obediente ahora ven aquí--Su tono de voz cambio a uno ronco y grave--Quiero verte completa.

Sakura recordó las palabras del amo Itachi antes de entrar a la suit, así que hizo su mejor trabajo no debía pensar en lo humillante que sería más bien pensaría en experimentar un mundo nuevo. Gateo lento hasta él, sus caderas se contoneaban de lado a lado con cada paso que sus rodillas daban un espectáculo bastante excitante para los cinco.

--Don Shisui. ¡Asombroso!--apretó las manos en los brazos del mueble, su hermano Sasuke trago todo el líquido de una sola bocanada apaciguando la sequía de su garganta.

La Pelirosa se hizo al lado derecho del domine Madara tal cual como el amo Itachi le indicó, el azabache estiró su mano derecha y la colocó en la corona de su cabeza acariciando su melena rosa orgulloso.

--Don Madara. Muy bien Cerezo--Se inclinó y con la misma mano levantó su mentón, Sakura por fin pudo verlo sus bragas sintieron mojarse calientemente al ver su rostro marcado por la excitación y el deseo.

--Vamos a iniciar.

Se levantó con elegancia al igual que sus hermanos para llevarla al otro extremo de la suit, un espacio tradicional al estilo japonés con un acogedor cuarto "washitsu" dónde habían seis cojines "zabuton" para acomodarse y un "kotatsu" con todo tipo de comida tradicional. El olor inundaba el espacio caliente y delicioso. Los cinco azabaches se sentaron, Sakura se acomodó en medio del domine Madara y el domine Indra cada uno probó los delicioso platos, Sushi, Onigiri, Sashimi, Sopa de Miso, Udon, entre muchos más. Sakura miraba con disimulo lo exquisito que se veían su estómago rugia por comer, la boca se le hacía agua con sólo imaginar tener un bocado de aquellos platillos, sin embargo debía esperar hasta que ellos le dieran de su plato y poder probar su sabor ¿Cuánto demoraría la tortura hambruna? Se preguntaba así misma, será posible que hasta en esto debía mostrar resistencia...lo odiaba como podía soportarlo si su pobre estómago gritaba como loco ¡Muero de hambre! ¡Maldita sea dame de comer! No creía poder con tanto pediría permiso para llenar su barriga, así no fuese lo apropiado ¡pero mierda mas vale perder a cinco machotes fornidos que una tripa hambrienta!.

--Don Madara. Lo has hecho excelente Sakura--Se dirigió a ella con un bocado de salmón ahumado, Sakura salto de la alegría internamente ese gesto en definitiva se había ganado su corazón y también su estómago hambriento--Abre la boca pequeña--Le brindó con los palos chinos la Sumisa no espero a responder con respeto y gratificación moría de hambre, así que ansiosa abrió la boca con emoción el domine mayor sonrió y dejo pasar su pequeño olvido al ver su rostro de felicidad al saborear el bocado.

--Sakura. Esta delicioso amo--Confesó contenta pero quería más, mucho más y debía esperar hasta que ellos la alimentaran y quedar satisfecha.

--Don Indra. Prueba esto Cerezo--Sakura giro dichosa a su dirección no tenía que mover un solo dedo para llenar su barriga, era atendida como una reina por los cinco, abrió la boca con ganas y recibió el bocado de indra, el bocado de Itachi, de Sasuke y de Shisui, tomó pequeñas cantidades de vino blanco bajo su supervisión mientras ellos repetían en ocasiones Sake. La sumisa nunca debía tomar bebidas alcohólicas siempre y cuando sus amos lo ordenaran, era mejor tenerla sobria para las secciones de placer ya estando los seis satisfechos tomaron un reposo de varios minutos, mientras conversaba de todo y Sakura concentrada los escuchaba.

Nunca paso desapercibida ante ellos al contrario fue acortejada sensualmente por sus caricias, cada uno la sostenía en su regazo acariciando su cuerpo sin bajar el nivel de la conversación "si que tenían un autocontrol admirable" mientras ella parecía derretirse como mantequilla en sus brazos, si así era el banquete no quería imaginar el postre, Madara se levantó y todos los demás hicieron lo mismo excepto ella que debía permanecer de rodillas a su espera.

--Don Shisui. Sakura de pie--Obedeció sin rechistar, Sasuke se acercó seductoramente para soltar la gargantilla.

--Don Sasuke. Hoy es tu noche así que puedes dejar de ser nuestra sumisa y ser Sakura Haruno...

Los ojos de la pelirosa brillaron intensamente--¿Puedo saber porque amo?

--Don Shisui. Por supuesto...Los cinco queremos que está noche te entregues a nosotros por tu propia voluntad.

--Don Itachi. Como Sakura y no como una sumisa.

El domine Indra estiró la mano--¿Qué dices aceptas la propuesta?--su voz rasposa la hizo tragar grueso eso sólo significaban dos cosas.

Uno. Si aceptaba su mano nadie la estaría obligando a nada ni siquiera un contrato.

Dos. pero si se negaba se perdería todo lo que hasta el momento ha disfrutado en sus manos. Y todo sería por un papel que ellos la tomarían esa noche Miró a cada uno de arriba abajo sintiendo crecer la llama la curiosidad aumentaba y el deseo de saber que es perder su virginidad con cinco machotes, así que se dejó arrastrar por sus hombrías perdiéndose en sus maravillosos encantos masculinos.

--Sakura. Esta bien aceptó--Agarro la mano del amo Indra para dirigirse al otro lado de la suit donde la enorme cama los esperaba, el derroche de amor apenas empieza.
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Gracias por leer😘 próximos dos capítulos lemon y más lemon.😋