Capítulo 11: El huevo dorado.

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Fue criado como todo noble su hogar siempre fue en el palacio; su educación fue de la mejor; su ropas de las más finas; se le enseñaron modales de la alta sociedad; fue criado al lado de un príncipe y soñó un día llegar a ser un rey. Sin embargo, existía un minúsculo detalle que lo diferenciaba del resto; su linaje.

Era primo de segunda rama con Sonic. O como él decía su amado Sonic. Secretamente siempre estuvo enamorado del príncipe azul. Desde pequeños le parecía tierno e inocente, carismático y coqueto, su sonrisa era cálida, no como la de él que daba miedo.

Siempre andaba alegrando a todos en el palacio, el pequeño Sonic siempre encontraba la manera de divertirse pese a que su padre lo reprendía por ello. Scourge se unía a sus juegos solo porque le gustaba sentirse contagiado de esa alegría que le brindaba. Más existía alguien que siempre arruinaba su diversión, el guardia personal que fue consignado para Sonic, un erizo azabache que siempre le protegía.

Shadow desde muy joven tuvo la tarea de cuidar al príncipe heredero, de llevar a cabo la agenda real que se le asignaba al príncipe y de permanecer todo el tiempo a su lado. Muy pocas veces el príncipe lograba escabullirse de Shadow y se iba a jugar con su primo; pero Shadow le conocía tan bien que daba con él sin importar el lugar en donde estuviera.

Y así comenzó un resentimiento por el azabache que aumentó por los años.

Scourge con el tiempo demostró ser un chico noble y respetuoso, siempre fue correcto en sus actividades. Estudiaba mucho sobre cosas de los reinos y políticas; cosa muy distinta a lo que hacía Sonic; el príncipe odiaba todo lo relacionado a los reinos, le gustaban más otras cosas; detestaba tener que saber de política. Durante muchos años Scourge ayudó a Sonic con sus estudios, debido a que éste era el que seguía en el linaje del reinado.

Sin embargo, Scourge deseaba con fervor poder romper esa ley y ser rey. Por eso se preparaba, quería demostrarle al rey que el reinado debía pasar por aptitud y no por linaje. Por muchos años ese fue su deseo, pero, al mismo tiempo, escondía el gran amor secreto que le tenía a Sonic. Aunque en el reino era muy común que entre familia se casasen, tenían una especial elección con el linaje primario, lo que lo volvía inalcanzable de Sonic.

Scourge mantuvo por mucho tiempo su amor secreto al erizo. Incluso en muchos intentos fallidos trató de olvidarlo y alejarse, pero era imposible, algo le hacía pensar en él. Un día decidió por fin hablar con el rey y decirle que quería tener la oportunidad de romper aquella absurda ley del linaje. Pero, esto le pareció el mejor chiste al rey y aunque Scourge le demostró su preparación, simplemente se burló y le dijo que alguien como él no iba a cambiar la ley.

Esto golpeó profundamente al verdoso, tenía tanta esperanza. Pero como si fuera poco, cayó en una profunda tristeza y su única salida fue Sonic. Sin embargo, todo eso cambió en una noche. Cuando lo siguió. Tantas noches que se escapaba de su habitación solo para espiar a Sonic pero en una de esas noches, le siguió lejos del palacio.

Se iba a encontrar con Shadow, lo supo porque ese día el rey le había pedido estar alerta en la entrada del bosque. Ese día fue el peor de toda su vida; su Sonic se había confesado con Shadow y éste le correspondió. Su corazón se rompió, se quebró, se volvió trizas. No podía soportar el dolor, salió corriendo de allí de vuelta al palacio. No podía creerlo, simplemente no podía.

Todo se había jodido en su patética vida.

[…]

—No lo necesito… —el verdoso había enfermado sin darse cuenta, el rey había ordenado cuidarlo, extrañamente se había encerrado en su habitación desde hacía muchos días. El rey pidió que le realizaran exámenes para cerciorarse que nada malo le pasase. El ojos de zafiro se negaba a recibir el medicamento pues estaba deshidratado y debía tomarlo.

Manic And The Candy World (Scourganic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora