Capítulo 10

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Onodera

No podía, ni quería ver, primero le cortaron la espalda y ahora estaban golpeándolo con el tubo, gritaba que se detuvieran, que ya no lo golpearan. El estaba haciendo un esfuerzo sobre humano para no gritar. "maldición, Takano" las lagrimas resbalaban de mis mejillas, la garganta me ardía por los gritos silenciados. Era un inútil.

Cuando el mastodonte dejo de golpearlo sentí un gran alivio, pero al mismo tiempo terror, el apenas se movía, gotas de color carmesí se deslizaban por su cuerpo, había un temblor que me indicaba que estaba vivo, pero temía que incluso esa pequeña señal estuviera a punto de desvanecerse. el más pequeños de los malhechores se acerco.

-¿Qué tal? - Dijo dedicándole una sonrisa - ¿te rindes? - takano levanto la mirada

Tak - púdrete - le dio un puñetazo.

-me agradas cada vez más, y quiero felicitarte, el juego casi a terminado - coloco el cuchillo con el que había cortado a Takano en su barbilla - veamos, ¿cuál será el último nivel? -

Grite intentado, implorando que se detuviera, sus ojos ámbar se encontraron con los míos, desvié rápidamente la mirada de el y me concentre los de Takano quien clavo sus ojos en los míos, tan decidido, sin duda, ni temor. ¿Cómo podía mantenerse así? Más lágrimas resbalaron, todo esto es mi culpa...... jamás debí llamarlo.

-muy bien - sentí un tirón de pelo, no me había dado cuenta en qué momento se había posicionado en mi espalda.

Tak - ¿Qué estás haciendo? - gruño, pero mi secuestrador lo ignoro totalmente. Tiro de mi cabello hacia tras, provocando que mi espalda se arqueara, el filo del cuchillo toco mi piel mientras esta se encajaba.

Takano

No podía creer que ese sujeto estuviera apuntando con su cuchillo a Onodera, teníamos un acuerdo y ahora lo estaba dándome respuestas ¿qué estaba haciendo?. Quería correr hacia a él, evitar que hiciera eso.

Onodera

Sentí el cuerpo helado y frió, busque la mirada de Takano, también luchaba por su libertada, escuchaba sus reclamos, Takano hablaba rápidamente, pidiendo que se detuviera

Hinata

Esto era ridículo, ¿Qué demonios estaba planeando? ¿Por qué rompía su trato? Ellos nunca lo hacían, eso era algo que estaba completamente seguro, quería librarme y hacer algo no podía soportar los que sucedía. Solo era un maldito inútil y lo peor, yo había provocado esto.

Tak - basta teníamos un acuerdo -

-¿enserio? - Pude ver su sonrisa - no lo recuerdo - encajo mas el cuchillo

Onodera

Tak -SUELTALO - apenas lo escuche el filo se alejo de mi espalda, sentía como una gota se deslizaba por mi piel

Takano

Se detuvo, mire los ojos verdes de mi amado, parecía tranquilo libre del agarre del secuestrador y el arma lejos de su espalda, me sentía más tranquilo, pero no entendía lo de ese sujeto.

Una risa se apodero del lugar y el que suponía era el líder tapaba su boca intentando callarla, empezó como un pequeño susurro para después volverse una carcajada, la risa de ambos cómplices se unieron. No podía soportar seguir escuchando

Tak - ¿Qué es tan gracioso? -

-no puedo creer que funcionara - dijo entre risas el más pequeño mientras se sujetaba la frente. -pero bueno, - se seco unas lagrimas - pensé que esto sería mas difícil, pero al final has perdido -

El secuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora