Capítulo 16

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Takano

Salí con sumo cuidado de mi apartamento, sin que Hinata me vieran. Pudiera ser que ya no me desagradaba tanto como cuando lo conocí, pero no pensaba volver a confiar en él, no después de lo que paso la última vez.

Una vez en la calle, saque el teléfono y use la aplicación de Amigos para encontrar la posición de ritsu, este parecía estar en movimiento, así que tomo un taxi (todavía no podía manejar) y le indico la zona a la cual quería llegar. Afortunadamente, la aplicación me mostró que no era demasiado lejos el lugar donde se habían detenido.

Pasaron alrededor de 20 minutos, en los cuales yo sentía que mi corazón iba a explotar de la angustia. No sabía qué era lo que quería, pero tampoco le dejaría salirse con la suya.

El auto se detuvo, poco habitada, pague lo correspondiente y me baje de este, contemple la zona y después mire nuevamente mi teléfono, el localizado me indicaba una casa de dos pisos, en la entrada había una pequeña reja, que rodeaba lo que sería el jardín de la vivienda, a pesar de la oscuridad, podía distinguir que la casa tenía un color azul claro y de un costado crecía una enredadera, en algún momento debió ser una residencia acogedora. Ahora podía ver el desgaste de los años prácticamente en ruinas.

Podía distinguir un poco de luz en la planta baja,

Pero no preste atención e ingrese por la reja principal hacia una puerta de madera, que parecía que se caería en pedazos en cualquier momento. Gire el picaporte y la tenue luz de la caza me mostró el interior.

Las paredes estaban desgastadas y en algunas partes se podían ver como la pintura blanca había caído hace tiempo, podía distinguir un pequeño buro de madera, al cual le faltaba 1 cajón y otro lo tenía roto casi por la mitad, al fondo había una puerta de madera en mejor condición que la principal y una escalera al piso de arriba. En medio del cuarto había dos sillas justo debajo del foco que permitía la iluminación del curto.

La puerta al fondo se abrió lentamente, apenas nuestras miradas se encontraron mi corazón se acelero rápidamente.

¿? – Buenas noches – acelere mi paso hasta encontrarme frente a ese sujeto, con mi mano sana lo tome de la solapa y lo estrelle contra la pared.

Tak - ¿Dónde está? – exigí saber estrellando a ese criminal, este solo mantenía su sonrisa, como si el golpe no le afectara. Sus ojos apuntaron hacia la puerta, seguí su mirada.

El cuarto era oscuro y no se podía ver bien, pero pude notar una silueta tirada en el fondo del cuarto dándome la espalda, poco a poco la imagen se fue volviendo más clara, sus manos estaban atadas, su cabello castaño alborotado. Rápidamente lo empuje hacia un costado y me apresure a acercarme a Ritsu.

Me deje caer a su lado, tomándole de los hombros para levantarlo, pero tan pronto como lo hice su cabeza se desprendió, era un muñeco, un dolor invadió mi espalda. Intente levantarme pero me mare de solo intentarlo volviendo al suelo.

Pode distinguir una silueta detrás de mí, pero poco a poco se volvió mas oscura. Solo por un momento podía ver como lanzaba y ataba algo con las manos.

A – esto nunca falla – todo se volvió negro.

Takeda (un par de horas antes)

Parecía que alguien trataba de mantenerme en el hospital el día de hoy y al mismo tiempo me jugaba una mala pasada.

Apenas inicie mi búsqueda en la editorial, me informaron que Onodera se había retirado antes y para colmo  Aren  ni Onodera me contestaban los celulares. Use el rastreador del auto que usaba el guardaespaldas (regalo de la familia Onodera), pero en cuanto llegue al lugar.....

El secuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora