.
.
.
.-- Sakura. Por Dios no cree que es esta exagerando--dijo cuando miro todo el rollo de entradas que para jugar y montar en cuanta atracción que quisieran.
El se cruzó de brazos sacando pecho.
--Don Shisui. En lo absoluto tu felicidad es mi felicidad, así que disfruta sin que nadie te detenga.
Sakura abrió los ojos con un intenso brillo sus mejillas se ruborizaron a más no poder, que había sido aquellas palabras tan decididas que hicieron eco en su mente y acelerar su corazón.
El Domine Shisui señaló una de las atracciones indicandole que si le llamaba la atención para subir los dos y por supuesto que le llamaba la atención, subieron a la montaña rusa (Dononpa) era la primera vez que Sakura montaba algo extremo que casi se le sale el corazón se abrazo del cuello del Amo asustada mientras él la consolaba divertido.
Después de bajarse entraron al hospital encantado dónde demoraron 50 minutos en recorrer los laberintos llenos de espantos sin duda una experiencia inolvidable, Sakura salió azul del miedo así que sin pensarlo se sujeto del brazo del Amo Shisui quien la siguió consolando caminaron un poco por el parque conociendo cada rincón de el, las tiendas de sorteo, atracciones y puestos de comida entre muchas cosas más, el Amo jugo al tiro al blanco y ganó un peluche que por supuesto era para Sakura.
--Don Shisui. Que tal si vamos a comer algo delicioso cerezo? Muero de hambre...
Con solo tocarle el tema de la comida su estómago rugió, estaba hambrienta así que no podía negarse entraron a una tienda de onigiris pidieron uno de cada sabor, después de eso un helado de nieves, luego un algodón de azúcar. El Domine nunca cuestiono su apetito al contrario le fascinaba que tuviese un estómago amplio así no tendría que matarse la cabeza en adivinar sus gustos ya que Sakura era una chica que no se complicaba al tomar decisiones ni tampoco engreída en cambio su sencillez y carisma era lo que más lo atraía.
--Don Shisui. Que te parece un elote con mantequilla (mazorca)--Ella parecía babear con solo imaginarla caliente y dorada.
--Sakura. Adoro los elotes--Dijo ansiosa.
El azabache se adelantó para ir a comprar dos elotes cuando sintió que su mano era entrelazada con la de ella eso lo tomo por sorpresa, giro el rostro retrasando el paso cuando la miro ella le estaba sonriendo tiernamente con los ojos cerrados, el hombre trago grueso al darse cuenta como su pecho se aceleró y un leve sonrojo se apodero de sus mejillas de inmediato levantó la mirada evitando su contacto visual y así evitar su curiosidad el simplemente apretó con más seguridad su mano como si fuesen una pareja de enamorados eso lo hacía sentir orgulloso de aquel logro.
El Domine le compro el elote más grande y crocante que tenía el vendedor, a Sakura la boca se le hacía agua con cada mordisco que le daba mientras que el azabache nunca dejo de observarla, de admirarla convenciendose cada vez más de que fue una buena decisión el haberla traído a pasear. Ya por último Sakura se antojo de subir a la ruleta rusa y así fue ambos se montaron en ella y ya en el pico más alto el Domine Shisui estaba tendido con los brazos por fuera y el mentón apoyado en el borde con cara de nauseabundo.
ESTÁS LEYENDO
DÓMINES(Sakura-Harem)
Hayran KurguSakura una chica de 18 años, se verá envuelta en las garras de cinco Domines, que le enseñarán y mostrarán los más exquisitos placeres del mundo del BDSM, convirtiéndose en su SUMISA. Sakura Harem. [No se aceptan adaptaciónes tampoco copias parcial...