Hola mis nenuras, les dejo este capitulo rapidito, porque la verdad que me han hecho demasiado feliz estos días de estar viendo sus votos y sus comentarios. Otra vez mil gracias por seguir leyendo & espero les guste el capitulo :*
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“¡Chicos, concéntrense, mañana es el partido! Necesito que se enfoquen en lo que hemos practicado toda la noche de ayer y la mañana de hoy” Grito Joachim desde la banda del campo. Nos habíamos dividido en 2 equipos para practicar las nuevas “tácticas” por así decirlo, para el partido de mañana. Sabía que Francia era un rival fuerte, Joachim lo tenía muy en cuenta, todo el equipo lo sabía.
Después de visitar Brasil y pasearnos por sus pintorescos lugares, decidí dejar de entrar a mi Twitter y redes sociales, solo porque sentía que me estaba confundiendo mucho más de lo que debía viendo los perfiles de Charli, mientras que mi novia estaba junto a mí. Ann-Kathrin no merecía que su novio estuviese pensando en su ex novia mientras paseaban juntos. La tome de la mano y le pedí que dejara sus redes también por lo que restaba de la tarde. Al final de todo, lo sabía. Sabía que nada cambiara. Que a pesar de haberla visto, haber sentido que sus emociones y las mías seguían siendo las mismas, y la plática con Marco; nada cambiaria lo que nuestra vida era ahora.
No le pediría que dejara su trabajo por mí, no otra vez. Creo que esta vez soy lo suficiente maduro, a diferencia de hace un año y medio, cuando lo hice. Y sé que tampoco podría renunciar a todo lo que tenía en Alemania; en Munich. Era mi hogar, no lo podría dejar; mi equipo estaba ahí, mi trabajo estaba ahí.
Tal vez, solo si dejaba pasar todo e intentara olvidarla de una buena vez, no dolería tanto.
Al final regresamos al hotel exhaustos, así que dormí un poco para volver a un entrenamiento extra por la noche con la selección. El cual estábamos teniendo ahora.
“¡Señorita, no puede pasar!” escuche decir a un hombre, de seguro seguridad y alguna fan.
“¡Usted no lo entiende!” dirigí mi mirada enseguida a la voz; sabía perfectamente quien era.
Deje el balón en el campo y vi como todos paramos lo nuestro, corrí hasta la banda donde estaba ella, que al parecer estaba bastante enojada.
“¡Suélteme!” le dijo al guardia que la alcanzo antes de que se me acercara más.
“Es mi novia, puede soltarla” dije calmado, Ann-Kathrin me veía enojada, y no entendía el porqué. Dormimos un par de horas juntas por la tarde y todo parecía estar bien.
El guardia la soltó y enseguida me volteo a ver.
“Ann, no puedes estar aquí, estas invadiendo la concentración, Joachim ha sido bastante tolerante al dejarnos pasar más tiempo juntos del que dejan a los demás estar con su familia” dije claramente. Me perturbaba que invadiera el entrenamiento. Puse mi mano en mi cadera en señal de molestia mientras la veía.
“¡¿Si?! ¡Eso ya lo sé Mario, pero lo que no sabía era que MI novio se estaba viendo a MIS ESPALDAS con su EX NOVIA!” grito fuertemente, tanto que no tuve que voltear a ver a los demás para sentir que habían parado lo suyo.
Sentí como mi corazón se aceleraba al instante. Me había dejado en shock por unos segundos.
“¿Qu..Qué?” titube “¿De qué habl-“ Enseguida me puso su celular frente al rostro, una imagen mía y de Charli en ella; la estaba cargando ligeramente. Ann-Kathrin rozo su dedo sobre la pantalla y me mostro rápidamente más fotos. En el bar, en la calle, en el estacionamiento, subiendo al carro, en el hotel cuando nos despedimos. Todo fue de hace un par de días. Sentí como sudaba en frio. Esto era una pesadilla.
“¿¡Qué tienes que decir al respecto, eh!? ¿¡Quién crees que eres para engañarme!?” comenzó a jalarme de la playera de entrenamiento y enseguida varios del equipo se acercaron para separarla de mí. No hice nada al respecto, no sabía que decir o que hacer, nunca pensé que se fuese a enterar. Digo, no hicimos absolutamente nada Charli y yo, pero las fotos demostraban otra cosa.
“¡Hey!” grito Joachim caminando hacia nosotros con los entrenadores auxiliares detrás de él.
“¡Tranquila! No es momento, Anne” dijo Marco llegando a mi lado y desarrugando un poco mi camisa donde momentos antes estaba el puño de mi novia.
“¡No me estés diciendo que-“ Joachim llego enseguida y Anne trato de cobrar postura.
“No sé qué está pasando aquí, pero necesito que entiendas Anne-Kathrin que no puedes irrumpir un entrenamiento de concentración así. A ti es a la que más libertad le eh dado de convivir con uno de mis jugadores. Jugadores que necesitan concentrarse en ganar partidos, partidos importantes. Estamos en Brasil en el Mundial, no podemos tener este tipo de situaciones y escenas de novelas. Necesito que separen su vida personal por un momento de su vida profesional. No venimos solo a jugar, venimos a ganar. Así que les pido a los dos que lo que sea que necesiten resolver, lo hagan en 4 días más. Se acabó la libertad, se verán el día que puedan ver a su familia. Le pediré al agente que consiga una suite en otro hotel a Anne. Anne, por favor retírate y Mario regresa al entrenamiento” dijo y se dio media vuelta. “¡Todos a lo suyo de nuevo!” le grito a la selección.
Anne solo se quedó ahí frente a mí con la misma expresión de rabia.
“No pasó nada, Anne. Solo me la tope la vez que salí con los chicos y nos los encontraba, entre al bar y ella estaba ahí. Solo conversamos, no tienes motivos para estar..-“un duro golpe en la mejilla me hizo parar la oración. Enseguida la tome entre mis manos.
“¿¡HEY, QUE TE PASA!?” grito Thomas, al parecer vio la cachetada.
“¡Anne, llamare a seguridad si no te retiras en este mismo instante!” Joachim la amenazo. No podía articular palabra alguna, las cosas se estaban saliendo de control, ¿Qué demonios estaba pasando? Justo cuando decido que debo de continuar mi vida normal, con Kathrin incluida en ella, todo se viene para abajo.
“¡Eres un bastardo y una basura de persona Mario! Más vale que tu explicación sea la suficientemente buena” dijo antes de girarse en sus tacones altos y salir del estadio.
Me quede pasamado unos momentos. ¿Qué? ¿Desde cuando se habían filtrado las fotos? ¿Qué habra pasado con Charli?
“¡Götze te quiero entrenando ya!” grito Joachim. Trote rápido hasta donde estaba mi grupo de entrenamiento y sentí como todos me observaban. Me ardía la mejilla y la sentía caliente. Podría asegurar aún sin verla que estaba roja.
“Te dije que estaba loca” comento riendo Marco haciendo que solo pudiese voltear los ojos intentando ignorar su inoportunidad.
