Sega ha decidido darle a Manic la oportunidad de aparecer en su primer videojuego.
Pero no es como Manic creía.
¿Galletas, dulces, gusanitos de goma, osos de azúcar?
Son solo algunos de los enemigos a los cuales se tendrá que enfrentar para llegar h...
Un erizo verde miraba desde la entrada del castillo a todos los valientes caballeros que se habían unido para ir a la batalla contra el rey agrio. Su semblante reflejaba una ligera preocupación y temor. Ya habían perdido a varios de sus camaradas en otras batallas pero para Manic aquello era totalmente nuevo. El paisaje era desolador, la magia negra había avanzado en gran parte de toda Candy World y ya solo quedaban unos pequeños toques de color. Todo absolutamente todo era de color negro brillante.
—"Esto no es como en los juegos de vídeo, donde sabes que podrás revivir" —pensaba muy angustiado. No quería que nadie saliese herido a pesar de ser un juego. Chappie le acompañaba con una curiosa y tierna armadura acorde a su tamaño perruno pero tapaba parte de sus ojos.
—¡Ganaremos no debes preocuparte! —le ladraba moviendo su colita feliz. Manic le sonrió y aunque su entusiasmo era muy tierno, seguía con ideas negativas.
—¿Chappie de dónde sacaste esa armadura? —le preguntó Manic riéndose de la ternura que le provocaba.
—Sonic me la ha regalado, aunque me ha pedido que me quede en el palacio. No quiere que me pase nada —se sintió triste el perrito.
—Es mejor así, Sonic se sentiría muy triste si te pasa algo.
—Aunque quiero ayudar más —replicó el perrito.
Mephiles terminaba de darle las órdenes a un pelotón mientras Shadow les explicaba lo que era importante. Silver se encontraba esperando la orden para salir del lugar y los cinco reyes también se encontraban armados y preparados para la batalla. Todos conocían el plan y debían ejecutarlo a la perfección. Sin embargo, había otro erizo que veía al caballero gomita y seguía culpándose por esa situación.