Carpítulo 13

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Onodera

Tonto, así era como me sentía en este mismo instante. Apenas había hablado con Kary-sensei, me había animado a contarle mis sentimientos a Takano, pero después de ver a Yokozawa, sali corriendo sin detenerme a escuchar lo que tenía que decirme.

Sentía como me ardían los ojos, mi pecho dolía. La sola idea de que yokozawa estuviera, estuviera cuidando de Takano me volvía loco.

Takano

Escuche como llamaban a mi puerta, me levante de mi sillón y cuando la abrí, me encontró con el cabello cobrizo de onodera. Mantenía la cabeza agachada.

Ond – buenas, noches, - dijo atropelladamente junto otras mil cosas que no lograba entender por lo rápido que hablaba.

Tak - ¿Qué sucede? – se quedo callao por unos segundos, para después como estiraba unos cuantos papeles que tenía en sus manos

Ond – se que, debes descansar pero.... ¿me preguntaba si podrías ayudarme? – contemple los papeles que coloco frente mi, por un largo rato. Podía negarme, no quería poner mas presión en el, pero lo quería cerca, pero... si el vino por su propia voluntad... significa que quiere estar cerma mio. 

Paso un largo rato donde intentaba explicarle, pero me era difícil concentrarme, cada segundo que pasaba mis ojos los buscaban, notando cada uno de sus movimiento y gestos, podía decir que se sentía nervioso (ya que parecía que no prestaba atención a lo que decía) , al igual que yo podía notar que él estaba distraído. Deje los papeles en la mesa.

Tak - ¿quieres café?- el me miro y se levanto nerviosamente.

Ond – claro.... Pero... si quieres... yo.... Puedo prepararlo... digo... tu... tu todavía no te recuperas de tu brazo así que... – se veía tan tierno cuando se alteraba.

Tak – no te preocupes, yo puedo – vi como fue prácticamente corriendo a la cocina y poniéndose en barrera para que no pasara.

ond – no.... Por favor déjamelo a mí – intente pasar a la cocina (que tuviera el brazo roto no quería decir que fuera un invalido)

Tak – está bien, - me empujo

Ond – insisto – me empujo nuevamente.

Tak – onodera –

Ond – te digo que... ha... - sentí como se cerro su mano sobre mi camiseta, aumento la presión contra mi, di un paso atrás y mi pie resbalo, recuerdo el golpe sordo contra el piso. Empecé a levantarme, encontrándome con Ritsu debajo de mi, Instintivamente había colocado mi mano detrás de la nuca de onodera para evitar que se lastimara, pero aun así parecía que momentáneamente había perdido la conciencia.

Tak – onodera – apenas el abrió los ojos, estos se llenaron de terror, me empujo con todas sus fuerzas, mientras el retrocedía, haciéndose un ovillo, abrasándose con sus brazos y temblando terriblemente. Cada parte de su cuerpo estaba tensa por el miedo. El solo hecho de verlo de esa forma me ería.

Ond – yo..... – Despego un poco sus manos de su cuerpo, pero el temblor seguía presente – lo siento.... No es.... – apreté las manos, me levante y tome una de las mantas que había dejado en el sofá y se la aventé. El me miro dudoso.

Tak – ha sido un día largo, será mejor que vayas a descansar – le di la espalda dispuesto a ir a mi cuarto. Pero sentí como sujetaba mi mano. Sus ojos estaban increíblemente abiertos

Ond – yo.... – nuestros ojos no se apartaban del uno del otro. Esos ojos verdes que me volvían loco, tuve que hacerme de todo mi auto control para no saltar sobre él. Maldición extrañaba tanto su contacto, estar a su lado, pero cada vez que nos veíamos sentía que perdería el control, y yo lo último que quería era volver a lastimarlo.

El secuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora