Os advierto que este capítulo será un poco largo e inusual en cuanto a narrativa...
Cuando los reyes volvieron a la capital el pueblo llano los recibió con furor, la noticia del nuevo príncipe había llegado mucho antes que ellos, muchos habían rogado a los siete por el nacimiento de un heredero varón que pudiera defender la corona de sus padres en el futuro, aunque el rey sólo quería galopar velozmente para encontrarse con su pequeña hija en la fortaleza, asintió, sonrió con disimulo y mantuvo su paso a la velocidad del carruaje de Rhaenys quien saludaba con una mano mientras sostenía a su hijo con la otra, la gente empezó a gritar enloqueciendo al ver la sombra de los dragones sobrevolar la ciudad, esta vez de su lado, protegiéndolos como en los mejores momentos de la ciudad que habían logrado escuchar sólo en canciones e historias.
Los lores esperaban con educación a sus reyes, Missandei sostenía a la princesa Daenys, ambos reyes sonreían, queriendo acercarse a ella y romper protocolos, pero tenían que presentar al nuevo príncipe, ese día Aegar Targaryen heredó el título que anteriormente habían ostentado su abuelo Rhaegar y su madre, siendo nombrado Príncipe de Rocadragón, muchos se mostraron complacidos con la idea de un heredero varón mientras que ninguno de los reyes aclaró si seguirían la Ley de sucesión Andala o la Rhoynar.
-¡El próximo príncipe será el heredero de Dorne! ¡Que venga pronto! ¡Larga vida al príncipe Aegar! -Brindó el bastardo de Mercaderiva incomodando a los reyes.
La reina Rhaenys se retiró de sus labores por unos meses, de las cuales el rey tuvo que hacerse responsable él sólo mientras ella disfrutaba de su maternidad, por interferencia de Jon Connington, la reina le ofreció al joven Rob Arryn, la mano de Alynne Connington, este aceptó siempre y cuando fuera enviada un año antes de la boda al nido de águilas, un gran matrimonio para ella, que el Arryn aceptaba para favorecer su posición frente a la reina, quien la ordenó su viaje de inmediato, la corte recibió la visita de la Dama del norte, quien había acudido al nombramiento del nuevo Septon Supremo.
Sansa personalmente había ayudado a Jon a elegir al septón, uno que no pareciera ser muy miserable, ambicioso o malvado, Lord Tyrion secundó su decisión y lo apodó "El triste" para diferenciarlo de sus antecesores, después Ronnet Connington pidió la mano de la Loba roja al rey, quien se negó, dejando la decisión a su hermana que no respondió.
-Majestad -Saludó Sansa a la reina en el patio- La maternidad le sienta bien.
La lady del norte disfrutaba de los beneficios de ser familiar del rey, los guardias la respetaban por ello, a pesar de que iba con guardias norteños, no la anunciaron, algo que irritó un poco a Rhaenys, que se había vuelto un dragón sobre protector con su hijo pequeño y con la bebé Daenys.
-Mi lady -Respondió cordialmente la reina- Lamento no haberle organizado la bienvenida que merece, pero nadie me anunció sobre vuestra visita hasta que llegó aquí.
-No creí que fuera necesario anunciarla -Sonrió la loba- Solo he venido a conocer a mi sobrino, ver de nuevo a Daenys.
Entonces el dragón pudo ver las claras dudas en el rostro de la loba, quería cerciorarse de si el nuevo bebé era hijo del rey, a pesar que entre ambas había algo extraño, se habían llevado bien en algún momento pero eran lo suficientemente inteligentes como para desconfiar de la otra, toda simpatía desapareció del rostro de la reina, endureciéndose, queriendo incinerar a la loba que quería olisquear a su bebé, la sombra de Rhaegal buscando donde bajar, el rey venía con un séquito pequeño, al verlo Rhaenys se calmó poco a poco.
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La Reina Dorada
FanficContinuación del Dragón del Sol. "El rey era callado, fuerte, frío como las tierras que lo vieron crecer, pero justo y honorable, la reina... tan cálida como las arenas de Dorne, peligrosa como el fuego que salía de su cuerpo, ardiente como los rayo...