Manic And The Candy World (Scourganic)

Capítulo 10: Rescate al príncipe de crema.

Después de unos minutos Sonic volvió en sí mientras se percató que estaba atado. Apenas y recordaba lo poco que vio durante estuvo consciente —que no era mucho en realidad— trataba de soltarse pero fue imposible.

–¡Sueltáme Scourge! –el príncipe se remecía mientras trataba desatar las sogas de chicle que le aprisionaban.

–¿Oh príncipe tan rápido quiere irse?, tranquilo por lo que sé, Shadow ha pisado mi reino —le agarró del mentón— pero eso ya lo has notado.

Sonic al escuchar el nombre de su caballero se quedo en Shock.

–Shadow... –susurró Sonic mientras dejaba de moverse.

Scourge había llevado a Sonic a un acantilado —que anteriormente era el peñasco en dónde conoció a Shadow— y que gracias a la magia de Scourge se volvió una trampa mortal que conectó un río tóxico y planeaba hacer algo para que Shadow llegase a su llamado. El malvado rey agrio esperaba a que el gran caballero de Sonic le viniese a buscar y así acabar con él. También deseaba ver de nuevo a ese tal caballero gomita con esas púas tan excéntricas.

–Debería estar cerca, después de todo mi mensaje fue claro —susurraba Scourge sonriendo con astucia.

Cerca de allí, Manic, Shadow y Chappie discutían por no saber que hacer. Habían logrado llegar hasta donde Scourge les había dicho y claro que tuvieron que acabar con muchos soldados.

–¡Debemos salvar a Sonic! –repetía Shadow.

–No, primero debemos quitarle el cetro a Scourge y después salvar a Sonic –dijo Chappie.

Manic solo los observaba pelear. Trataba de pensar en un plan pero esos dos no le ayudaban.

–¡Podrían dejar de gritar y ayudarme a pensar por un momento! –Manic se interpuso en medio de Shadow y Chappie para que dejaran de pelear–. Tanto Sonic como el cetro son importantes.

–Pero ¿cómo los salvamos Manic? ambos están siendo custodiados por Scourge —preguntó el perrito.

–Yo sé como podemos vencerlo. Escuchen muy bien lo que les diré —les dijo Manic mientras les explicaba.

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Scourge se encontraba jugando con el cetro que contenía la rosa de crema. Se estaba aburriendo de esperar a Shadow.

–Creo que tu amado chocolate negro te abandonó mi Sonikku –mencionó burlón el verdoso.

Sonic estaba cabizbajo, él sabía muy bien que Shadow no le iba a abandonar, pero estando con el elegido dudaba si en verdad el moreno iría a por él.

Mientras, Shadow corría en dirección hasta donde se encontraba Scourge. Saltaba cada obstáculo que se le atravesaba. Hasta que por fin llegó hasta su destino.

–Mira, nuestro querido amigo ya está aquí –dijo incorporándose y viéndole retadoramente–. Shadow.

Sonic levantó la mirada. Sus ojos se humedecieron, su querido Shadow ya estaba allí. El erizo azabache le observó de forma cariñosa. Luego regresó su mirada al rey agrio que había desenvainado su mortal espada. El cetro de Scourge se encogió como una pequeña medalla que colocó sobre su pecho, después de todo, no quería perder aquello por lo que esos erizos trataban de acabar con él.