Capítulo 18: Game Over

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Unas semanas después

¡ᵇⁱᵉⁿᵛᵉⁿⁱᵈᵒˢ ᵃ ᶜᵃⁿᵈʸʷᵒʳˡᵈ ᵉˡ ˡᵘᵍᵃʳ ᵈᵒⁿᵈᵉ ᵗᵒᵈᵒ ᵉˢ ᵇᵘᵉⁿᵒ ʸ ˢⁱᵉᵐᵖʳᵉ ˢᵉʳᵃ́ˢ ᵉˢᵖᵉᶜⁱᵃˡ, ⁿᵒ ᵈᵘᵈᵉˢ ᵈᵉ ᵗᵘˢ ʰᵃᵇⁱˡⁱᵈᵃᵈᵉˢ, ᵗᵒᵈᵃˢ ˢᵒⁿ ᵇᵘᵉⁿᵃˢ ʸ ᵘ́ᵗⁱˡᵉˢ!


Era un hermoso día, el cielo era azul y el sol brillaba más que nunca. El canto de los pájaros era una hermosa melodía que acompañaba a un paisaje pacífico y lleno de vida. Candy World había vuelto a ser ese paisaje hermoso y pacífico. La magia negra había perdido poder gracias al sacrificio de dos valientes caballeros que perdieron la vida en la lucha.

—Fui ascendido como caballero real, ahora formo parte de la caballería del rey —se escuchaba la voz del erizo plateado—, siempre quise ser un caballero para ayudar a los habitantes y lo he logrado —su voz se tornaba triste—, pero no estas aquí para verlo...

Se encontraba sentado de espaldas ante la estatua del hechicero que dio la vida para detener a la temible bestia. Ahora portaba una armadura brillante y con muchas emblemas.

—Mephiles, lo siento tanto —una parte de él se sentía culpable por lo que había ocurrido en el pasado—, siempre quisiste ayudarme pero estaba tan enfadado por lo que había hecho el Hellish que no vi que también te dolía a ti —un viento removía sus púas delanteras.

El hechicero había quedado inmóvil con una pose protectora. Su rostro parecía triste pero a la vez feliz. Suponía que era porque en parte reconocía que ganarían esa batalla aunque el precio fue alto.

Después de la batalla final, Silver había logrado recordar el daño que había cometido el Hellish y su odio hacía los magos. Se sentía triste porque había perdido no solo a su amigo sino también a la persona de la que se había enamorado cuando eran pequeños.

—Como me gustaría retroceder en el tiempo y poder estar un poco más contigo —las palabras no eran su fuerte y odiaba que nunca pudo aclarar sus sentimientos con el hechicero—, te quiero Mephiles. Aunque ya no estés físicamente, siempre te llevaré en mi corazón —unas lágrimas amenazaban con salir de sus ojos sin embargo no se podía permitir llorar.

Quién iba a creer que una fuerte batalla se había desatado en aquellos lugar que ahora, estaba rodeado de césped, flores y hermoso árboles. Cada día iba a visitar al hechicero y le dejaba un ramo de flores. Desde lo que pasó al hechicero le elaboraron un altar en conmemoración de su hazaña y éste siempre estaba adornado. El plateado sin falta alguna le visitaba seguido y hablaba con él aunque no emitiese respuesta alguna.

—Aun no entiendo como volvió a surgir esa bestia endemoniada —sus ojos dorados miraban con desprecio al monstruo petrificado que estaba a unos cuantos metros del hechicero—, supongo que fue producto de el rey agrio... —se incorporaba de aquel lugar listo para irse. Una sonrisa de nostalgia se apoderó al ver a Mephiles—. Te veré de nuevo, hasta mañana.

[…]

—¿Se supone que debía volver a casa, no? —el caballero gomita estaba recostado en una cama enorme.  Desde que había ayudado a salvar a ese mundo, todos los habitantes le daban diversidad de regalos. Aun seguía atrapado en ese mundo. Y es que no entendía que había sucedido, si en teoría al vencer al rey agrio volvería a su casa—. ¿Y ahora qué más debo hacer? —entre sus manos cargaba una bolsa con caramelos de limón que los devoraba mientras pensaba.

Se encontraba en una de las habitaciones del reino de la dulce crema. Sonic había logrado con ayuda de los otros reyes volver a reconstruir su amado hogar. Y en ese día la gran hazaña sería conmemorada.

Manic And The Candy World (Scourganic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora