Demonio De Angel

capítulo cinco

...empezar a sentir...
...Aceptar que perdí...

Hade

¡Joder! Cuanto la odio. La odio. La odio. La odio. La odio. La odio. La odio.

¿¡Saben a quien odio!?

¡A la maldita demonia que tengo en mi interior y que ha compartido diesinueve años de su maldita existencia con migo!

¡Al ser maligno que he llevado dentro de mi toda mi vida!

¡A aquella criatura temible con sed de sangre y ganas insaciables de asesinar!

¡A aquel monstruo con nada más que dos malditas debilidades!

¡Aquella estúpida demonia que he intentado controlar toda mi puta existencia con un jodido anillo para que simplemente no encuentre a mí mate!

¿Tan difícil le es entender que el amor es debilidad?

Tal parece que no, ya que le digo que no quiero encontrar a mí mate y ¿Que hace? No pos me guía directito' al chucho ese Alfa que tal parece es mi mate.

Y no, no lo supe en cuanto lo vi. Al momento en que aquella pequeña gota del estrato de la flor cayó en mi brazo todos mis instintos despertaron. En primer lugar me desmaye por la lucha interna que estába teniendo con mi demonia. La dejé sin fuerzas y se desmayó, luego, de alguna manera, no pude volver a mí cuerpo hasta que toda esa sustancia cayó en mi. Hasta que ese maldito líquido empezó a quemar la piel de mi demonia y no tuvo otra opción que dejarme salir si quería vivir y yo junto a ella.

Ahora, siento que mi cuerpo y mente empiezan a despertar, a tomar conciencia, pero simplemente yo no quiero salir de la oscuridad en la que me encuentro. Me gusta estar así...

O bueno, me gustaba, empiezo a sentir pequeñas cosquillas en mi mejilla y luego en mi cuello, o más bien besos, las cuales hacen que quiera despertar, y es lo que hago.

Mis ojos empiezan a abrirse lentamente y con ellos mis sentidos. El fuerte olor a Jazmin que desprende mi Alfa se hace presente, embriagando mi mente y cuerpo por completo.

A esta maldita debilidad me refería cuando hablaba de mi mate. No sólo de un deseo sexual, sino de uno sentimental; el echo de no poder apartarme de él y me gusta, no, me encanta, lo acepto.

¿Como no va a encantar-me?

Si todo mi cuerpo responde a nada más que a su olor o caricias y diablos, puedo jurar que es la mejor sensación del mundo.

Cuando mis ojos se abren por completo, Mi Alfa se encuentra en el hueco de mi cuello, depositando leves besos, robando- me suspiros, luego, no se si sabe que estoy despierta, pero empieza a morder levemente mi cuello, como si quisiera dejar marca pero dudara que me gustara.

Y maldición obvio que me gusta, pero aveces suelo ser demasiada orgullosa, no creo que se lo diga. A este paso, me hará olvidar que quiero odiarlo y, de cierto modo, rechazarlo.

Empieza a subir de nivel; ya no son simples besos y mordiditas, ahora empieza a hacer chupetones y mordidas más fuertes. Diosa, intento controlarme, hace minutos que estoy mordiendo mi labio inferior para no soltar un gemido y que sepa que estoy despierta.

Demonios, me encanta. Y estoy segura que esto no es nada a comparación con lo que me hará en otras ocasiones.

Listo, mi orgullo se fue al suelo al momento que mordió el lóbulo de mi oreja y un gemido, suave y tierno, escapo de mis finos labios.

Dió un lindo y suave beso en mi mejilla para luego mirarme a los ojos y, puedo jurar, que lo único que vi en su mirada, fue puro amor.

Uno que seguro yo voy a destruir, por que así es el amor, duele, sufre y espera. Pero estoy malditamente segura que esperaré todo lo necesario, por que de alguna manera, me siento prisionera, al momento que nuestros labios chocaron con un beso desesperado, sentí que volví a perder... Y estoy dispuesta a ceder... Solo está vez.

Quei ♥
Capítulo corto pero para mí, hermoso.