Retratos Preciados

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Una ves mas tengo la oportunidad de ver tu rostro, inmóvil en la pantalla. Regreso al pasado que esta grabado en mi mente. A la ves que me hundo en tu mirada, los ropajes negros, cabello semejante al humo pero color azul.

Tengo miedo de volver a ver las fotografias, un miedo enorme por derrumbarme pero aceptando que tiene un toque de placer. Una sensación que me paraliza de forma fulminante al ver tu belleza. Llevándome las manos al rostro sin creer lo que veo.

La sombra me acoge. Acompañándome, deseando con fervor que tus manos descansen en las mias. Lleno mis pulmones lo mas que puedo, mirando en lo alto de las tinieblas rogando tu compañía como un rezo.

Me reprimo a decir la verdad, teniendo el temor a ahuyentar lo que ya tengo. Ahogo lo mas que puedo mis pensamientos, a tal grado de sentir una extrema aflicción que no puedo apaciguar. No me suelta, me sostiene firmemente. Niego con mi cabeza.

Solo puedo calmarme, imaginándote. Sentada a mi lado, dejando tu cabeza en mi hombro. No hay palabras, solo el disfrutar de la compañía. Y esta escena se repite sin cesar. Anhelando verte cada ves mas.

Termino por resignarme, con la cabeza agachada. Pidiéndole a Dios que te cuide, alejándote de todo mal y peligro. Que no me borre de tu mente. Y pidiendo con mas fuerzas que te mantenga en la mia, siendo un recuerdo preciado y sagrado.

Una que otra lagrima se me escapa, surcando mi mejilla. Prendo un cigarrillo, recordando el dulce sabor a clavo que disfrutaba mientras te escuchaba en el descanso. Eran atardeceres sumamente maravillosos. Para mi, llenos de dicha y calidez.

Te recuerdo con cariño, un cariño que sin duda... sigue latente.




Poesía de media noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora