Capítulo 4: La prueba salada.

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—Es chocolate blanco, el otro era con un toque de canela y este tiene un toque de licor —decía Manic mientras apuntaba a los chocolates en una bandeja.

Chappie estaba saltando de la felicidad, su amigo lo estaba logrando. Mientras, Shadow le veía anonadado nadie había logrado adivinar los 15 tipos de chocolates que habían en las montañas de chocolate.

—¿Falta otro? —preguntó Manic, ya cansado de probar tanto chocolate.

Shadow negó de brazos cruzados.

—¡Manic lo has logrado! —dijo impresionado el perrito.

El caballero resoplo serio.

—Bien, es suficiente. Este sí es el elegido del que los ancianos hablaban.

Chappie saltó hacia los brazos de Shadow, éste le cargó y acaricio su cabeza.

—Shadow nos ayudará. ¡Que bien, lograremos salvar al príncipe Sonic! —Chappie ladraba emocionado.

Mientras Manic se tapó la boca, con unas inmensas ganas de vomitar.

—Oh por dios, no quiero saber más de chocolates, por el resto de mi vida —dijo el caballero gomita con náuseas, caminó alrededor mientras trataba de no regresar los chocolates.

Shadow le vio aun impresionado.

—¿Cómo sabías de que sabor eran los chocolates? —le preguntó el perrito.

—A mi hermano le regalan miles de esos y yo me los devoro todos, pero por el momento quiero dejarlos por un tiempo —contestó con una sonrisa.

Shadow bajo a Chappie y se acercó al erizo verde.

—Bien caballero gomita, ya tienes mi confianza. Dime a dónde debemos ir —Shadow cogió la capucha que cargaba y se la colocó.

—¿Estamos buscando la cueva de cristal? —respondió Manic mientras se incorporaba—. ¿No es así Chappie?

El perrito ladró en confirmación.

—Hace poco pasé por allí. Sé el camino —dijo Shadow dándose media vuelta.

—Entonces andando —dijo corriendo Manic.

—¡Salvaremos a Sonic! —expresó el cachorro siguiendo al erizo verde.

Shadow les vio con nostalgia.

—Sonic...

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Caminaron en dirección a donde el azabache les indicaba, la cueva de cristal se encontraba entre en medio de las montañas de chocolate y el reino de las nubes de azúcar.

Shadow se detuvo frente a un gran espejo.

—Esta es la entrada —mencionió mientras se volteaba para ver a los chicos.

Manic observó delante suyo y vio el espejo. Chappie se acercó y con su patita delantera tocó el vidrio, y para su sorpresa, su patita atravesó el vidrio.

—Debemos buscar el primer objeto, el espejo encantado —dijo Chappie.

—Pero allí hay miles de espejos, ¿Cómo sabrás cual es el indicado? —preguntó Shadow enmarcando una ceja.

—No lo sé —respondió Manic sin idea de qué hacer.

De repente, en la entrada de la cueva se dibujo una especie de frase hecha de luz celeste. Shadow se acercó a leerla y dijo:

—"Solo ve tu realidad".

Manic y Chappie se vieron entre si; no comprendieron aquella frase.

—Genial un acertijo —se quejó el veteado—; quizás allí dentro encontremos la respuesta al acertijo —les dijo metiendo la mano en el vidrio.

Manic And The Candy World (Scourganic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora