CAPÍTULO 5: La Llorona

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[PASADO]

La heronia conocida cómo La llorona seguía sorprendida por el repentino cambio de opinión del mercenario.

—Espera, ¿Es enserio Héctor? —Cuestiona la heroínas al mercenario.

—Si, pero con unas condiciones. —Respondió Héctor Díaz. —El chico viene conmigo.

—¿Hablas del chico que salvo a sus amigos? ¿El que no tiene Quirk?, Debes de estar bromeando.

—Creo que el sería un buen héroe, pero necesita toda la ayuda posible y yo planeo ser esa ayuda.

—¿Planeas entrenar a ese chico?

—Así es, se que todo este tiempo he sido egoísta contigo, pero necesito serlo una vez más. —Díaz toma las manos de su vieja amiga. —¿Puedes esperarme?, Seré profesor de tu academia el resto de mi vida una vez que termine de entrenar al chico.

Mari solo observó en el mercenario a su viejo amigo, aquel joven que sílaba ser en un héroe algún día

—Bien, pero no importa lo que suceda con el chico, tu serás profesor.

Ambos estrechan las manos dando por aceptado las condiciones del otro.

Los dias pasaron  y Adam seguía internado en el hospital, para cuando pudo abrir los ojos la visitas de sus amigos y padres no dudaron en presentarse.

Los papás de sus amigos que tanto lo habían culpado por el secuestro se encontraban postrados en el suelo disculpándose ante Adam.

—Por favor, levantese. —Dijo Adam. —no tienen porque disculparse, solo estaban asustados por el mal momento  así por lo que no los culpo de nada.

—Eres un gran chico a pesar de lo que te dijimos, arriesgas te tu vida para salvar a nuestros hijos.

—Son mis amigos después de todo.

—Pide lo que sea y yo tratare de dártelo. —Dijo él papá de Frank, un gran hombre de negocios.

—sólo déjenme ser amigo de su hijo.

El señor de traje se sorprendió ante la sencillez de la solicitud, pues estaba de más decirlo.

—Bien tu ganas.

Los padres dejaron al grupo de niños hablar con Adam, mientras le decían a sus papás que los gastos del seguro ya estaban cubiertos y que no tenían de qué preocuparse.

Mientras los niños se encontraban tristes por el estado de Adam.

—Tranquilos chicos, estoy bien y ustedes también, así que no estén tristes.

—Adam, lo estuvimos discutiendo y todos llegamos a la conclusión en convertirnos en héroes, queremos desarrollar nuestros dones para el bien.

—¿Planean dejarme atrás?  —cuestiona Adam a sus amigos con una gran sonrisa.

—No, es solo... Espera conozco esa sonrisa imprudente, es la misma que haces cuando filmas una escena de riesgo....¿No estarás pensando en?

—Si yo también seré un héroe, se que no tengo un don y es por eso que voy a entrenar para poder estar a su nivel.

—Estas demente, pero si esa demencia permite que sigamos los cinco juntos adelante. —Los cinco chicos se abrazan y se despiden de Adam.

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