Manic And The Candy World (Scourganic)

Capítulo 2: Inicio de la dulce aventura.

-¡Manic! -Fue lo último que escuchó el erizo verde antes de quedarse dormido en medio de la extracción de personalidad.

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Se removía entre unos pastizales, buscaba una posición cómoda para dormir. Parecía estar a la intemperie porque el sol le pegaba justo en la cara. El erizo verde muy molesto se despertó, pero aún se encontraba soñoliento. Se acomodó para sentarse en el suelo. Era curioso porque el aire tenía un aroma a dulces y panqueques. Restregó sus ojos buscando aclarar su visión y cuando volvió a ver en el lugar donde se encontraba, se asustó. Manic se levantó y vio todo su alrededor.

-¡¿Dónde estoy?! -se preguntó alarmado.

Árboles blancos con algodón de dulce en donde se suponía debían estar las hojas, flores de bombones, el pasto era goma de mascar, pequeños animales de gomitas, el cielo de color rosa y lo que más le asustó fue...

-¡¿Qué carajos?! -gritó viendo como estaba vestido-. ¡¿Qué le paso a mi ropa?! -se preguntó con histeria.

Manic cargaba un traje parecido a los que usaban los antiguos monarcas solo qué, su traje era de color rosa pastel con muchos dulces de adorno y tenía una pequeña emblema que decía su nombre. Estaba usando unos pantalones blancos y botas negras con un poco de tacón.

-¡¿Sega qué has hecho conmigo?! -gritó enojado por lo ridículo que lucía, se dejó caer de rodillas mientras se sentía humillado-. Esperen, Sonic me dijo que si quería salir solo debía presionar el botón azul -recordó.

Rápidamente buscó en su traje algún botón de color azul y lo encontró en el cinturón que llevaba puesto.

-Lo siento pero este mundo gay no es lo mío -dijo seguro que saldría de ese lugar.

Presionó el botón y cerró los ojos esperando salir del juego.

Y simplemente no ocurrió nada.

-Pero qué... -se quitó el cinturón y se dio cuenta de que el botón estaba de color gris. Lo volvió a presionar y no ocurrió nada-. No puede ser... ¡Estoy atrapado en este lugar!

Como estaba enfadado lanzó el cinturón lejos de él pero, una extraña luz brilló en el cinturón y salió una imagen con forma de eriza familiar.

-Bienvenido caballero de la mesa del flan, elegido por las chispas de chocolate. Mi nombre es Sonia, el oráculo de la montaña dulce nevada. -se inclinó ante él como señal de respeto-. Soy la guía de mi señor en está ocasión.

Manic la observó incrédulo, ¿su hermana también participaría en ese ridículo videojuego?

-¿Sonia? -preguntó extrañado.

La oráculo le veía fijamente mientras algunos destellos rosados la rodeaban, estiró de una sus manos mientras hablaba:

-Los antiguos ancianos no se equivocaron en la profecía, nuestro salvador llegaría en el tiempo justo.

Manic se sentía mucho más confuso, Sega no le había entregado todavía la historia completa sobre su supuesto videojuego. No estaba del todo seguro sobre lo que tendría que hacer.

-Oráculo -le llamó un poco inseguro-. ¿Qué es este lugar?, ¿Qué hago aquí?

-Es Candy World, el mejor lugar del universo donde se pueda vivir. -contestó con una sonrisa.

-No me imagino viviendo entre cosas color rosa -susurró Manic desanimado.

Luego la chica soltó un pequeño suspiro que le hizo prestarle atención nuevamente.