Capítulo 9

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Día: tres semanas, tres días después del atentado

Lugar: Andorra  (españa/Francia)

Parte: aeropuerto/ nuevo destino









Rubén después de ocho o diez horas de vuelo ya hacía bastante reventado he incluso se podría decir que bastante ansiedad ya que al no poder moverse de su asiento por tanto tiempo le estresaba sin embargo la música y algunas películas le hacían el viaje más ameno incluso podría asegurar que en algún momento del viaje se había quedado dormido.










Después de unas cuantas horas en viaje al fin logró escuchar el tan ansiado anuncio en el cual una azafata pedía de la forma más amable el abrochar sus cinturones ya que por fin había llegado el momento de aterrizar cosa que Rubén felizmente hizo pensando en como sería su nueva vida, como sería su nuevo compañero he incluso la Universidad a la que asistiría, pero sobre todo se preguntaba si lograría hacer amigos ya  que la última vez no había funcionado como a el le hubiera gustado pues su mejor amigo a pesar de intentar salvarle nunca le contó la verdadera razón del por qué no podía asistir por lo cual al final había terminando cayendo el la trampa de “su amado noviecito" lo cual le jodia bastante y de cierta forma se sentía traicionado, así pues al fin aquel avión aterrizó para luego dar paso a que todos los pasajeros pudiesen salir de dicho lugar para continuar sus vidas en tierra firme.








Rubén una vez fuera del avión pasó a buscar su maleta para luego comenzar a pasear la mirada por todo el aeropuerto pues este no era demasiado grande ni tenía demasiada gente pero eso no quitaba el hecho de que aún no sabía quién sería el que le recibiría en el que sería su nuevo hogar lo cual le causaba cierta ansiedad al pensar que habría posiblemente la opción de hubiesen optado por abandonarlo a su suerte, después de todo ¿Quién aceptaría alojar a un desconocido en su casa?. Y entre aquellos pensamientos una mano se posó en el hombro de Rubén logrando sobresaltarlo y volteando al instante logrando divisar a un chico de baja estatura, claro estaba que el perfectamente sabía que también era demasiado alto, junto a él otro chico más alto que el primero pero no lo suficiente para alcanzar a Rubén cosa que internamente le causó cierta gracia la cual no dejaría ver en su rostro.










Rubén ¿cierto?. – Pregunto el más bajo llamando la atención de Rubén – Soy Alejandro y el tonto a lado mío es David, hemos venido a recogerte ya que al aparecer tu anfitrión se desveló más de lo que debía y decidió mandarnos a nosotros a hacer el trabajo sucio. – A Rubén le sorprendía como al más pequeño conforme contaba las razones de porque su nuevo casero no había podido ir a por el con cada palabra que este pronunciaba se notaba cada vez más molesto he irritado por la irresponsabilidad de aquella persona. – Si.. Bueno Guillermo nos espera en el coche Alex será mejor no hacerlo esperar o nos dejará a nuestra suerte. – esta vez hablo el David el cual mientras pronunciaba aquellas palabras tomaba de los hombros al menor dando un pequeño masaje sin inconscientemente pues este cada que su amigo se veía irritado molesto o deprimido tenía aquella manía en la cual necesitaba calmarlo, si bien al principio al menor le incomodaba aquel acto, poco a poco fue tomándole gustillo por lo cual siempre que le encargaban algo de lo cual el no tenía nada que ver o involucraba de última hora llamaba a David para no intentar asesinar a la humanidad y con este siempre o al menos la mayoría de las veces venía incluido Guillermo cosa que siempre intentaba pasar pues al fin y al cabo  si Guillermo conducía mejor para el pues se ahorraba cualquier coste en transporte.










Ambos chicos comenzaron a caminar haciendo una seña a Rubén para que este los siguiese hasta un coche algo bastante llamativo y desde su punto de vista costoso lo cual lo llevo a pensar que posiblemente todo podría ser una trampa y en realidad lo llevarían lejos, lo abrirían por la mitad sacarían sus órganos y los venderían en el mercado negro o  en la deep web sin embargo el más bajo de todos empujó la espalda de Rubén haciendo que este perdiera un poco el equilibrio y terminará dentro del coche. – Tío tardas demasiado y mi paciencia es poca. – Dijo para luego colocarse a un lado de este y ponerse el cinturón mientras que David tomaba siento al frente a un lado de el ya mencionado Guillermo el cual no dudo en hablar ante tal escena. – Alejandro no seas brusco terminarás ganándote  el rencor de todo el mundo y posiblemente una paliza a largo plazo si continuas así. – Dijo mientras mantenía la vista en la autopista ¿En qué momento había arrancado el coche? Pensó Rubén. – Supongo que este par de pargelitas ya te habrán dicho mi nombre ¿O me equivoco? Soltó Guillermo mientas aún mantenía la vista en aquella carretera, se notaba que aquello era costumbre y por ende se mostraba relajado aunque Rubén juraba que en tono de aquel chico podía distinguir una pizca de fastidio por la actitud de sus compañeros, tan despreocupada que daba miedo, Rubén sólo tanino dejar salir un leve “si” al cual Guillermo sólo atinó a suspirar. – Pues bueno aunque lo hayan hecho lo correcto es que YO me presenté, así pues soy Guillermo Díaz, no hace falta que te presentes todos sabemos tu nombre y edad aunque somos nosotros dos los únicos que conocemos como te vez físicamente pues luzu nos ha mandando una foto tuya en cuanto se enteró que Samuel no sería quien te recogería, por lo cual ni el  sabe como te vez en persona. – Esto último Guillermo lo recalcó mientras sonreía de una forma curiosa la cual Rubén prefería no saber del cual era el motivo.








𝓐𝚃𝙴𝙽𝚃𝙰𝙳𝙾  - 𝕽𝑢𝑏𝑒𝑔𝑒𝑡𝑡𝑎 - (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora