Capítulo 8

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Día: tres semanas, dos días después del atentado
Lugar: Estados Unidos
Parte: aeropuerto/Avión




Rubén junto a Raúl y Luzu habían conseguido llegar a aquel destino fijado por el mayor de manera "segura" lo cual internamente todos y cada uno de ellos agradecía. Habían llegado justo en el momento en el que el vuelo del rubio había sido anunciado por aquellos altavoces, lo cual sólo había logrado de los tres pillaran carrerilla para llegar a la sala en donde debería entrar el menor de todos, la gente los miraba, los miraba ya sea con curiosidad o de mala manera pues si bien en un día cualquiera estos chicos podían haber pasado por los más guapos y en línea hoy está la excepción puesto que el pequeño grupo vestían completamente de negro y con el cabello enmarañado dándoles un aspecto poco agradable a la vista de cualquier transeúnte, incluso luzu quien solía ser el más prolijo de todos con su camisa de vestir azul y su chaleco gris hoy no era su día en ningún sentido.




Al fin habían llegado a la dichosa entrada, completamente agotados y sudados, Rubén que se disponía a entrar con su único equipaje el cual constaba en una mochila no muy grande había sido detenido por Raúl el cual le miraba seriamente mientras sacaba un sobre color verde Y posteriormente entregárselo a Rubén el cual al recibirlo lo miro extrañado a lo cual Raúl decidió hablar - Este sobre Rubén es impotente que lo cuides como si ti vida dependiese de ello, ya que contiene toda tu nueva información he incluso todos los permisos tanto para vivir en el lugar al que te diriges, como también los básicos que son el de conducir y tu tarjeta de identidad la cual sabes perfectamente que dicta que eres mayor de edad entre otras cosas, por lo cual si lo pierdes podría irte bastante mal. - Dijo Raúl dándole una mirada que podría jugar que no sólo lo estaba desafiando si no que incluso Aquella podría entrar en una amenaza y bien sabía por lo que había visto que no sería cualquier cosa - Vamos Auroncito no intimides a nuestro querido Rabis en sus últimos minutos en este lugar, ¿no querrás que se lleve una mala imagen de ti o si?.- Interrumpió luzu aquel incómodo momento colocando una mano en el hombro de Raúl el cual apretaba progresivamente mientras este hablaba, cosa que Rubén no había pasado por desapercibida pero prefería hacer de la vista gorda ya que había notado que por parte de Raúl ya hacía mirando a otro lado mientras mordía su labio inferior, todo esto mientras luzu simplemente mostraba una hermosa y amplia sonrisa la cual todo el que la viera juraría que aquel chico no mataría ni una mosca.. Que equivocados estaban.




Gracias por todo a ambos. - Soltó por fin Rubén con un claro sonrojo en sus mejillas, pues si bien eran amigos Rubén nunca había sido de dar gracias ni mucho menos muestras de afecto, pero algo le decía que está vez era necesario, que por primera vez debía hacerlo y lo haría, así pues tras decir aquellas palabras abrazo a ambos chicos tomándolos por sorpresa ya que no esperaban tal acto del peliblanco sin embargo gustosamente aceptaron y correspondieron dicho abrazo sobretodo luzu quien le había tomado cariño al chico y verle irse así, tan rápido y sin oportunidad de pasar más tiempo juntos le rompía de cierta forma el alma pues le había llegado a considerar un hermano o incluso un hijo al ser tan joven. - Si bien, cuídate mucho Rabis y avísanos en cuanto llegues - Decía luzu mientras disimuladamente limpiaba con el dorso de su mano una que otra lágrima traicionera que había decidido escapar en aquel momento tan emotivo. - Por cierto antes de que entres, alguien, aún no estoy seguro de quien si te soy sincero, pero alguien te irá a recibir en el aeropuerto y te llevará a casa del chico con el que estarás viviendo de ahora en adelante, así que no te preocupes por el como llegar ni el quien será ya que todos tienen una foto tuya y te reconocerán al instante, ahora sube ¡que se te va el avión! - Terminó luzu, dándole la vuelta a Rubén y empujándolo a la entrada donde dos azafatas revisaron sus documentos para luego darle paso, Rubén volteó una vez más a mirar a ambos chicos quienes sonreían y lo despedían con una mano Raúl con su típica sonrisa sonsacarona y Luzu entre lágrimas con esa sonrisa que te derretía el alma. Rubén agachó la mirada dejando correr unas cuantas lágrimas para después darles la espalda y recorrer aquel largo pasillo sólo, "si nuevamente sólo" pensó, no quería admitirlo pero los extrañaría, pero algo le decía que los vería nuevamente y ese simple pensamiento lo lleno de felicidad, sólo un poco, busco su asiento el cual se encontraba a un lado de la ventana, se sentó, se puso sus cascos, puso la música en aleatorio y cerró los ojos.




𝓐𝚃𝙴𝙽𝚃𝙰𝙳𝙾  - 𝕽𝑢𝑏𝑒𝑔𝑒𝑡𝑡𝑎 - (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora