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Estaba camino regreso de la universidad, en la motocicleta de Tylor, él siempre se ofrece a llevarme en esa moto que el tanto aprecia. Si mal no recuerdo me dijo que su padre se la compró cuando ingresó a la universidad. Su padre, el señor Morgan le dijo que la necesitaría para el transporte pues, sorprendentemente se gastaba una cantidad considerable en taxis y el camino desde la universidad no quedaba tan cerca como mi cafetería.

El atesora esa motocicleta con su vida, una Softail Standard de Harley Davidson, alias "Victoria". Es una preciosura pero si tuviera una, no estaría tan obsesionado como para ponerle nombre. Victoria es un lindo nombre pero para una dama. Aún estoy molesto porque no le puso Jackson, ese nombre si es la honda.

Pero él se obsesionó con Victoria pues, conoció a una mujer que cuyo nombre era ese y me dijo alguna vez que fue la primera mujer de la que realmente se enamoró. Me dijo también que aquella chica tenía una hermosa cabellera negra y que al ver la motocicleta inconscientemente le recodaba a ella.

Al principio me pareció extraño que recordara a su primer amor mediante una moto sin embargo, con le tiempo empezó a tener sentido y me fui acostumbrando. Pero aún así debería dejar que yo la utilice siquiera una vez, es tan mezquino cuando se trataba de Victoria que no me dejó manejarla ni una sola vez.

ese bastardo

...

El camino a casa fue realmente pacífico y por un momento me sentí aliviado y como si me quitaran un peso de la espalda, cada vez que vengo con Ty sentía lo mismo refrescante y pacífico pero lamentable. Las calles de New York son tan ruidosas que solo puedo experimentarlo unos breves minutos sin embargo a veces, sorpresivamente los ruidos de las personas pueden llegar a relajarme solo a veces cuando tengo un buen día si es lo contrario solo consigo dolor de cabeza.

Llegamos a casa y lo primero que nos encontramos fue a un tipo de cabello gris, una lata de cerveza, dos sodas derramadas en el piso y una especie de crema en el hermoso sofá.

Justin nos miraba petrificado.

Estas eran las consecuencias de traer a Justin al departamento, ya estábamos acostumbrados de los desastres en su presencia sin embargo, ver el hermoso sofá con mantequilla de maní me dolió un poco.

Sí, era crema de maní. No debí haberle mostrado donde se encontraba esa botella en la mañana.

La lata de cerveza estaba en su mano izquierda y había latas de soda derramadas en todo el piso, él no nos decía nada, se limitó a tomar un sorbo de su lata de cerveza y automáticamente mis labios hicieron una mueca de resignación, mi mente ya había digerido lo sucedido.

En cuanto pude moverme giré mi cabeza hacia la derecha, donde se encontraba Ty quien solo veía la imagen con los labios pegados mientras movía la cabeza asintiendo varias veces y se llevaba una botella de agua a los labios. Si, también lo había digerido.

Boté mi mochila al piso mientras mis piernas se movían en dirección a Justin. Me detuve a medio metro de distancia.

-Oye bro, ¿Todo bien en casa?

Ty solo escupió el agua que tenía en las paredes de su boca y empezó a reír a carcajadas.

Me alegra que el ambiente tenso haya desaparecido.

Sin embargo, Justin quien me miraba reaccionó a mi comentario cinco segundos después. A eso me refería con el arcoíris en el cerebro. Justin empezó a reír también, mientras Ty reía aún más por el retraso mental de Justin.

-Bueno, Ty, Justin, suerte con el sofá.- Dije mientras volví a tomar mi mochila del suelo y caminaba en dirección a mi habitación.

-¿No nos ayudarás?- Exclamó Tylor mirándome con los brazos a la altura de los hombros. La típica pose irónica que solía hacer.

-No, yo te advertí con traer a Justin, y te dije que ustedes limpiarían el desastre que causaran. Dirigí mi mirada a Justin.- Sin ofender bro, pero estas loco.- Volví a mirar a Ty, quien solo tenía una mueca graciosa en el rostro mientras me escuchaba. El tipo de mueca que hace un niño de ocho años cuando le quitan el chupete.

-Está bien, está bien, nostros ordenaremos.- Ahí esta ese tono pacifico de nuevo.

- Gracias por estudiar psicología Ty.-El solo suspiró.

-Ya te dije que la profesión no influye en la personalidad~.- Por supuesto que sí, cuando conocí a Ty era un loco compulsivo adicto a las gomitas. Y ahora ha madurado muchísimo y tiene una paciencia impresionante.

-No digo que influya en todos, pero si lo hizo en ti, ahora limpien.

Raramente, Justin no dijo ni una sola palabra, él normalmente habla hasta que se quede sin aire. Tal vez esté un poco cansado, la universidad es difícil aun no sé cómo logró ingresar.

Subí a mi habitación, revise mi celular, eran las 6:00pm, en una hora debería estar en camino a la cafetería, espero que Levi no esté.

Revise mi armario y decidí ir con la misma ropa de la universidad, de todos modos me la cambiaré por el uniforme de la cafetería.

TU ETÉREA MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora